DESFIBRILADORES SUBCUTÁNEOS
Nuevos navegadores impulsan una ablación más precisa en FA
La disyuntiva entre el empleo preferente de radiofrecuencia o crioablación sigue vigente. Desfibriladores subcutáneos y marcapasos sin cables se incorporan lentamente en España.
María Sánchez-Monge. Madrid | maria.sanchez@diariomedico.com | 06/03/2017 00:00
Merce Fontanals, enfermera experta en arritmias; Nicasio Pérez Castellano, presidente de sección de la SEC; César Pascual, director de Asistencia Sanitaria de Madrid; Manuel Anguita, presidente electo de la SEC; Mª Luisa Fidalgo, presidenta de sección de la SEC, y José Luis Merino, de la SEC. (José Luis Pindado)
"Los nuevos navegadores son críticos para las ablaciones por radiofrecuencia complejas". Así lo afirma Nicolás Pérez Castellano, presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que, junto con la Sección de Estimulación Cardiaca, ha celebrado en Madrid el congreso Ritmo17. "Es el tratamiento más efectivo para las crisis repetidas de fibrilación auricular (FA)", añade. En la actualidad se emplea navegación en la mayor parte de los casos en los que la ablación se realiza mediante radiofrecuencia.
La selección adecuada de los pacientes candidatos es una de las claves del éxito de este procedimiento. Pero, una vez decidido su empleo, surge la pregunta recurrente de cómo efectuar el aislamiento de venas pulmonares: ¿con crioenergía o radiofrecuencia? Pérez Castellano reconoce que no existe consenso y que algunos hospitales se han especializado en una u otra técnica. "Hay centros que apuestan por la crioablación incluso cuando la anatomía no es la ideal", señala. "Otros prefieren la radiofrecuencia porque tienen mucha experiencia con ella". Su hospital, el Clínico San Carlos, de Madrid, se decanta por "seleccionar la técnica más adecuada para cada paciente, efectuando una TC previa para ver la anatomía".
Una anatomía más uniforme, con un patrón clásico de cuatro venas pulmonares del mismo diámetro, puede ser "un buen caso para crioablación". En cambio, una anatomía menos uniforme, con desembocaduras de las venas que presenten calibres muy distintos, sería un buen exponente de paciente idóneo para radiofrecuencia.
No obstante, Pérez Castellano reconoce que muchos hospitales no están en condiciones de optar por uno u otro procedimiento debido al reducido número de pacientes que atienden. "Nosotros tenemos un volumen muy alto de procedimientos, más de cien al año. Solo cinco hospitales de España alcanzan esta cifra", apostilla, y agrega que la curva de aprendizaje, sobre todo de la radiofrecuencia, es pronunciada.
El experto cree que aún hay margen para realizar más ablaciones: "Cuando se efectúa en pacientes seleccionados, es una técnica tremendamente agradecida".
Otro campo en el que también hay amplias posibilidades de beneficiar a más pacientes es el de los dispositivos implantables. A juicio de María Luisa Fidalgo, presidenta de la Sección de Estimulación Cardiaca de la SEC, los marcapasos sin cables, que son diez veces más pequeños que los convencionales y aúnan en un solo dispositivo el cable y el generador, tienen un futuro muy prometedor. Aclara que no sirven para todos los pacientes porque son monocamerales, pero aun así su incorporación en la práctica clínica está siendo muy lenta. En España se implantaron 38.000 marcapasos en 2015, la mitad de los cuales eran monocamerales, pero tan solo el 1,7 por ciento de ellos son sin cables. "A día de hoy debe de haber unos 350 marcapasos sin cables implantados", calcula.
Desfibriladores
Los desfibriladores subcutáneos son otro buen ejemplo de dispositivo diseñado con el objetivo de evitar fracturas de estrés de los cables y minimizar el riesgo de infección. "En España hemos empezado a implantarlos bastante más tarde que en Europa", diagnostica Pérez Castellano.
Los desfibriladores subcutáneos son otro buen ejemplo de dispositivo diseñado con el objetivo de evitar fracturas de estrés de los cables y minimizar el riesgo de infección. "En España hemos empezado a implantarlos bastante más tarde que en Europa", diagnostica Pérez Castellano.
En principio, sirven para todos los casos, con una excepción: quienes necesiten también marcapasos. "El acoplamiento de un marcapasos sin cable a un desfibrilador subcutáneo, que por ahora está en fase de estudio, nos abrirá las puertas a una nueva forma de tratar las arritmias lentas y rápidas", apunta Fidalgo.
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