Un colorante alimentario de uso común altera la homeostasis intestinal y sistémica en ratas
Un estudio publicado en la revista Scientific Reports indica que el E171 promueve lesiones pre-neoplásicas y criptas aberrantes en esos animales.
La fracción particulada nanoescalar del dióxido de titanio, conocida como E171, es un colorante alimentario ampliamente utilizado en Europa en productos de confitería y en otros alimentos comunes. Ahora, un equipo de investigadores de diversos centros franceses ha descubierto que la exposición oral de ratas a este compuesto durante una semana, a niveles relevantes en humanos, resulta en su deposición en las células inmunitarias de las placas de Peyer (PPs) y en la concomitante reducción en la frecuencia de linfocitos T reguladores.
Este último efecto continuó patente 100 días después del cese del tratamiento. En todos los animales tratados la estimulación de las células inmunitarias de las PPs resultó en la generación de menos linfocitos T de tipo Th1, mientras que en el bazo aumentó de manera abrupta la respuesta inflamatoria de tipo Th1/Th17. La exposición oral durante 100 días promovió la microinflamación colónica, el inicio de lesiones pre-neoplásicas y el crecimiento de focos aberrantes en las criptas en un modelo de carcinogénesis inducido químicamente.
Los autores consideran que estos hallazgos deben ser tenidos en cuenta en la evaluación del riesgo de susceptibilidad al cáncer colorectal y a enfermedades autoinmunes promovidas por linfocitos Th17.
La actual directiva europea 94/36/EC autoriza el uso del E171 en productos alimentarios, sin recomendar el nivel de ingesta diario.
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