PUBLICADO EN 'REVISTA ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA'
Un estudio relaciona mortalidad cardiovascular y PIB por CCAA
JANO.es · 15 marzo 2017 11:26
Andalucía supera en 3,5 puntos la media española de mortalidad cardiovascular y presenta un porcentaje mayor de casos de IC y accidente cardiovascular
Un estudio publicado en Revista Española de Cardiología ha evidenciado la relación entre el Producto Interior Bruto (PIB) y la mortalidad cardiovascular. El trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Málaga, el Hospital Universitario Virgen de la Victoria y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), constata que existe una asociación inversa entre riqueza y mortalidad por causas cardiovasculares.
“En el análisis observamos una correlación entre menor PIB y mayor mortalidad por cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular, así como un menor número de intervenciones como angioplastias, cirugías o marcapasos”, apunta Manuel Jiménez-Navarro, investigador del CIBERCV y del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y coordinador del estudio. Aunque sigue siendo la primera causa de muerte en España (29,66% de la mortalidad), existen diferencias entre las Comunidades Autónomas, siendo Andalucía la región con mayor índice de mortalidad cardiovascular (33,16%) y Canarias la de índice menor (24,34%).
El equipo de investigación analizó los datos del PIB per cápita medio durante los años 2005 a 2014 en relación con la mortalidad cardiovascular general, por enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular. Asimismo, se estudió la media de intervenciones cardiovasculares por comunidades autónomas.
Andalucía, una de las regiones con PIB más bajo de España (solo seguida por Extremadura) supera en 3,5 puntos la media de española de mortalidad cardiovascular general, siendo la comunidad que registró una media superior en el periodo estudiado, al igual que en insuficiencia cardíaca y accidente cardiovascular.
Los resultados del estudio ponen de manifiesto que la riqueza económica de una región podría considerarse uno de los factores a tener en cuenta en la estimación del riesgo cardiovascular, así como a la hora de establecer medidas preventivas. “Así, se debería añadir a los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, otras variables sociales como el grado de cobertura y la calidad del acceso a todos los niveles sanitarios, la estructura del mercado laboral o el nivel educativo, factores todos ellos influidos por el PIB” apunta el Dr. Jiménez-Navarro.
El equipo de investigadores que han participado en el estudio forma parte del CIBER de enfermedades Cardiovasculares, dependiente del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), constituido a comienzos de año. Antes formaba parte de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC), del ISCIII. El Dr. Pérez-Belmonte, otro de los colaboradores del estudio, posee un contrato Post-MIR “Jordi Soler” en la mencionada Red de Investigación Cardiovascular.
“En el análisis observamos una correlación entre menor PIB y mayor mortalidad por cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular, así como un menor número de intervenciones como angioplastias, cirugías o marcapasos”, apunta Manuel Jiménez-Navarro, investigador del CIBERCV y del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y coordinador del estudio. Aunque sigue siendo la primera causa de muerte en España (29,66% de la mortalidad), existen diferencias entre las Comunidades Autónomas, siendo Andalucía la región con mayor índice de mortalidad cardiovascular (33,16%) y Canarias la de índice menor (24,34%).
El equipo de investigación analizó los datos del PIB per cápita medio durante los años 2005 a 2014 en relación con la mortalidad cardiovascular general, por enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular. Asimismo, se estudió la media de intervenciones cardiovasculares por comunidades autónomas.
Andalucía, una de las regiones con PIB más bajo de España (solo seguida por Extremadura) supera en 3,5 puntos la media de española de mortalidad cardiovascular general, siendo la comunidad que registró una media superior en el periodo estudiado, al igual que en insuficiencia cardíaca y accidente cardiovascular.
Los resultados del estudio ponen de manifiesto que la riqueza económica de una región podría considerarse uno de los factores a tener en cuenta en la estimación del riesgo cardiovascular, así como a la hora de establecer medidas preventivas. “Así, se debería añadir a los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, otras variables sociales como el grado de cobertura y la calidad del acceso a todos los niveles sanitarios, la estructura del mercado laboral o el nivel educativo, factores todos ellos influidos por el PIB” apunta el Dr. Jiménez-Navarro.
El equipo de investigadores que han participado en el estudio forma parte del CIBER de enfermedades Cardiovasculares, dependiente del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), constituido a comienzos de año. Antes formaba parte de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC), del ISCIII. El Dr. Pérez-Belmonte, otro de los colaboradores del estudio, posee un contrato Post-MIR “Jordi Soler” en la mencionada Red de Investigación Cardiovascular.
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