viernes, 19 de marzo de 2010

El marcador tumoral, no indicado en prevención


Javier Román y Fernando Bandrés
Javier Román, de la Clinica Moncloa, y Fernando Bandrés, de la Fundación Tejerina. (José Luis Pindado)

Diariomedico.com
ESPAÑA
serían ÚTILES EN OTROS CONTEXTOS
El marcador tumoral, no indicado en prevención
Los marcadores tumorales han supuesto un gran avance en el diagnóstico diferencial del cáncer. Sin embargo, Fernando Bandrés ha afirmado que no son necesarios para la prevención en el ámbito laboral.


Ana Callejo Mora - Jueves, 18 de Marzo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

Los marcadores tumorales, que se detectan mediante técnicas analíticas, están permitiendo mejorar el diagnóstico diferencial, el pronóstico y el seguimiento detallado del paciente con cáncer -observando posibles recidivas y complicaciones-. El debate es el siguiente: ¿hay que incorporar estos biomarcadores al ámbito de la Medicina del Trabajo para la prevención oncológica?

"Yo creo que no, que los marcadores deben incluirse en otro contexto, en un protocolo clínico de seguimiento", ha respondido Fernando Bandrés, responsable de laboratorio de la Fundación Tejerina, en Madrid, en el IV Seminario sobre Medicina del Trabajo titulado Prevención oncológica en el medio laboral y organizado por la Universidad Europea de Madrid, la Cátedra de Investigación y Desarrollo en Medicina del Trabajo y la Sociedad de Prevención de Fremap, con la colaboración de la Fundación Garrigues, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo.

El ponente ha matizado su postura en este debate, afirmando que "el ámbito laboral está formado por personas sanas con una serie de factores de riesgo. Inicialmente, los marcadores no se pueden incorporar al cribado poblacional porque no tendría sentido clínico ni sería coste-efectivo. Ahora bien, es necesaria una relación de los médicos del trabajo con los oncólogos para establecer protocolos y algoritmos de diagnóstico que, junto con la historia clínica, la exploración y las pruebas complementarias, permitieran lograr un adelanto en el diagnóstico del cáncer en general y de los tumores toxicológicos en particular".

Se trata de pruebas que son fáciles de pedir y que no generan grandes molestias; sin embargo, pueden dar resultados confusos debido a que no son pruebas totalmente específicas para una tumoración y, por tanto, pueden dar falsas positividades. Esto nos lleva a concluir que en las fases de prevención no tendrían ninguna indicación".

Mayor cooperación
La otra vertiente de discusión estaría cuando una persona que ha tenido o tiene un cáncer se ha sometido a tratamiento y vuelve a incorporarse a la vida laboral. Según Bandrés, "en estos casos se baraja la posibilidad de que la Medicina del Trabajo coopere con el resto de especialidades para favorecer el cuidado, seguimiento y control de tales enfermos. Esta colaboración debería generalizarse. De momento se hace de manera particular en función de la empresa donde trabaje cada paciente. La cooperación generaría grandes ventajas en la optimización de los recursos y una mejor percepción de la calidad asistencial".

En octubre del pasado año (ver DM del 19-X-2009), el Observatorio del Cáncer de la AECC presentó los resultados de una encuesta sobre los motivos por los que las mujeres en edad de riesgo no se hacen mamografías. Una de las causas, dentro de las variables relacionadas con el ámbito laboral, era que encuentran dificultades para ausentarse de su trabajo y acudir a la cita del programa de cribado para cáncer de mama.

En este sentido, Bandrés ha señalado que "una relación más estrecha entre los servicios de prevención nacionales o comunitarios y los servicios de salud laboral facilitaría mucho las cosas y reduciría los costes tangibles e intangibles".

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