martes, 30 de marzo de 2010
La mejor opción contra la hepatitis son las vacunas
Diariomedico.com
ESPAÑA
A, B Y C
La mejor opción contra la hepatitis son las vacunas
La hepatitis es una de las enfermedades infecciosas que más afectan a la población mundial. Las medidas higiénicas y la información sobre las vías de contagio reducirían notablemente el número de personas afectadas por el virus. Pero sin duda son las vacunas las que más ayudan a prevenir la hepatitis.
Sara Domingo. Pekín - Martes, 30 de Marzo de 2010 - Actualizado a las 17:08h.
Hepatitis A
Las diversias estrategias para el control de la hepatitis A, tanto para la aparición de brotes como para su propagación, incluyen medidas como la mejora de las condiciones socioeconómicas e higiénicas así como la profilaxis pre y post exposición al virus a través de la inmunización.
La elección de estas estrategias depende de la epidemiologia del virus en delimitadas regiones geográficas, basadas en datos exactos de supervivencia, coste efectivividad, recursos disponibles y aceptabilidad por parte de la sociedad.
La epidemiología de la hepatitis A está cambiando en todo el mundo. En países antes endémicos de VHA, la mejora de las condidiones socioeconómicas y sanitarias está produciendo un efecto paradógico, pues está aumentando el número de adultos susceptibles a la infección. La vacuna contra el VHA es muy segura, altamente inmunizadora y eficaz para prevenir esta enfermedad, así como para controlar posibles brotes.
Hepatitis B
Más de 100 países han incluido la vacuna contra la hepatitis B en el calentario de los recién nacidos. Investigadores de la Universidad de Chulalongkorn de Bangkok (Tailandia) han presentado en el ASAPL los resultados de un estudio que muestra que la vacuna de la hepatitis B presenta una alta eficacia y reduce la tasa de portadores al 0,7 por ciento.
El riesgo de los niños nacidos de madres con VHB que llegan a ser infectadas crónicas se asoció al retraso de la segunda dosis por más de seis semanas. Incluso para niños nacidos de madres con infección crónica, no se recomienda una dosis de refuerzo después de completar el programa primario de vacunación.
Por tanto, a largo plazo la vacuna de la hepatitis B es altamente eficaz, aunque queda por determinar si es necesaria una dosis de refuerzo para reducir la tasa de portadores y prevenir los síntomas de enfermedad hepática en grupos de alto riesgo.
Hepatitis C
Más de 130 millones de personas están infectadas con el virus de la hepatitis C. Esta infección lleva al desarrollo de cirrosis en el 40 por ciento de los casos después de 20-30 años de infección. De los pacentes con cirrosis, entre el 2 y el 5 por ciento desarrolla carcinoma hepatocelular cada año.
Hasta el momento no se ha aprobado ninguna vacuna para este tipo de hepatitis, aunque hay ensayos en fase II. Las pruebas de vacunas en chimpancés y en humanos fueron capaces de inducir la respuesta de las células T, las cuales llevan al retraso de la llegada del dolor de la hepatitis C y reducen la tasa de cronicidad. Fue posible inducir la respuesta de las células T con diferentes vacunas incluso en infectados crónicos. Sin emabrgo, la eficacia clínica fue limitada y solo se observaron reducciones eventuales del virus.
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