Actividades para reorientar el rumbo mental

En España se calcula que el 9 por ciento de la población padece al menos un trastorno mental y se prevé que algo más del 15 por ciento padezca uno a la largo de su vida. En numerosas ocasiones, los pacientes más graves sufren incomprensiones por parte de la sociedad actual y se les mira con cierto prejuicio. Por eso, una gran labor de los programas terapéuticos hospitalarios es conseguir su reinserción paulatina en la realidad social y en la vida diaria.

C. Cáceres | 10/10/2011 00:00

El blog de pacientes de la Unidad de Salud Mental del Virgen Macarena, en Sevilla, con 500 artículos, ha tenido un éxito inesperado. (Carmen Cáceres)

Los enfermos con trastorno mental grave no lo tienen nada fácil en su día a día. Y no sólo para conseguir ser aceptados e integrados en la sociedad de la que una vez salieron por su enfermedad, sino "para avanzar en sus capacidades cognitivas y en las habilidades esenciales de la vida ordinaria y doméstica, que suelen estar bastante deterioradas por los años de evolución crónica de la enfermedad", señala Francisco Hernández, psicólogo clínico del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla.

Precisamente, los programas terapéuticos de las Unidades de Rehabilitación de Salud Mental de los hospitales están enfocados a lograr un progresivo avance del paciente con la vida diaria, cobrando importancia el ambiente positivo y acogedor del espacio físico donde tienen lugar estos talleres.

Las terapias para ocupar el tiempo libre aportan equilibrio al paciente, estructura el tiempo y favorecen la afectividad, el lenguaje y la comunicación

Nada más entrar en el Virgen Macarena se encuentra una exposición de pintura integrada por trece obras, que permanecerán allí hasta el 12 de octubre. Son cuadros de pacientes con trastorno mental grave. "La finalidad de esta creación artística -explica Manuel Luna, psiquiatra del centro- es ofrecer diferentes herramientas de expresión plástica a personas con graves dificultades en la comunicación y expresión emocional, con el objetivo de facilitar las necesidades de mostrar sus propios mundos. La pintura aumenta sus conexiones neuronales, les permite conocerse mejor y plasmar sentimientos y experiencias de la vida psíquica".

Su compañera Pilar Romero, psicóloga clínica, valora esta terapia ocupacional, ya que "la participación en este proceso de creación y la posterior contemplación de la obra de arte producen en quien la realiza una catarsis afectiva y, al mismo tiempo, les aporta un reconocimiento social externo. Ellos se encuentran muy satisfechos porque ven que sus pinturas acercan al público su trastorno mental". Además de la creación artística, esta unidad cuenta con una actividad informática que empezó siendo un taller para el aprendizaje de algunos programas y que se ha convertido en una revolución digital.

El blog de la Unidad de Rehabilitación de Salud Mental del Macarena surgió cuando un grupo de profesionales cayeron en la cuenta de que su creación podía servir también como una herramienta más de expresión para estos pacientes y así comenzaron a publicar artículos diariamente. Sin embargo, lo que llama la atención de este blog son los datos que de él se desprenden. "Desde sus inicios hasta hoy -indica Alfonso Calero, terapeuta ocupacional- se han publicado más de 500 artículos -la mayoría escritos por estos enfermos- y cuenta ya con más de 43.700 visitas". Ante todo, esta iniciativa desprende normalidad. "No buscamos que nos lean por el hecho de que se trata de personas con trastorno mental, sino porque es de calidad y cuenta cosas interesantes. Pensamos que ésta es la mejor manera de luchar contra los prejuicios que hay hacia estos enfermos".

La creación artística dota al paciente de las herramientas necesarias para expresar sus necesidades y emociones

En el Hospital San Juan de Dios, de Málaga. María Victoria Molina -psicóloga clínica de este centro y con 20 años de experiencia- revela que las actividades terapéuticas que se desarrollan con estos pacientes son, sobre todo, grupales. En concreto, "gracias al programa de autonomía en la comunidad trabajamos aquellos aspectos que los hacen integrarse en la comunidad, desde las habilidades sociales y la psicoeducación -para que sean capaces de saber qué dificultades tienen y por qué la gente los rechaza en un momento determinado- hasta la educación vial. De esta forma los mantenemos estables y logramos que puedan desenvolverse mejor en el medio comunitario". Con frecuencia, se manejan muy bien dentro del grupo pero, después, no lo aplican a su vida cotidiana. Por eso, "este programa nos permite ver cómo ellos generalizan lo que trabajamos dentro del hospital".

Deporte y cocina
Por otra parte están las terapias para ocupar el tiempo libre. "Con estos pacientes funciona muy bien la ocupación del ocio a través del deporte o la cocina porque estar ocupados les aporta equilibrio, ya que requiere concentración". Además -señala Molina-, "les permite tener una estructuración del tiempo que, psíquicamente, lleva consigo una disminución de las crisis y, emocionalmente, favorece la afectividad, la comunicación y el lenguaje". La tendencia de esta población es a perder la habilidad social y, en este sentido, cobra especial relevancia la relación con la familia. "Gracias a nuestro programa de acercamiento familiar los aproximamos a su entorno, permitiéndoles encontrarse a gusto con su familia y que ésta pierda los miedos hacia el familiar enfermo".

DIFÍCIL NIÑEZ

Los hijos menores de edad de enfermos mentales son un grupo vulnerable, con mayor riesgo de sufrir problemas no ya psiquiátricos sino también sociales. De hecho, se estima que en el 40 por ciento de los casos estos niños precisan atención en salud mental. El 65 por ciento de los enfermos mentales tuvo hijos después de que aparecieran sus trastornos, según revela un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Fundación Manantial y Obra Social Caja Madrid, sobre 206 hijos menores de sesenta pacientes atendidos en la Red de Atención Social a personas con enfermedad mental de Madrid. De esos chicos, el 43 por ciento no sabía de la enfermedad de sus padres y más de la mitad no vivían con ellos. El 70 por ciento de esos pacientes no hablaba de su patología con los hijos. El trabajo también indicaba que el perfil del paciente con menores a su cargo era una mujer de 41 a 50 años, con esquizofrenia o trastorno de la personalidad.

REHABILITACIÓN Y SOCIALIZACIÓN INDIVIDUAL

El Centro de San Juan de Dios en Ciempozuelos, Madrid, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, se dedica a recuperar la autonomía, rehabilitar y socializar a enfermos con trastorno mental grave, con la ayuda del Plan de Rehabilitación de Unidades de Salud Mental de Larga Estancia (Plan Reule) y de pisos protegidos. La iniciativa, en marcha desde hace unos tres años, sigue las líneas básicas de la rehabilitación psiquiátrica, adaptándola a las necesidades de cada paciente. Para aplicarlo se efectúa una evaluación individual de las funciones y capacidades deterioradas, y en función de éstas se fijan los objetivos a conseguir en cada paciente, y se pautan las intervenciones terapéuticas, individuales y grupales. El abordaje se ha homogeneizado y estructurado para garantizar unos óptimos resultados terapéuticos. Además, se aplica un programa estructurado de las sesiones de psicoterapia de grupo que implican colectivos de trabajo y terapia ocupacional, con psicomotricidad, relajación, rehabilitación cognitiva, actividades de la vida diaria básicas e instrumentales, cocina, etc., entre otras. En el centro se encuentran ingresados unos 300 pacientes con trastorno mental grave y refractario. De ellos, 140 se hayan en proceso de rehabilitación, y unos 30 son candidatos de recibir un alta próxima. El último paso para lograr el mayor grado de normalización son las unidades hogares de tamaño reducido, construidas para 8-10 pacientes y que pretenden reproducir la vida que harían fuera del centro, en pisos protegidos o en su lugar de residencia habitual.

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