Dolutegravir se vislumbra como nueva alternativa para el tratamiento en primera línea para el VIH

Madrid (19/09/2014) - Silvia C. Carpallo

• Ya está disponible en España el nuevo inhibidor de la integrasa del VIH-1 comercializado por ViiV bajo el nombre de Tivicay

• El fármaco ha demostrado en diversos estudios randomizados doble ciego la misma o mayor eficacia que los tratamientos existentes, pero con mejor perfil de seguridad, menos resistencias y menos interacciones con otros fármacos, e incluso, a menor coste, lo que lo sitúa como una nueva alternativa de tratamiento en primera línea

Más eficacia y menos efectos secundarios. Para más pacientes y con menos resistencias. Más facilidad de administración y menor precio. Ese es el resumen de la presentación de dolutegravir, el primer antirretovital que comercializa ViiV, bajo el nombre de Tivicay, y que pertenece a la familia de los inhibidores de la integrasa del VIH-1. En general se trata de un nuevo fármaco, indicado para su uso en combinación con otros medicamentos antiretrovirales, que pretende posicionarse como el nuevo tratamiento de primera línea, y de hecho, ya es una de las recomendaciones tanto en las guías de práctica clínica del VIH en España como en Estados Unidos.

Algunas de las claves de este nuevo fármaco las comentaba José Ramón Arribas, médico adjunto de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario La Paz. "El objetivo diana está en el propio virus, por lo que no hay nada parecido dentro del organismo y eso le da un mayor perfil de seguridad". Más allá de afirmaciones, el experto presentaba diversos estudios randomizados doble ciego, que en primer lugar demostraban que se trata del primer antirretroviral en demostrar mayor eficacia de Atripla (efavirenz/tenofovir/emtricitabina) y a la combinación de darunavir/ritonavir, y el no ser inferior a raltegravir. La mejora respecto a estas combinaciones ya existentes radica no sólo en la eficacia, sino sobre todo en que "el fármaco pone muy difícil al virus desarrollar resistencias", según explicaba Ramón Arribas, que también matizaba que "se tolera mejor y se administra de una forma más cómoda, una sola toma al día, y tiene menos interacciones con otros fármacos", todo ello lleva a dar más comodidad y calidad de vida al paciente, factores que resultan clave en el tratamiento de enfermos crónicos.

Si generalmente los nuevos fármacos vienen con el añadido de un aumento de costes, en este caso, tal y como explicaba Felipe Rodríguez, director médico de ViiV Healthcare, "es un fármaco que se ha desarrollado durante la crisis", y que igualmente tiene un importante valor social, por lo que se ha conseguido llegar a un acuerdo de precio que resulta incluso algo más económico que las opciones que existen hoy en el mercado. "No hay un fármaco útil si no hay acceso al medicamento", justificaba Rodríguez. Además, el hecho de que genere menos resistencias y tenga mejor perfil de seguridad, lleva a pensar a que en el largo plazo, disminuiría consultas, y supondría ahorros para el sistema sanitario, tal y como auguraba Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal.

Incluir a un mayor número de pacientes

La otra principal característica de dolutegravir es que no sólo está indicado para pacientes naive, sino que también ha demostrado ser eficaz en pacientes que han fracasado o generando resistencias con otros antirretrovirales, con independencia del nivel de virus que tengan en sangre, por lo que básicamente está indicado a todos tipo de pacientes, adultos y adolescentes mayores de 12 años, infectados de VIH.

Quizás, la única sombra de tan buena noticia es que pese a existir tratamientos eficaces para el tratamiento del VIH a un largo plazo, son muchos los pacientes que siguen sin tratar, e incluso sin diagnosticar, y es que tal y como informaba Moreno, "un tercio de los infectados no saben que lo están". Los pacientes tratados con este tipo de fármacos consiguen llegar en apenas cuatro semanas a un nivel indetectable del virus, lo que supone que disminuya el riesgo de contagio, pero mientras la población no se conciencie y se pueda hacer un mayor diagnóstico y tratamiento eficaz, se siguen produciendo al año 3.000 nuevas infecciones.