El grupo sanguíneo puede afectar al riesgo de demencia
El uso de un tratamiento que combina el efecto de una hormona intestinal y la insulina basal es más eficaz en el control de la glucemia en personas con diabetes tipo 2 que otros tipos de terapias. Este es el resultado del metaanálisis llevado a cabo por investigadores canadienses publicado en "The Lancet".
Los científicos del Hospital Mount Sinai de Toronto analizaron 15 estudios aleatorizados con más de 4300 participantes que recibieron la hormona intestinal GLP-1 (péptido similar al glucagón-1) en combinación con insulina basal. Esta combinación aumentó la probabilidad de alcanzar la glucemia objetivo en un 92 %.
Normalmente, el tratamiento antidiabético aumenta el riesgo de hiperglucemia y aumento de peso. Con el tratamiento combinado, la tasa de hiperglucemia fue similar, pero los pacientes perdieron peso (en promedio, 3 kilogramos). Comparando los resultados de la terapia combinada con los de los tratamientos con insulina basal-bolo, se observó que los fármacos combinados generaron un control de la glucemia moderadamente mejor, pero presentaron un riesgo un 33 % menor de hiperglucemia y una pérdida de peso 6 kilogramos superior.
La combinación de un agonista del GLP-1 con insulina basal alcanza el triunvirato ideal de control óptimo de la glucemia, bajo riesgo de hiperglucemia y pérdida de peso, resumido por el autor del estudio, Ravi Retnakaran. Sin embargo, un obstáculo es que tanto los agonistas del GLP-1 como los análogos de la insulina son actualmente uno de los productos farmacéuticos contra la diabetes más caros, según los investigadores.
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