La prevención es el fármaco fundamental en los campos de refugiados

Durante el II Congreso de Cooperación Internacionald e la OMC, que se celebra en Santander, se han puesto de relevancia dos ejemplos opuestos de campos de refugiados: el de los saharauis, de carácter permanente, y el de Dadaab, en Kenia, el más grande del mundo.

I.G.P. | igallardo@diariomedico.com | 27/01/2017 14:49

Campo de refugiados de Idomeni, junto a la frontera con Macedonia. (Médicos del Mundo)

El abordaje sanitario de los campos de refugiados es otro de los grandes retos a los que se enfrenta la cooperación internacional. Mohamed Lamin, ministro de salud de la República Árabe Saharaui Democrática, ha explicado durante el II Congreso de Cooperación Internacional de la OMC, que se ha celebrado en Santander, que los datos epidemiológicos muestran una clara relación entre la morbilidad y el ambiente tras 40 años de refugio en los campos saharauis. "Los programas de salud obtienen resultados pero el sistema es frágil", ha añadido.

Según Lamin, el caso de los saharauis es permanente y no tiene comparación con el de otros campos. "Las grandes agencias nos ayudan como a refugiados pero sólo para sobrevivir, y los que viven en los territorios liberados no reciben nada. Nuestro pueblo está olvidado". Por ello Lamín ha agradecido la cooperación española en el Sahara y les ha pedido a los médicos españoles que continúen con su labor.

El mayor campo de refugiados del mundo Diferente es la situación del campo de Dadaab, en Kenia, uno de los más grandes del mundo, según ha explicado Pascual Caballero, pediatra de Médicos Sin Fronteras. En Dadaab, a donde llega la población caminando desde Somalia, MSF ha planteado un top ten de prioridades para atender las necesidades de la población. Este se centra en la evaluación inicial de la salud de los refugiados y en realizar la vacunación de rescate de sarampión en la población entre 6 meses y 15 años para evitar brotes. "Tenemos las necesidades de agua bien definidas tanto para el consumo humano como animal. También facilitamos la construcción de letrinas para controlar la aparición del cólera o de enfermedades diarréicas de fácil transmisión". Asimismo, también se les procura a los refugiados un hogar, cuidados de salud básicos y se realiza el control de epidemias y la vigilancia epidemiológica, así como la selección y la formación de los recursos humanos, la coordinación con otras agencias y la seguridad del campo.

Patologías frecuentes
La nutrición es otro de los grandes problemas que se plantean en Dadaab, puesto que la dieta básica se centra en cereales, azúcar y leche en polvo que se administran en raciones frías para que cada familia las coma en sus tiendas. Según Caballero, durante los últimos 25 años desde que se creó Dadaab se han producido multitud de epidemias: crisis de malnutrición, inundaciones, epidemias de fiebre del Rift, de sarampión, de cólera, y casos de polio en niño no vacunados procedentes de Somalia, así como violencia sexual.

Asimismo, en embarazadas las enfermedades más frecuentes son la malnutrición, los estados carenciales, las infecciones perinatales, las hemorragias, la preeclampsia y las distocias del parto, mientras que en los recién nacidos son comunes las infecciones congénitas, perinatales y la asfixia perinatal. "En los niños que sobreviven y hasta los 5 años se producen infecciones respiratorias, diarreas, parasitosis intestinales y cutáneas, malnutrición crónica y aguda, anemias, sarampión, paludismo, fiebres tifoideas, encefalitis, meningitis, TB, VIH.... Por eso para tratarlo necesitamos una mentalidad de atención primaria", ha dicho Caballero. Para atender a todo el glosario de patologías, se realizan consultas externas, programas de vacunación fundamentales para prevenir la mortalidad infantil y la enfermedad en la comunidad, pero también proyectos de malnutrición y desnutrición, servicios de salud reproductiva, de salud mental y de planificación familiar "para conseguir que vengan a realizar un parto asistido por profesionales".