6.661 MUERTES EN 2005 Y 12.675 EN 2015
La HTA causó en 2015 un 90% más de fallecimientos que una década antes
La Fundación Española del Corazón (FEC), a propósito del Día Europeo de Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se celebra este martes, tiene como objetivo mejorar el manejo de la hipertensión arterial (HTA).
Redacción | dmredaccion@diariomedico.com | 14/03/2017 09:00
Total de defunciones por causas cardiovasculares en mujeres en 2015 (SEC)
Mejorar el manejo de la hipertensión arterial (HTA), una patología que sufre el 42,6 por ciento de la población española, y que no se diagnostica en el 37,4 por ciento, es el objetivo que ha planteado la Fundación Española del Corazón (FEC), a propósito del Día Europeo de Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se celebra este martes.
Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que hacen referencia a las causas de mortalidad de 2015, las enfermedades hipertensivas han doblado el número de fallecimientos en la última década. "Mientras que en 2005 la hipertensión provocaba 6.661 fallecimientos, en 2015 ya es la causante de 12.674. Recordemos además que la hipertensión es factor de riesgo de otras enfermedades cardiovasculares, como el infarto y el ictus, por lo que seguramente es causante de muchas más defunciones", ha dicho Carlos Macaya, presidente de la FEC.
La hipertensión arterial supone una mayor resistencia para el miocardio, que aumenta su masa muscular, provocando hipertrofia ventricular izquierda para hacer frente al sobreesfuerzo, lo que puede desembocar en insuficiencia coronaria y angina. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias. La hipertensión también propicia la arterioesclerosis y fenómenos de trombosis. Por ello, es fundamental mantener los niveles de HTA bien controlados, manteniendo los niveles de máximos de presión arterial sistólica entre 120-129 mmHg, y las de diastólica entre 80 y 84 mmHg.
"Ante estas cifras, prevenir y tratar la hipertensión es primordial en nuestro país. La reducción de la sal añadida en los alimentos debe ser una prioridad para los políticos y la industria alimentaria; pero no solo de ellos; retirar el salero de nuestra mesa es una medida que podemos, y debemos, realizar cada uno de nosotros en nuestro día a día", ha aconsejado Macaya. No obstante, es fundamental la adherencia al tratamiento de los pacientes que tienen la hipertensión arterial establecida y necesitan terapia adecuada para ello.
Mejoran resultados pero queda por hacer
Aunque por tipo de enfermedades, las isquémicas y las cerebrovasculares fueron las más mortales en 2015, en los últimos diez años se ha logrado una importante reducción en los fallecimientos por estas causas.
Aunque por tipo de enfermedades, las isquémicas y las cerebrovasculares fueron las más mortales en 2015, en los últimos diez años se ha logrado una importante reducción en los fallecimientos por estas causas.
Así, en 2015 ha fallecido un 32 por ciento menos de personas por infarto y un 18 por ciento por accidente cerebrovascular en relación a la última década. "Esto no quiere decir que haya menos personas enfermas, sino que desde 2005 ha habido muchas mejoras en el tratamiento y organización de la atención hospitalaria de estas enfermedades, como el Código Infarto o la generalización de la angioplastia primaria como primera opción terapéutica".
Pero no todo son buenas noticias. La insuficiencia cardiaca sigue provocando prácticamente los mismos fallecimientos que en 2005 y además es la primera causa de ingreso hospitalario en nuestro país. "Tal y como ya reveló la Sociedad Española de Cardiología a través del informe Recalcar, existe además una importante inequidad en el tratamiento de esta enfermedad entre comunidades autónomas. La variabilidad de mortalidad intrahospitalaria de esta enfermedad entre comunidades llega a ser del 80 por ciento".
ECV, primera causa de muerte
Aunque en 2015 ha habido un repunte en el número de fallecimientos por todas las causas, analizando la tasa de mortalidad, las enfermedades cardiovasculares mantienen su tendencia a la baja de los últimos años. Mientras que en 2005 el 32,76 por ciento de las muertes eran producidas por una enfermedad cardiovascular, en 2015 es el 29,39 por ciento. "Aun así siguen siendo la primera causa de muerte, por delante del cáncer y de las enfermedades respiratorias".
Aunque en 2015 ha habido un repunte en el número de fallecimientos por todas las causas, analizando la tasa de mortalidad, las enfermedades cardiovasculares mantienen su tendencia a la baja de los últimos años. Mientras que en 2005 el 32,76 por ciento de las muertes eran producidas por una enfermedad cardiovascular, en 2015 es el 29,39 por ciento. "Aun así siguen siendo la primera causa de muerte, por delante del cáncer y de las enfermedades respiratorias".
Por sexos, 10.000 mujeres murieron más al año por alguna enfermedad relacionada con el corazón. La más mortal entre ellas es el accidente cerebrovascular (16.357), que causa hasta 4.000 fallecimientos más que entre los hombres.
Aunque en hombres el accidente cerebrovascular (12.077) también es la que más mortalidad causa, tras el cáncer de bronquios y pulmón (7.239), el infarto (9.423) provoca hasta 3.000 muertes más que entre las mujeres.
Por Comunidades Autónomas, las que tienen la tasa de mortalidad más alta es Andalucía (32,67 por ciento), Asturias (32,38 por ciento) y Aragón (31,61); mientras que Madrid (25,86 por ciento) Navarra (26,37 por ciento) y País Vasco (26,92 por ciento) son las que menos.
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Prevenir factores de riesgo
Controlar la diabetes, la hipertensión, reducir el sedentarismo, el tabaquismo, el sobrepeso, la obesidad y el abuso del alcohol, entre otros factores de riesgo, es impresicindible para reducir la incidencia y prevalencia de la enfermedad cardiovascular. "Tan solo siguiendo una dieta equilibrada y variada (basada en frutas, verduras, pescado, legumbres, poca carne roja...), practicando ejercicio de manera regular (al menos 30 minutos cinco días a la semana) y abandonando el hábito tabáquico, podrían reducirse espectacularmente las estadísticas de enfermedad cardiovascular. Si ya se padece la enfermedad, además de adoptar estos buenos hábitos de vida, también hay seguir estrictamente el tratamiento prescrito por el especialista", ha concluido Macaya.
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