El cloruro de metiltionina, compuesto químico del tinte azul de metileno se ha demostrado como un antimalárico que acaba con los parásitos a un ritmo sin precedentes. En dos días, los pacientes se curan de la enfermedad y no transmiten el parásito. El hallazgo, realizado por científicos del centro médico de la
Universidad de Radboud, en Países Bajos, en un proyecto de colaboración internacional que ha tenido lugar en Mali, se publica
en The Lancet Infectious Diseases.
Los gametocitos, las células sexuales en las que se dividen los parásitos dentro de los glóbulos rojos del hospedador, pueden permanecer durante varias semanas después de recibir el tratamiento para la malaria, por lo que este no evita de inmediato la propagación de la infección.
En este nuevo estudio, alentados por los resultados prometedores en experimentos del laboratorio, los investigadores añadieron azul de metileno a la terapia combinada basada en la artemisinina. El azul de metileno es un tinte que se usa en los laboratorios para distinguir las células muertas de las vivas. Agregar el tinte al medicamento antipalúdico consiguió que los pacientes perdieran su capacidad infectiva en tan solo 48 horas. Los enfermos que no recibieron azul de metileno podían transmitir la malaria, a través de la picadura del mosquito, durante al menos una semana. El autor principal del trabajo, Teun Bousema, dice que "notamos que los parásitos masculinos desaparecieron del torrente sanguíneo más rápidamente que los femeninos".
Es la primera vez que se investiga el efecto del azul de metileno en la propagación de la malaria entre los seres humanos. "Es muy prometedor, ya que puede prevenir la propagación de la malaria en tan poco tiempo después del tratamiento. También hay indicios de que el azul de metileno funciona bien en especies que son resistentes a ciertos medicamentos". El colorante es seguro y los pacientes lo toleraron bien. Sin embargo, hay un solo efecto secundario incómodo: "Lo he usado yo mismo, y la orina se vuelve azul brillante. Esto es algo que tenemos que resolver, porque podría ser una razón para que las personas no lo usen".
La malaria causa 430,000 muertes cada año, el 90 por ciento de todas ellas se producen en África, principalmente entre los niños. La prevención se centra principalmente en el uso de mosquiteros, insecticidas y medicamentos y, como resultado, el número de muertes por malaria casi se ha reducido a la mitad en los últimos diez años.
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