La telemedicina es útil para el intercambio de información del paciente diabético
Clara Simón | 28 - febrero - 2018 1:21 pm
Por telemedicina se entiende la provisión de servicios médicos utilizando nuevas tecnologías electrónicas y de comunicación. Así, se considera cualquier acto médico realizado sin contacto físico directo entre el profesional y el paciente o entre profesionales entre sí por medio de algún sistema telemático. Se utilizan las tecnologías de la información y las telecomunicaciones para proporcionar la asistencia médica, independientemente de la distancia que separa a los que ofrecen el servicio. De esta forma, los profesionales pueden intercambiar datos para hacer diagnósticos, tratamientos y prevenir enfermedades y en actividades de investigación y evaluación, con el fin de mejorar la salud.
La telemedicina disminuye las diferencias entre los niveles asistenciales y aumenta la integración de la información de los pacientes y la cooperación entre los profesionales; y es un instrumento útil para ofrecer educación sanitaria a la población general y a enfermos crónicos en particular, así como para controlar a distancia los parámetros biológicos de estos últimos desde el ordenador del médico.
Por otra parte, resulta de utilidad para los profesionales que desean continuar su trabajo fuera de la consulta o del hospital, facilitando la conciliación de la vida laboral y personal.
Puede ser algo tan simple como intercambiar información por teléfono o algo tan complejo como dirigir pruebas diagnósticas invasivas o intervenciones quirúrgicas.
Interconsultas
En el abordaje de los pacientes con diabetes, se emplea la interconsulta no presencial vía internet, puesto que facilita el acceso al conocimiento, y consejo del experto remoto y el trabajo cooperativo en red de grupos de profesionales que comparten recursos, bases de datos e información en toma de decisiones en busca de un diagnóstico y tratamiento mejor dirigido.
También se utilizan las teleconferencias para llevar a cabo reuniones de expertos al alcance de todos los profesionales médicos de forma simultánea desde cualquier punto, y cursos online, que facilitan más el hecho de poder hacerlos, ya que uno elige el momento en que le viene mejor hacerlo, que cuando son presenciales.
La posibilidad de comunicación interprofesional mediante correo electrónico despejan dudas puntuales y favorecen el cuidado del enfermo.
Las cartillas electrónicas no están muy implantadas, pero hay alguna experiencia con una aplicación de móvil en la que el paciente se medía sus glucemias y cuando estas no estaban bien el médico le instaba a pasar por la consulta. El problema es que los datos no son lo fiables que cabía esperar y daba más problemas que soluciones.
Foros de pacientes
Los foros de pacientes tienen la ventaja de que el paciente no se encuentra ‘solo ante el peligro’, se da cuenta de que su enfermedad la padece más gente que tiene similares inquietudes, síntomas e implicaciones familiares y sociales. Puede expresar sus dudas o manifestar sus experiencias a personas con su mismo problema que le van a entender, a comprender y, en muchas ocasiones, a ayudar. Pero en ningún caso deben sustituir el consejo del profesional, dado que en torno a la diabetes existen multitud de mitos y falsas creencias que pueden encontrar perfecto acomodo en esos medios.
Entre las ventajas del uso de los foros destacan el anonimato, la inmediatez, que no hay restricciones geográficas, ni diferencias en el estatus social. Los pacientes pueden compartir sus preguntas y experiencias que no les da tiempo en la consulta médica. Además reduce la ansiedad que produce ir al médico, olvidándose de preguntar correctamente, habiéndolo consultado previamente en la red. Hay que tener en cuenta que estos foros puede conducir al aislamiento social y crear cierta dependencia a internet, porque se pierden habilidades de comunicación no verbal y en ocasiones tanta información puede ser una sobrecarga para un paciente que no es capaz de entenderla.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia y Medicina General Ascensión López Serrano, Susana Fontaneda Pardo, Miguel Ángel Rodríguez Rodríguez, Fernando Torrequebrada Abella, Manuel Sánchez García y José Luis Castillo Ruiz, de Burgos; los médicos de Atención Primaria Benito Ojeda Bilbao, del Centro de Salud de Noain; Luis Quintana Pedraja, del Centro de Salud Rochapea; Eugenio Álvarez Tutor, del Centro de Salud de Ermitagaña, y Sonia Martín Almendros, del Centro de Salud de Burlada; los médicos de Familia Francisco Javier Mencía Bartolomé, José Luis García Flórez, Ana María Ramos Vallejo, Jesús Varela López, José Alfonso Machín Fernández y Teresa Villadangos Fernández, del Centro de Salud Ponferrada; y Javier Mateo Cabrejas, del Centro de Salud Castejón; Tarsicio Forcen Alonso, del Centro de Salud de Tafalla, y Rosa Blasco Gil, del Centro de Salud Tudela-Oeste.
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