Los malos hábitos de vida ganan terreno a los genes como causa de las enfermedades cardiovasculares
La 13 Reunión Internacional sobre Investigación Traslacional y Medicina de Precisión, organizada por el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (HUFJD), ha concluido con el recordatorio de que, además de conocer mejor las bases genéticas de las enfermedades cardiovasculares, es preciso mejorar las pautas de vida de los ciudadanos desde edades muy tempranas.
Los organizadores del encuentro sobre investigación traslacional, celebrado en el aula magna del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, dedicaron los debates del día a conocer mejor la genómica de las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Los expertos participantes, del máximo nivel en sus especialidades, coincidieron al afirmar que la Medicina Personalizada y de Precisión (MPP) supone una ayuda creciente en el tratamiento de estas patologías tan prevalentes y en muchos casos mortales.
Pie de foto: Dra. Carmen Ayuso (HUFJD, IIS-FJD)
La doctora Carmen Ayuso, jefa del Departamento de Genética Clínica de la Fundación Jiménez Díaz y directora científica de su instituto de investigación, IIS-FJD, defendió que la nueva forma de hacer medicina supone un cambio de paradigma asistencial que ya se beneficia del estudio de donantes de gametos, el diagnóstico genético preimplantacional, el cribado de las gestantes para buscar posibles trisomías, el diagnóstico de enfermedades raras y los estudios sobre el cáncer. Sin embargo, también admitió que en lo tocante a las patologías cardiovasculares y neurodegenerativas, dichos avances están en fases muy elementales. Sin dejar de ser cierto también, tal como aclaró, que la genómica se está mostrando muy estimulante al señalar factores de riesgo que desencadenan arritmias o hipertrofias y prefiguran diagnósticos y tratamientos más afinados en algunas enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Dado que los marcadores genéticos hacen posible identificar pacientes con mayor riesgo, encontrar dianas terapéuticas y establecer cambios en los hábitos de vida de las personas cuando estos son perjudiciales.
Dentro de la relación estrecha que hay entre la prevención, la vida sana y la lucha contra la enfermedad, Ayuso recordó que la enfermedad de Alzheimer tiene una mortalidad anual en el mundo de 24 millones de personas, que se multiplicará por cuatro en los próximos tiempos según la OMS. Además del liderazgo que tienen las enfermedades cardiovasculares como principal causa de de ingresos hospitalarios y muerte, superando las cifras del cáncer.
Pie de foto: Dr. Valentín Fuster (CNIC, Hospital Monte Sinaí)
Participó en la jornada el cardiólogo Valentín Fuster, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y jefe médico del Centro Monte Sinaí de Nueva York (EEUU). Según sus palabras, la genómica resulta hoy imprescindible tanto para realizar estudios poblacionales de corte cardiovascular, como para poner en conexión estas patologías con las neurodegenerativas. Un terreno en el que citó el estudio Heart to Head (H2H)", desarrollado en varios hospitales de la Comunidad de Madrid para señalar vínculos entre la arterioesclerosis subclínica, el declive cognitivo y la enfermedad de Alzheimer.
Con la conclusión preliminar de que las personas de 25 a 50 ya padecen daños cardiovasculares en áreas importantes, especialmente de los varones, sin que exista indicio alguno de mala salud. Algo que también ocurre, comentó Fuster, con las calcificaciones prematuras que se detectan en las arterias que suben al cerebro. Razón por la que recomendó conocer el estado de la región ileo-femoral de las personas en su primera madurez, sin necesidad de pruebas de sangre.
Pie de foto: Jesús Fernández Crespo (ISCiii)
La parte institucional del encuentro estuvo cubierta por Jesús Fernández Crespo, director del Instituto de Salud Carlos III (ISCiii), que citó los 242 proyectos de investigación dotados con 50,4 millones de euros por parte de su entidad. Con una distribución de trabajos de 110 para el área del Cáncer, casi la mitad del total, un 12% para Reumatología y el 11% para Cardiología. Con éxitos mundiales como el proyecto para leucemia linfocítica crónica, relativo a 50 tipos de tumores relevantes, con la coordinación del doctor Elías Campo, cuyos resultados de secuenciación se publicaron en Nature en 2011.
Pie de foto: Dr. Francisco Fernández-Avilés (CiberCV)
El director científico del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CiberCV), doctor Francisco Fernández-Avilés, detalló que su institución organiza el trabajo en red de 33 centros de investigación y 25 universidades, contando con 500 colaboradores, muchos de ellos de gran prestigio internacional.
Aunque muchos ellos, fundamentalmente con perfiles senior, se acercan al horizonte de la jubilación, el científico puso su esperanza en cardiólogos jóvenes como Borja Ibáñez, digno sucesor del profesor Jordi Soler y Soler.
En general, Fernández-Avilés se mostró contrario al café para todos en investigación, por considerar esencial la excelencia en una tarea que siempre debe contar con los mejores colaboradores. Aspecto que le permitió hablar de una magnífica masa crítica en la red del Ciber.
Clausuró el encuentro Consuelo Martín de Dios, directora gerente de la Fundación Instituto Roche, con un alegato favorable a la Estrategia Nacional de Medicina Genómica. Cogiendo el guante de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, cuando afirmó durante la presentación oficial de su consejo asesor que es preciso avanzar en dicha estrategia, de cara a poder ofrecer a los ciudadanos una medicina cada vez más personalizada. A lo que añadió también la directiva que ese empeño deberá contribuir a mayores cotas de equidad en la asistencia a los pacientes.
También participaron en la jornada figuras importantes de Quirónsalud, como su director de hospitales en la CAM, Juan Antonio Álvaro de la Parra, y su directora de calidad asistencial del grupo, Leticia Moral. Mientras el primero pidió mayor eficiencia para el SNS, la directiva informó que su grupo hospitalario colabora en más de 850 ensayos clínicos, muchos de ellos con biomarcadores para poder ofrecer a sus pacientes tratamientos personalizados en un futuro próximo.
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