lunes, 12 de septiembre de 2011

'Enchufado' a una nueva vida - DiarioMedico.com

CORAZÓN ARTIFICIAL PERMANENTE

'Enchufado' a una nueva vida

El pasado 4 de mayo se implantó, por primera vez en España, un dispositivo de asistencia ventricular izquierda de flujo continuo a un paciente que se encontraba en una situación clínica muy mala y que, debido a otras patologías, no podía recibir un trasplante cardiaco. Esta, precisamente, es la indicación del dispositivo denominado comúnmente "corazón artificial permanente". Este órgano artificial tiene los riesgos de cualquier otro implante intravascular o cardiaco mecánico: trombosis e infección.

Ana Callejo Mora   |  12/09/2011 00:00
 

Enrique Pérez de la Sota
Enrique Pérez de la Sota, junto a su equipo de Cirugía Cardiaca del Hospital 12 de Octubre, durante la intervención.
 
"El paciente, que sufrió un infarto en el año 1996, estaba condenado a morir; necesitaba un trasplante cardiaco pero no podía recibirlo debido a las otras patologías que padece. Por eso elegimos a este hombre de 67 años de edad para que se convirtiera en el protagonista del primer implante en España de un corazón artificial permanente", ha relatado Enrique Pérez de la Sota, médico adjunto del Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, a Diario Médico.
  • Tras cuatro días en la UCI, el paciente -de 67 años- que recibió el corazón artificial permanente pasó otros 26 en planta y ya hace vida independiente
"La intervención se realizó el pasado 4 de mayo, y el paciente, Pedro Antonio Pérez, ha evolucionado muy bien. Pasó cuatro días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y otros 26 en la planta de Cardiología. Un mes después del implante recibía el alta hospitalaria y ya está haciendo vida independiente, detalle importante porque vive solo".

Pérez de la Sota ha destacado que esta intervención es la culminación de un proyecto de varios años. "Llevamos más de tres años preparando la implantación de este dispositivo. Ha sido esencial el papel de la cardióloga del 12 de Octubre María José Ruiz Cano, que se encarga del seguimiento médico".El dispositivo es una bomba de las llamadas "de flujo axial" porque tiene en su interior una pequeña turbina que al girar impulsa la sangre. "Es decir, se extrae la sangre del extremo del ventrículo izquierdo mediante una cánula que la introduce en el propio dispositivo. La turbina gira, imprime velocidad en la sangre y la impulsa por otra cánula de salida que la introduce en la aorta del paciente. Con ello suple la función del lado izquierdo del corazón. Dicho de otra forma, son dispositivos de asistencia ventricular sólo izquierda".
  • El calificativo de 'permanente' es una descripción de la intención con la que se pone este corazón artificial para que dure toda la vida
Hay distintas líneas de investigación en el mundo con otros tipos de dispositivos, incluso con corazones artificiales totales, que sustituirían al corazón completo del enfermo. Se trata de un avance a medio plazo.El dispositivo empleado el 4 de mayo no es absolutamente nuevo: ya lleva tiempo en el mercado y es una versión perfeccionada de otros anteriores. "La cuestión es que cada mejora requiere años de análisis".

Pero... ¿es el primer corazón artificial permanente? "En nuestro país, con la indicación de permanente, sí. Aunque, en realidad, es díficil hacer una cronología del uso de este dispositivo -ha reconocido Pérez de la Sota- porque existen modelos distintos. Es como si compararamos un coche Jaguar con un Mercedes y un Ferrari. Todos son aparatos de última tecnología pero diferentes. Nuestro implante es el HeartMateII y es el que tiene más experiencia contrastada y reflejada en la literatura. Ya hay más de 7.500 implantes en el mundo".
  • El implantado tiene que extremar la higiene en la zona del cable de conexión eléctrica que, al estar en el exterior, es un elemento susceptible de infección
¿Cuál es su duración real?
Pérez de la Sota ha aclarado que "el calificativo de permanente es una descripción de la intención con la que se pone esta especie de corazón artificial. Los dispositivos de asistencia ventricular se pueden implantar de forma temporal (prácticamente el 90 por ciento de los que se colocan en todo el mundo) o de manera permanente, cuando la intención es no quitarlo y que dure hasta que el paciente fallezca".

Normalmente, la vida del enfermo va a ser más corta que la del dispositivo por las propias condiciones del paciente al que se le implanta. Por tanto, "el dispositivo está diseñado y certificado para que alargue la vida a los pacientes durante diez o doce años, aunque los ingenieros que lo han diseñado dicen que esta cifra podría ser mayor. Pasado ese tiempo, posiblemente habría que reemplazar la parte mecánica del dispositivo, es decir, la zona del motor, de la turbina. En cualquier caso, es algo que valoraríamos en el futuro".
  • No hay pacientes cardiacos en lista de espera para esta intervención, ya que es más frecuente que admitan el trasplante de un órgano vivo
Posibles riesgos
Como todo implante intravascular o cardiaco, tiene sus riesgos: el paciente está expuesto a trombosis e infección, fundamentalmente. Por eso, "tiene que extremar la higiene en la zona del cable de conexión eléctrico que, al estar en el exterior, es la única zona susceptible de infección", ha advertido Pérez de la Sota.
Por tanto, la medicación que recibe el enfermo al que se le hace este implante es la de cualquier paciente cardiópata. Al no tratarse de un trasplante de un órgano vivo no requiere ningún tipo de fármaco inmunosupresor.

Sobre la posibilidad de generalizar esta técnica, el especialista del centro madrileño ha puntualizado que, "actualmente, no hay pacientes en lista de espera para esta intervención, ya que es más frecuente que el enfermo de corazón admita el trasplante de un órgano vivo porque éste sigue siendo, hoy por hoy, la mejor opción".

Sobre el mecanismo

Se trata de un dispositivo de titanio con dos cánulas de poliéster (totalmente biocompatibles) de entrada y salida al corazón y con un motor-bomba eléctrico que impulsa la sangre al interior del órgano. Se coloca en el pecho del paciente, que sólo lleva en el exterior del cuerpo un pequeño cable conectado a una unidad de control. Esta unidad consiste en una batería eléctrica que se enchufa a la red eléctrica, si el paciente está en su domicilio, o en dos baterías recargables con una autonomía aproximada de doce horas que permiten al portador del corazón artificial desplazarse y llevar una vida lo más normal posible. Se calcula que el sistema puede durar entre diez y doce años funcionando con normalidad, y transcurrido ese tiempo habría que sustituir únicamente la parte del motor.
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