CONTRIBUYE A LA DE TOLERANCIA EN EL RECEPTOR
La molécula BTLA, diana en la respuesta inmune postinjerto
La molécula BTLA constituye una posible diana para inhibir la respuesta inmune en órganos trasplantados y de esta forma favorecer la supervivencia postinjerto, según sugiere una investigación realizada por científicos del Ibiomed, en la Universidad de León.
Julia Gutiérrez. Valladolid | 16/09/2011 00:00
Lidia Ortega, Elena González, María Luisa del Río y José Ignacio Rodríguez.
El grupo trabaja para hallar nuevas vías que contribuyan al establecimiento de un estado de tolerancia inmunológica en el paciente trasplantado
- El proyecto está ya en fase avanzada y se lleva a cabo con la colaboración de centros nacionales, como el Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, y de internacionales
El estudio, que en breve publicará la revista Transplantation, de la Sociedad Americana de Trasplante, se basa en la administración de un anticuerpo monoclonal generado en el laboratorio que va dirigido frente a un receptor denominado BTLA expresado en los linfocitos T con el que se consigue atenuar de forma significativa la respuesta inmune del receptor frente al órgano trasplantado, como indica el director del proyecto, el investigador José Ignacio Rodríguez Barbosa.
Los resultados obtenidos a partir de este trabajo "abren la puerta a futuros estudios en los cuales el receptor BTLA podría funcionar como un posible blanco molecular terapéutico para inhibir la respuesta inmune y de esta forma favorecer la supervivencia del órgano trasplantado", señala la investigadora María Luisa del Río.
Otro aspecto de vital importancia para este equipo de investigadores es "la contribución al establecimiento de un estado de tolerancia inmunológica en el paciente trasplantado", la cual definen como "la capacidad de un individuo receptor de un trasplante de reconocer como propio el órgano trasplantado ajeno recibido de otro individuo de la misma especie con el que no se encuentra emparentado", en presencia de dosis de inmunosupresión bajas o en su ausencia.
El grado de identidad (compatibilidad tisular) entre el órgano donante y receptor del trasplante determina en gran medida la supervivencia y el funcionamiento del órgano trasplantado a largo plazo y la cantidad de inmunosupresión que va a necesitar el paciente a lo largo de su vida.
En este sentido, desde el grupo de investigación del Ibiomed apuntan que "cuanto mayor es el grado de compatibilidad entre donante y receptor, mayor es la probabilidad de supervivencia del injerto a largo plazo y menor la cantidad de inmunosupresión que se requiere para el mantenimiento de la función de dicho órgano".
Coordinación de centros
Este proyecto, que ya se encuentra en fase avanzada de desarrollo, está financiado por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León y por el Ministerio de Sanidad a través del Fondo de Investigaciones Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III. Se trata de una investigación interdisciplinar en la que, además de centros nacionales como el Servicio de Hematología de Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, dirigido por José Antonio Pérez Simón, también han colaborado investigadores de las universidades estadounidenses de Harvard y de Nueva York.
La tecnología de los anticuerpos monoclonales que en la década de los setenta desarrollaron el argentino César Milstein y el alemán Georges Köhler en la Universidad de Cambridge, del Reino Unido, ha permitido la creación de innumerables test de diagnóstico rápido de enfermedades, la identificación y purificación de moléculas biológicas de naturaleza proteica, y más recientemente se ha introducido con gran éxito en distintos ámbitos de la terapia humana.
Los anticuerpos monoclonales configuran en la actualidad los medicamentos biológicos con mayor crecimiento e impacto en los tratamientos modernos de las enfermedades y son una fuente de ingresos de muchas compañías de base biotecnológica.
Cinco años
El grupo de Inmunobiología y Trasplante de la Universidad de León lleva cinco años trabajando en una línea de investigación pensada para aprovechar el potencial terapéutico de los anticuerpos monoclonales en la identificación de moléculas que intervienen en el intercambio de información entre células dendríticas y linfocitos T y B, con el objetivo de impulsar nuevas terapias encaminadas a evitar el rechazo de los órganos trasplantados. Otro de los estudios recientes publicados por este grupo abordaba el uso de las células dendríticas inmaduras para reducir la administración de inmunosupresores.
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