Añadir Avastin a pemetrexed retrasa la progresión del cáncer de pulmón no microcítico avanzado
Madrid (5/10/2011) - Redacción
Presentados los primeros datos de eficacia del estudio internacional AVAPERL en el Congreso Europeo Multidisciplinario sobre Cáncer
Hace apenas tres meses, en ASCO 2011, un estudio mostró que añadir bevacizumab (Avastin) a la quimioterapia con pemetrexed era una opción segura para los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico no escamoso en fase avanzada. Ahora ese mismo estudio, una investigación internacional fase III y con participación española denominada AVAPERL, ha alcanzado su objetivo primario mostrando que es una estrategia eficaz a la hora de retrasar la progresión o avance de la enfermedad (supervivencia libre de progresión, SLP). Estos datos de eficacia han sido presentados en el recién celebrado Congreso Europeo Multidisciplinario sobre Cáncer 2011, celebrado entre el 23 y el 27 de septiembre en Estocolmo.
Los pacientes que participaron en el estudio, no tratados previamente, recibieron cuatro ciclos de la terapia biológica bevacizumab más quimioterapia (pemetrexed y cisplatino). A continuación, aquéllos que consiguieron tener la enfermedad bajo control, es decir, sin signos de empeoramiento, fueron aleatorizados a recibir una terapia de mantenimiento basada en bevacizumab más pemetrexed o bien bevacizumab en solitario.
Así, el grupo en el que se añadió Avastin a la quimioterapia logró una media de supervivencia libre de progresión de 10,2 meses, frente a los 6,6 meses obtenidos en el brazo control. En ninguno de los dos brazos se registraron problemas de seguridad que no fueran ya conocidos por ensayos clínicos previos.
Uno de los investigadores españoles participantes, el doctor Javier de Castro, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz de Madrid, señala que el estudio AVAPERL viene a sumarse a otros trabajos previos que ya confirmaron la eficacia y seguridad de bevacizumab como tratamiento estándar en este tipo concreto de carcinoma pulmonar, que es el más común. "Los resultados del estudio europeo SAiL y del americano ARIES realizados en condiciones de práctica clínica diaria, con cerca de 4.000 pacientes, mostraron medianas de supervivencia global de hasta 18 meses, dejando de ese modo claro el beneficio que puede aportar bevacizumab cuando se añade a la quimioterapia convencional", ha dicho.
Ralentizar la progresión
Sin embargo, el objetivo es seguir combinando el antiangiogénico con las distintas quimioterapias y de ese modo dar con la pauta que mantenga al paciente más tiempo con la enfermedad bajo control. De ahí la importancia de probar el uso del fármaco con nuevas quimioterapias que se vayan incorporando al arsenal terapéutico. Hasta la fecha ningún estudio fase III había investigado el potencial de bevacizumab más pemetrexed como terapia de mantenimiento.
Un reciente estudio (PARAMOUNT) con pemetrexed en monoterapia como terapia de mantenimiento mostró una supervivencia libre de progresión de 6,9 meses, frente a los 5,6 meses obtenidos con placebo.
A tenor de los buenos resultados presentados en la capital sueca, el doctor De Castro confía en que, aunque todavía no se tienen los datos de supervivencia global del AVAPERL, todo apunta a que pueden ser esperanzadores. "Si tenemos en cuenta que antes de la llegada de bevacizumab la media de supervivencia de este tipo de pacientes con carcinoma de pulmón avanzado no superaba el año, desde que añadimos bevacizumab a nuestro arsenal terapéutico hemos rebasado la barrera de los doce meses, superado los quince meses y, quién sabe si con las nuevas líneas de investigación de bevacizumab como AVAPERL, nos acercaremos cada vez más a los dos años de supervivencia, un hito impensable hace sólo cinco años".
El valor de una terapia de mantenimiento depende de que su aplicación pueda prolongarse todo lo posible y así demorar al máximo una nueva progresión del cáncer. Para poder utilizar estos fármacos durante un tiempo a priori indefinido, es preciso que causen el menor impacto sobre el bienestar del paciente. Un análisis enfocado a determinar la calidad de vida de los pacientes incluidos en el estudio AVAPERL arroja un balance favorable del uso de bevacizumab y pemetrexed.
Los pacientes que participaron en el estudio, no tratados previamente, recibieron cuatro ciclos de la terapia biológica bevacizumab más quimioterapia (pemetrexed y cisplatino). A continuación, aquéllos que consiguieron tener la enfermedad bajo control, es decir, sin signos de empeoramiento, fueron aleatorizados a recibir una terapia de mantenimiento basada en bevacizumab más pemetrexed o bien bevacizumab en solitario.
Así, el grupo en el que se añadió Avastin a la quimioterapia logró una media de supervivencia libre de progresión de 10,2 meses, frente a los 6,6 meses obtenidos en el brazo control. En ninguno de los dos brazos se registraron problemas de seguridad que no fueran ya conocidos por ensayos clínicos previos.
Uno de los investigadores españoles participantes, el doctor Javier de Castro, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz de Madrid, señala que el estudio AVAPERL viene a sumarse a otros trabajos previos que ya confirmaron la eficacia y seguridad de bevacizumab como tratamiento estándar en este tipo concreto de carcinoma pulmonar, que es el más común. "Los resultados del estudio europeo SAiL y del americano ARIES realizados en condiciones de práctica clínica diaria, con cerca de 4.000 pacientes, mostraron medianas de supervivencia global de hasta 18 meses, dejando de ese modo claro el beneficio que puede aportar bevacizumab cuando se añade a la quimioterapia convencional", ha dicho.
Ralentizar la progresión
Sin embargo, el objetivo es seguir combinando el antiangiogénico con las distintas quimioterapias y de ese modo dar con la pauta que mantenga al paciente más tiempo con la enfermedad bajo control. De ahí la importancia de probar el uso del fármaco con nuevas quimioterapias que se vayan incorporando al arsenal terapéutico. Hasta la fecha ningún estudio fase III había investigado el potencial de bevacizumab más pemetrexed como terapia de mantenimiento.
Un reciente estudio (PARAMOUNT) con pemetrexed en monoterapia como terapia de mantenimiento mostró una supervivencia libre de progresión de 6,9 meses, frente a los 5,6 meses obtenidos con placebo.
A tenor de los buenos resultados presentados en la capital sueca, el doctor De Castro confía en que, aunque todavía no se tienen los datos de supervivencia global del AVAPERL, todo apunta a que pueden ser esperanzadores. "Si tenemos en cuenta que antes de la llegada de bevacizumab la media de supervivencia de este tipo de pacientes con carcinoma de pulmón avanzado no superaba el año, desde que añadimos bevacizumab a nuestro arsenal terapéutico hemos rebasado la barrera de los doce meses, superado los quince meses y, quién sabe si con las nuevas líneas de investigación de bevacizumab como AVAPERL, nos acercaremos cada vez más a los dos años de supervivencia, un hito impensable hace sólo cinco años".
El valor de una terapia de mantenimiento depende de que su aplicación pueda prolongarse todo lo posible y así demorar al máximo una nueva progresión del cáncer. Para poder utilizar estos fármacos durante un tiempo a priori indefinido, es preciso que causen el menor impacto sobre el bienestar del paciente. Un análisis enfocado a determinar la calidad de vida de los pacientes incluidos en el estudio AVAPERL arroja un balance favorable del uso de bevacizumab y pemetrexed.
No hay comentarios:
Publicar un comentario