Expertos advierten que el 20 por ciento de los cánceres son atribuibles a la obesidad
Barcelona (2224/11/2011) - Redacción
Concretamente, tal y como se ha concluido en el primer simposio del X Congreso de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en el cáncer colorrectal, cada kilo de más aumenta en un 3 por ciento el riesgo de tumor.
La alimentación, el ejercicio y los genes son factores directamente implicados en la obesidad y su interrelación, junto con la influencia específica que cada uno de ellos tiene en esta enfermedad, son aspectos que diversos expertos han abordado durante el primer simposio del X Congreso de la SEEDO, "¿Nuestros genes son nuestro destino?", celebrado en Barcelona, en el que también se ha hablado de la evidencia de que la obesidad incide en el riesgo de padecer cáncer.
Concretamente, según el último informe de la World Cancer Foundation (2007), la obesidad aumenta el riesgo de diversos tipos de tumores, no sólo relacionados con el aparato digestivo -esófago, colorrectal o páncreas- sino también en los de origen hormonal, como el cáncer de mama o de endometrio.
En este sentido, "evitar, o al menos reducir la obesidad y el sobrepeso, es una de las estrategias más efectivas para reducir el cáncer, además de no fumar. Si prevenimos la obesidad prevenimos el cáncer", ha afirmado el Dr. Carlos A. González, jefe de la unidad de Nutrición, Ambiente y Cáncer del Instituto Catalán de Oncología (ICO).
Entre los datos más destacados que el Dr. González ha facilitado es que en el caso del cáncer colorrectal cada kilo de más supone un aumento del 3 por ciento en el riesgo de desarrollar un cáncer de este tipo. Además, según diversos estudios, la proporción del cáncer debido a la obesidad "es de entre el 15 por ciento y el 30 por ciento en los tumores colorectales, del 45 por ciento en los de endometrio, del 43 por ciento en el adenocarcinoma de esófago, del 20 por ciento en el cáncer de páncreas, de un 20 por ciento en el de mama en mujeres postmenopáusicas y de casi un 30 por ciento en los tumores de la vesícula biliar".
Asimismo, el Dr. González ha reclamado una actuación más efectiva frente a la epidemia de obesidad, que no sólo ha aumentado en la población adulta, sino también en los niños. "Se debería asumir una actuación mucho más decidida por parte de la Administración", a lo que ha añadido que "igual que se han logrado resultados muy positivos después de insistir durante los últimos años sobre el riesgo del tabaco en relación al cáncer, donde finalmente se ha hecho eco la prensa y se ha asumido por parte de la sociedad y de los políticos, tomando finalmente medidas de restricción".
La dieta como factor determinante en la obesidad
La genética no tiene la última palabra en la obesidad, de hecho, tal y como han advertido los expertos, la causa hay que hallarla en la interacción de los genes con diversos factores ambientales, como la alimentación, el ejercicio y los estilos de vida. La genética proporciona la capacidad de ser obesos, pero estos factores ambientales determinan cuándo aparece y su magnitud. "De ellos, el más importante y determinantes es la dieta", según la Dra. Dolores Corella, catedrática del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia.
Hasta la fecha se han identificado más de 300 genes de los 30.000 que tiene el genoma humano relacionados con la obesidad. De este modo, no hay un solo gen que sea responsable de todos los kilos de más. "Lo que ocurre es que hay mutaciones en varios genes y cada uno de ellos contribuye a la ganancia extra de 1 ó 2 kilos en personas con estas mutaciones".
Durante el simposio, también se ha tratado el tema del ejercicio físico, en el cual se está investigando hasta qué punto y de qué modo la fisiología puede determinar la respuesta al ejercicio de una persona a otra en base a parámetros metabólicos y cardiorrespiratorios, y de la cultura alimentaria, advirtiendo el Dr. Jesús Contreras, director del Observatorio de la Alimentación de la Universidad de Barcelona, de la importancia de los avances en el estudio de la genética que se han producido en los últimos años, lo que está dando lugar a una genetización de la cultura y a una medicalización de la alimentación.
Concretamente, según el último informe de la World Cancer Foundation (2007), la obesidad aumenta el riesgo de diversos tipos de tumores, no sólo relacionados con el aparato digestivo -esófago, colorrectal o páncreas- sino también en los de origen hormonal, como el cáncer de mama o de endometrio.
En este sentido, "evitar, o al menos reducir la obesidad y el sobrepeso, es una de las estrategias más efectivas para reducir el cáncer, además de no fumar. Si prevenimos la obesidad prevenimos el cáncer", ha afirmado el Dr. Carlos A. González, jefe de la unidad de Nutrición, Ambiente y Cáncer del Instituto Catalán de Oncología (ICO).
Entre los datos más destacados que el Dr. González ha facilitado es que en el caso del cáncer colorrectal cada kilo de más supone un aumento del 3 por ciento en el riesgo de desarrollar un cáncer de este tipo. Además, según diversos estudios, la proporción del cáncer debido a la obesidad "es de entre el 15 por ciento y el 30 por ciento en los tumores colorectales, del 45 por ciento en los de endometrio, del 43 por ciento en el adenocarcinoma de esófago, del 20 por ciento en el cáncer de páncreas, de un 20 por ciento en el de mama en mujeres postmenopáusicas y de casi un 30 por ciento en los tumores de la vesícula biliar".
Asimismo, el Dr. González ha reclamado una actuación más efectiva frente a la epidemia de obesidad, que no sólo ha aumentado en la población adulta, sino también en los niños. "Se debería asumir una actuación mucho más decidida por parte de la Administración", a lo que ha añadido que "igual que se han logrado resultados muy positivos después de insistir durante los últimos años sobre el riesgo del tabaco en relación al cáncer, donde finalmente se ha hecho eco la prensa y se ha asumido por parte de la sociedad y de los políticos, tomando finalmente medidas de restricción".
La dieta como factor determinante en la obesidad
La genética no tiene la última palabra en la obesidad, de hecho, tal y como han advertido los expertos, la causa hay que hallarla en la interacción de los genes con diversos factores ambientales, como la alimentación, el ejercicio y los estilos de vida. La genética proporciona la capacidad de ser obesos, pero estos factores ambientales determinan cuándo aparece y su magnitud. "De ellos, el más importante y determinantes es la dieta", según la Dra. Dolores Corella, catedrática del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia.
Hasta la fecha se han identificado más de 300 genes de los 30.000 que tiene el genoma humano relacionados con la obesidad. De este modo, no hay un solo gen que sea responsable de todos los kilos de más. "Lo que ocurre es que hay mutaciones en varios genes y cada uno de ellos contribuye a la ganancia extra de 1 ó 2 kilos en personas con estas mutaciones".
Durante el simposio, también se ha tratado el tema del ejercicio físico, en el cual se está investigando hasta qué punto y de qué modo la fisiología puede determinar la respuesta al ejercicio de una persona a otra en base a parámetros metabólicos y cardiorrespiratorios, y de la cultura alimentaria, advirtiendo el Dr. Jesús Contreras, director del Observatorio de la Alimentación de la Universidad de Barcelona, de la importancia de los avances en el estudio de la genética que se han producido en los últimos años, lo que está dando lugar a una genetización de la cultura y a una medicalización de la alimentación.
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