El síndrome de apnea del sueño triplica el riesgo de cardiopatía en mujeres y lo aumenta entre 4 y 5 veces en hombres
Madrid (27/06/2012) - Redacción
La Fundación Española del Corazón destaca los resultados de diversos estudios que los relacionan
La Fundación Española del Corazón (FEC) quiere destacar los resultados de diversos estudios que relacionan el síndrome de apneas-hipopneas del sueño, conocido comúnmente como "apnea del sueño" o SAHS, con un mayor riesgo cardiovascular. Concretamente, se ha conocido que las mujeres que padecen esté síndrome tienen un riesgo 3,5 veces más elevado de padecer una enfermedad del corazón, mientras que el riesgo entre los hombres es entre cuatro y cinco veces superior.
El SAHS es una enfermedad respiratoria crónica frecuente, que afecta a entre 1.200.000 y 2.150.000 de personas, en nuestro país. Aunque es un trastorno muy común, más del 80 por ciento de las personas no están diagnosticadas. La enfermedad se diagnostica mediante un estudio de sueño, a partir del recuento del número de paradas respiratorias completas (apneas) o parciales (hipopneas) por hora de estudio. Cuando son más de cinco apneas e hipopneas por hora se habla de una forma leve de enfermedad y cuando son más de 30 por hora, se trata de un grado más severo.
"Son varios los estudios que asocian el síndrome de apneas del sueño con un aumento del riesgo cardiovascular", indica el Dr. Adrián Revello, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe (Sevilla). Según señala el doctor, "se ha demostrado una clara relación entre el SAHS y la progresión de la hipertensión arterial sistémica, así como un aumento del riesgo de padecer otras enfermedades cardiovasculares importantes, como la cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares o las arritmias, fundamentalmente la fibrilación auricular."
El síndrome de apneas del sueño aumenta el riesgo cardiovascular debido a que, al dejar de respirar durante el sueño, baja el nivel de oxígeno en la sangre, lo cual produce una situación de estrés cardiovascular que afecta a todo el organismo. Según nos indica el Dr. Revello, "al obstruirse la vía aérea superior y producirse la parada respiratoria, cae el nivel de oxígeno en la sangre de las arterias. Esto, entre otras muchas cosas perjudiciales, genera una descarga de hormonas del estrés, las cuales provocan picos de hipertensión y taquicardia que llevan a una situación de estrés cardiovascular durante el sueño. Si esto se produce repetidamente durante mucho tiempo puede tener repercusiones clínicas, como desarrollo de hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares, cardiopatía isquémica o arritmias".
El SAHS es una enfermedad respiratoria crónica frecuente, que afecta a entre 1.200.000 y 2.150.000 de personas, en nuestro país. Aunque es un trastorno muy común, más del 80 por ciento de las personas no están diagnosticadas. La enfermedad se diagnostica mediante un estudio de sueño, a partir del recuento del número de paradas respiratorias completas (apneas) o parciales (hipopneas) por hora de estudio. Cuando son más de cinco apneas e hipopneas por hora se habla de una forma leve de enfermedad y cuando son más de 30 por hora, se trata de un grado más severo.
"Son varios los estudios que asocian el síndrome de apneas del sueño con un aumento del riesgo cardiovascular", indica el Dr. Adrián Revello, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe (Sevilla). Según señala el doctor, "se ha demostrado una clara relación entre el SAHS y la progresión de la hipertensión arterial sistémica, así como un aumento del riesgo de padecer otras enfermedades cardiovasculares importantes, como la cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares o las arritmias, fundamentalmente la fibrilación auricular."
El síndrome de apneas del sueño aumenta el riesgo cardiovascular debido a que, al dejar de respirar durante el sueño, baja el nivel de oxígeno en la sangre, lo cual produce una situación de estrés cardiovascular que afecta a todo el organismo. Según nos indica el Dr. Revello, "al obstruirse la vía aérea superior y producirse la parada respiratoria, cae el nivel de oxígeno en la sangre de las arterias. Esto, entre otras muchas cosas perjudiciales, genera una descarga de hormonas del estrés, las cuales provocan picos de hipertensión y taquicardia que llevan a una situación de estrés cardiovascular durante el sueño. Si esto se produce repetidamente durante mucho tiempo puede tener repercusiones clínicas, como desarrollo de hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares, cardiopatía isquémica o arritmias".
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