Los pacientes con uveítis sufren un importante retraso en el diagnóstico
Madrid (26/06/2012) - Redacción
• Afecta generalmente a jóvenes de 22 a 44 años, pudiendo provenir de infecciones, enfermedades autoinmunes, patologías oculares, cirugías, etc
• Se debe combinar la experiencia del oftalmólogo y del reumatólogo para la realización del diagnóstico
• La Sociedad Española de Reumatología ha celebrado en Madrid el Curso de Uveítis Básico 2012
A juicio de la experta, "es muy importante la orientación diagnóstica desde el principio para evitar la demora en el comienzo del tratamiento y las posibles complicaciones". Para que este proceso sea lo más eficaz posible, se debe combinar la experiencia del oftalmólogo y del reumatólogo que conjuntamente realizan la presunción diagnóstica y evitan así gran número de pruebas innecesarias.
"En la práctica este problema tiene dos vertientes distintas aunque complementarias. Por un lado, el paciente con patología sistémica conocida que presenta o puede presentar un problema ocular; y por otro, el paciente con enfermedad oftalmológica en el que se pretende establecer el diagnóstico, y en su caso el tratamiento, de un proceso sistémico", ha explicado la Dra. Pato.
En cuanto a la incidencia, la doctora ha recalcado que "aunque se puede padecer a cualquier edad, es más propia de jóvenes de 22 a 44 años". Y en lo referente a las causas, la etiología de la uveítis es muy amplia, pudiendo provenir de infecciones, enfermedades autoinmunes, patologías propiamente oculares, cirugías etcétera. Y se clasifica, según la localización anatómica, en uveítis anteriores, intermedias, posteriores o panuveítis.
La doctora ha explicado también las manifestaciones clínicas que presenta la uveítis a nivel ocular. "La uveítis anterior –ha señalado- suele cursar con dolor, enrojecimiento ocular y fotofobia de aparición más o menos brusca; pocas veces existe disminución de la agudeza visual y, si aparece, suele ser leve. Sin embargo, en la uveítis posterior existe disminución de la agudeza visual, visión de 'moscas volantes' y ocasionalmente fotofobia; por el contrario, no suele existir dolor ni enrojecimiento ocular".
El pronóstico de la uveítis depende de la región anatómica afectada. Las uveítis anteriores crónicas o recidivantes tienen buen pronóstico; mientras que las posteriores, intermedias y panuveítis varían según la gravedad de la inflamación y el tipo de enfermedad que produzca la uveítis. Este tipo puede acabar en ceguera si no se trata adecuadamente y se controla desde el inicio.
En este sentido, se trata de la tercera causa de ceguera en países desarrollados en pacientes en edad laboral y el 10 por ciento de pérdidas visuales totales se debe a uveítis, según la Sociedad Española de Reumatología.
A la hora de tratar la enfermedad, la doctora Esperanza Pato ha señalado que "en las uveítis anteriores el tratamiento con colirios oculares tópicos suele ser suficiente; sin embargo, en las uveítis intermedias y posteriores se puede necesitar tratamiento con corticoides sistémicos y a veces con inmunosupresores.
También se utilizan con frecuencia inyecciones intraoculares con corticoides que se realizan de forma ambulatoria". En la actualidad, los mayores avances se están realizando en los implantes intraoculares y en nuevos tratamientos -tanto tópicos, como sistémicos- con nuevos fármacos biológicos y otros inmunosupresores.
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