ESTÁ SIENDO CADA VEZ MÁS IMPRESCINDIBLE
Más posibilidades en imagen molecular cardiovascular
En la clínica, la Medicina Nuclear está aportando sobre todo por su elevada sensibilidad en la detección de los procesos biológicos, que ocurren a concentraciones nanomoleculares, aunque a menudo la limitada resolución espacial requiere colocalizar la señal detectada con resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC).
D.R.C. | 22/06/2012 00:00
Durante el XXXII congreso de la SEMNim, Albert Flotats, profesor asociado de Medicina Nuclear en la Universidad Autónoma de Barcelona y consultor del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, se ha centrado en las aplicaciones de la imagen molecular en patología cardiovascular: "Se están realizando estudios del metabolismo miocárdico de ácidos grasos (123I-Bmipp) y glucosa (18F-fluorodesoxiglucosa o FDG), que permiten obtener una imagen directa de la adaptación del metabolismo celular a distintas situaciones".
También ha hablado de la posibilidad de realizar estudios de la inervación miocárdica. Existen trazadores que "permiten visualizarla in vivo de forma incruenta, como la metayodobencilguanidina marcada con yodo 123 (123I-MIBG), útiles sobre todo en pacientes con insuficiencia cardiaca".
"La Medicina Nuclear puede examinar la muerte celular de los miocardiocitos. Recientemente se han hecho estudios de apoptosis trabajando con anexina-V".
A nivel de la placa ateromatosa coronaria se puede aplicar lo mismo que en el miocardio: "Es posible estudiar placas inestables con riesgo de rotura, evaluando su grado de inflamación macrofágica, que se correlaciona con el metabolismo glucídico y la captación de 18F-FDG. Además, también se puede estudiar el grado de apoptosis de las células inflamatorias de la placa vulnerable o el grado de destrucción del colágeno, que está aumentado en las más vulnerables a la rotura".
Por otro lado, como muchas placas ateromatosas se calcifican, el uso de fluoruro de sodio marcado con flúor 18 "podría favorecer la visualización de la calcificación activa en una fase distinta a la inflamatoria macrofágica". Esta rama de la imagen diagnóstica también puede servir para determinar el funcionamiento o fracaso de las terapias con células madre.
Limitaciones
Flotats no ha querido olvidar los factores limitantes de este tipo de imagen: "En la placa de ateroma está determinada por la relativamente baja resolución espacial de la tomografía por emisión de positrones (PET) en unos vasos como las coronarias, pequeños y que además se mueven". En las placas coronarias existe el problema sobreañadido de que "el miocardio que las envuelve también consume glucosa, por lo que es difícil distinguir la captación de la placa de la miocárdica. Sin embargo, se pueden llevar a cabo manipulaciones dietéticas que eviten en lo posible este obstáculo". Flotats cree que la fusión de la imagen funcional y la anatómica obtenida con la PET-TC puede ayudar a solventar el problema.
También ha hablado de la posibilidad de realizar estudios de la inervación miocárdica. Existen trazadores que "permiten visualizarla in vivo de forma incruenta, como la metayodobencilguanidina marcada con yodo 123 (123I-MIBG), útiles sobre todo en pacientes con insuficiencia cardiaca".
"La Medicina Nuclear puede examinar la muerte celular de los miocardiocitos. Recientemente se han hecho estudios de apoptosis trabajando con anexina-V".
A nivel de la placa ateromatosa coronaria se puede aplicar lo mismo que en el miocardio: "Es posible estudiar placas inestables con riesgo de rotura, evaluando su grado de inflamación macrofágica, que se correlaciona con el metabolismo glucídico y la captación de 18F-FDG. Además, también se puede estudiar el grado de apoptosis de las células inflamatorias de la placa vulnerable o el grado de destrucción del colágeno, que está aumentado en las más vulnerables a la rotura".
Por otro lado, como muchas placas ateromatosas se calcifican, el uso de fluoruro de sodio marcado con flúor 18 "podría favorecer la visualización de la calcificación activa en una fase distinta a la inflamatoria macrofágica". Esta rama de la imagen diagnóstica también puede servir para determinar el funcionamiento o fracaso de las terapias con células madre.
Limitaciones
Flotats no ha querido olvidar los factores limitantes de este tipo de imagen: "En la placa de ateroma está determinada por la relativamente baja resolución espacial de la tomografía por emisión de positrones (PET) en unos vasos como las coronarias, pequeños y que además se mueven". En las placas coronarias existe el problema sobreañadido de que "el miocardio que las envuelve también consume glucosa, por lo que es difícil distinguir la captación de la placa de la miocárdica. Sin embargo, se pueden llevar a cabo manipulaciones dietéticas que eviten en lo posible este obstáculo". Flotats cree que la fusión de la imagen funcional y la anatómica obtenida con la PET-TC puede ayudar a solventar el problema.
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