posible tratamiento
El bloqueo de las enzimas digestivas revierte el choque
La estrategia incrementó de forma significativa la supervivencia en ratas. Ya se ha iniciado un ensayo piloto en fase II en pacientes críticos.
Redacción | dmredaccion@diariomedico.com | 28/01/2013 00:00
El bloqueo de las enzimas digestivas pancreáticas en el intestino incrementa la supervivencia tras el choque, según un estudio en un modelo animal que se publica en el último número de Science Translational Medicine. Se trata de un posible tratamiento que podría permitir combatir tanto el choque como la sepsis y el fallo multiorgánico.
Tal y como señalan los autores de la investigación, de la Universidad de California, cada vez existen más evidencias de la implicación del intestino en el fallo orgánico en el choque, pero aún se desconocen los detalles de esta conexión en los diferentes tipos de choque.
En el caso del choque séptico, algunos investigadores creen que las bacterias del intestino y sus toxinas serían las responsables del fallo orgánico. Sin embargo, los ensayos clínicos centrados en combatir las bacterias para reducir la mortalidad por este motivo no han mostrado resultados satisfactorios.
Los autores del trabajo que se acaba de publicar proponen un enfoque alternativo, centrado en el papel que desempeñan las enzimas digestivas pancreáticas. Según las evidencias que han obtenido, estas enzimas se filtran en la pared del intestino y generan inflamación sistémica.
Inhibidores
En condiciones normales, las enzimas digestivas quedan confinadas en el intestino delgado por la barrera mucosa. Pero cuando esa barrera se altera -por diversas razones, como una hemorragia masiva o la degradación por toxinas bacterianas- las enzimas digestivas se filtran en la pared intestinal y comienzan a digerirla.
Los científicos creen que, una vez atravesada la barrera mucosa, estas enzimas degradan de forma indiscriminada otros órganos.
Geert Schmid-Schönbein y su equipo decidieron poner a prueba sus observaciones e hipótesis en un modelo experimental. Comprobaron en ratas que la administración de inhibidores de las enzimas en el intestino delgado una hora después del inicio de diferentes tipos de choques (hemorrágico, séptico y endotóxico) daba un vuelco al pronóstico de los animales, reducía el daño cardiaco y pulmonar e incrementaba la supervivencia a largo plazo de un 16 a un 86 por ciento.
Ya se ha iniciado un ensayo piloto en fase II para probar un inhibidor enzimático en pacientes en estado crítico.
(Sci Transl Med 2013; 5: 169ra11).
Tal y como señalan los autores de la investigación, de la Universidad de California, cada vez existen más evidencias de la implicación del intestino en el fallo orgánico en el choque, pero aún se desconocen los detalles de esta conexión en los diferentes tipos de choque.
En el caso del choque séptico, algunos investigadores creen que las bacterias del intestino y sus toxinas serían las responsables del fallo orgánico. Sin embargo, los ensayos clínicos centrados en combatir las bacterias para reducir la mortalidad por este motivo no han mostrado resultados satisfactorios.
Los autores del trabajo que se acaba de publicar proponen un enfoque alternativo, centrado en el papel que desempeñan las enzimas digestivas pancreáticas. Según las evidencias que han obtenido, estas enzimas se filtran en la pared del intestino y generan inflamación sistémica.
Inhibidores
En condiciones normales, las enzimas digestivas quedan confinadas en el intestino delgado por la barrera mucosa. Pero cuando esa barrera se altera -por diversas razones, como una hemorragia masiva o la degradación por toxinas bacterianas- las enzimas digestivas se filtran en la pared intestinal y comienzan a digerirla.
Los científicos creen que, una vez atravesada la barrera mucosa, estas enzimas degradan de forma indiscriminada otros órganos.
Geert Schmid-Schönbein y su equipo decidieron poner a prueba sus observaciones e hipótesis en un modelo experimental. Comprobaron en ratas que la administración de inhibidores de las enzimas en el intestino delgado una hora después del inicio de diferentes tipos de choques (hemorrágico, séptico y endotóxico) daba un vuelco al pronóstico de los animales, reducía el daño cardiaco y pulmonar e incrementaba la supervivencia a largo plazo de un 16 a un 86 por ciento.
Ya se ha iniciado un ensayo piloto en fase II para probar un inhibidor enzimático en pacientes en estado crítico.
(Sci Transl Med 2013; 5: 169ra11).
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