Limitar los niveles de ácidos grasos en el embarazo puede influir en la grasa corporal del niño
24/01/2013 - E.P.
Aunque la obesidad es un problema creciente en Estados Unidos se han realizado muy pocos estudios acerca de la madre y sus niveles de ácidos grasos durante el embarazo
Un estudio realizado por la Universidad de Southampton (Reino Unido), demuestra que las mujeres embarazadas que presentan niveles altos de ácidos grasos poliinsaturados n-6 tienen niños con más peso.
Para llegar a estas conclusiones, publicadas en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, el equipo de investigación de este centro universitario británico ha evaluado la grasa y la masa muscular de 293 niños y niñas de entre cuatro y seis años. Los datos se han comparado con los recogidos de sus propias madres en el momento en el que estaban embarazadas de sus hijos.
Tras ello, se ha constatado que los niños que nacieron de madres con mayores niveles de n-6 "tienen mayor masa grasa" que los que nacieron de madres con índices más bajos de estos ácidos grasos poliinsaturados". Así lo explican los directores de este trabajo y miembros de la Universidad de Southampton, los doctores Nicholas Harvey y Rebecca Luna.
Los resultados obtenidos sugieren que las alteraciones en la dieta materna durante el embarazo para reducir la ingesta de ácidos n-6 "podría tener un efecto beneficioso para la composición corporal del niño en desarrollo".
Por otra parte, y aunque con menor evidencia, los expertos también aseguran que la mayor presencia de ácidos grasos omega 3 en la madre durante su gestación, podría repercutir en niños con menos grasa y con un mejor sistema óseo y muscular. Por ello sería beneficiosa una estrategia de suplementación durante el embarazo, concluyen.
Para llegar a estas conclusiones, publicadas en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, el equipo de investigación de este centro universitario británico ha evaluado la grasa y la masa muscular de 293 niños y niñas de entre cuatro y seis años. Los datos se han comparado con los recogidos de sus propias madres en el momento en el que estaban embarazadas de sus hijos.
Tras ello, se ha constatado que los niños que nacieron de madres con mayores niveles de n-6 "tienen mayor masa grasa" que los que nacieron de madres con índices más bajos de estos ácidos grasos poliinsaturados". Así lo explican los directores de este trabajo y miembros de la Universidad de Southampton, los doctores Nicholas Harvey y Rebecca Luna.
Los resultados obtenidos sugieren que las alteraciones en la dieta materna durante el embarazo para reducir la ingesta de ácidos n-6 "podría tener un efecto beneficioso para la composición corporal del niño en desarrollo".
Por otra parte, y aunque con menor evidencia, los expertos también aseguran que la mayor presencia de ácidos grasos omega 3 en la madre durante su gestación, podría repercutir en niños con menos grasa y con un mejor sistema óseo y muscular. Por ello sería beneficiosa una estrategia de suplementación durante el embarazo, concluyen.
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