NUTRICIÓN | Genética
Se buscan voluntarios para comer mejor
Varios comensales ante un bufé libre.| EM
¿Le gustaría seguir la mejor dieta en función de sus características individuales? ¿Sabe si hay algún alimento que le beneficie especialmente a sus genes? Un proyecto europeo pretende dar respuesta a alguna de las cuestiones que plantea una nueva e incipiente disciplina científica, la nutrigenómica.
Más de 1.200 voluntarios de ocho países comunitarios, 240 de ellos españoles, participarán durante el próximo año y medio en el proyecto 'Food4me', financiado con 13 millones de euros por el séptimo programa marco de la Unión Europea (UE).
"El objetivo es captar cómo recibe el ciudadano la información nutricional basada en criterios genéticos", explica a ELMUNDO.es el doctor Alfredo Martínez, catedrático de Nutrición y responsable del proyecto en nuestro país desde la Universidad de Navarra.
Los participantes, como añade otro de los investigadores en el proyecto, Santiago Navas-Carretero, serán divididos en varios grupos al azar: un grupo control recibirá una información con pautas generales sobre nutrición, mientras que otros lo harán con información bioquímica (glucosa, colesterol...) o bien genética. En este terreno se analizarán cinco mutaciones relacionadas con la adipogénesis (el papel de las grasas), el apetito o la absorción de nutrientes específicos, como los omega 3 o ciertas vitaminas.
"El objetivo es definir las mejores prácticas de nutrición personalizada", señala Navas, "aunque el informe final no les dará a los participantes una dieta concreta, sino una serie de objetivos nutricionales en función de la información recabada".
Como señala por su parte el doctor José María Ordovás, asesor externo del proyecto, el ensayo está diseñado sobre todo para entender las reacciones de los sujetos ante los consejos genéticos. "¿Van a seguir las recomendaciones si se les da a entender que son personalizadas?", aclara. "Obviamente, una de las razones por las que las dietas (razonables y sensatas) no funcionan es por la falta de adherencia a las mismas; otra de las razones es que cada uno de nosotros necesitamos versiones diferentes y de ahí la nutrigenómica".
Por eso, subraya, el estudio está diseñado sobre todo para investigar las reacciones y el comportamiento del público "ante estas nuevas tecnologías, a su potencial aceptación y a su seguimiento, más que a descubrir nuevos marcadores de respuesta a la dieta", para lo que se necesitaría otro tipo de ensayo.
En cualquier caso, añaden, se trata siempre de mensajes de refuerzo positivos, que pretenden complementar a la información nutricional, nunca interferir con posibles diagnósticos. Porque, de hecho, admite Navas, hoy por hoy no se puede desaconsejar ningún alimento concreto en función de los genes; "aunque sí hay alimentos que pueden ser más beneficiosos que otros".
Si usted desea participar, sólo tiene que rellenar el cuestionario de la página web y esperar a recibir en su casa todo el material de toma de muestras. "Tenemos mucha información que analizar, por lo que el ritmo de entrada en el proyecto es de unas 10 personas a la semana", aclaran; "es posible que un voluntario que se inscriba ahora no reciba una respuesta hasta abril".
Los participantes deberán repetir la toma de muestras a los tres y seis meses de comenzar en 'Food4me' y serán asignados aleatoriamente a uno de los grupos. Al final del proyecto, todos ellos, independientemente del subgrupo en el que hayan estado incluidos, tendrán acceso a todos sus datos personales y a un informe completo.
Más de 1.200 voluntarios de ocho países comunitarios, 240 de ellos españoles, participarán durante el próximo año y medio en el proyecto 'Food4me', financiado con 13 millones de euros por el séptimo programa marco de la Unión Europea (UE).
"El objetivo es captar cómo recibe el ciudadano la información nutricional basada en criterios genéticos", explica a ELMUNDO.es el doctor Alfredo Martínez, catedrático de Nutrición y responsable del proyecto en nuestro país desde la Universidad de Navarra.
Grados de información
Todos los voluntarios que se animen a participar a través de la página web del proyecto, recibirán en su casa todo el material necesario para tomarse una pequeña muestra de sangre (con un pinchazo en el dedo) y un bastoncillo para obtener algunas células del interior de la boca.Logotipo del proyecto
Los participantes, como añade otro de los investigadores en el proyecto, Santiago Navas-Carretero, serán divididos en varios grupos al azar: un grupo control recibirá una información con pautas generales sobre nutrición, mientras que otros lo harán con información bioquímica (glucosa, colesterol...) o bien genética. En este terreno se analizarán cinco mutaciones relacionadas con la adipogénesis (el papel de las grasas), el apetito o la absorción de nutrientes específicos, como los omega 3 o ciertas vitaminas.
"El objetivo es definir las mejores prácticas de nutrición personalizada", señala Navas, "aunque el informe final no les dará a los participantes una dieta concreta, sino una serie de objetivos nutricionales en función de la información recabada".
Como señala por su parte el doctor José María Ordovás, asesor externo del proyecto, el ensayo está diseñado sobre todo para entender las reacciones de los sujetos ante los consejos genéticos. "¿Van a seguir las recomendaciones si se les da a entender que son personalizadas?", aclara. "Obviamente, una de las razones por las que las dietas (razonables y sensatas) no funcionan es por la falta de adherencia a las mismas; otra de las razones es que cada uno de nosotros necesitamos versiones diferentes y de ahí la nutrigenómica".
Por eso, subraya, el estudio está diseñado sobre todo para investigar las reacciones y el comportamiento del público "ante estas nuevas tecnologías, a su potencial aceptación y a su seguimiento, más que a descubrir nuevos marcadores de respuesta a la dieta", para lo que se necesitaría otro tipo de ensayo.
Consejos que no reemplazan al especialista
Aunque la nutrigenómica es una ciencia reciente, con investigaciones todavía en curso sobre el papel que pueden jugar los genes de cada individuo en su alimentación, los investigadores confían en poder lanzar mensajes positivos: "Come usted más de lo recomendable en función de su edad, actividad física, antecedentes familiares... Debería usted reducir la ingesta de grasas saturadas...", señalan como ejemplos.En cualquier caso, añaden, se trata siempre de mensajes de refuerzo positivos, que pretenden complementar a la información nutricional, nunca interferir con posibles diagnósticos. Porque, de hecho, admite Navas, hoy por hoy no se puede desaconsejar ningún alimento concreto en función de los genes; "aunque sí hay alimentos que pueden ser más beneficiosos que otros".
Si usted desea participar, sólo tiene que rellenar el cuestionario de la página web y esperar a recibir en su casa todo el material de toma de muestras. "Tenemos mucha información que analizar, por lo que el ritmo de entrada en el proyecto es de unas 10 personas a la semana", aclaran; "es posible que un voluntario que se inscriba ahora no reciba una respuesta hasta abril".
Los participantes deberán repetir la toma de muestras a los tres y seis meses de comenzar en 'Food4me' y serán asignados aleatoriamente a uno de los grupos. Al final del proyecto, todos ellos, independientemente del subgrupo en el que hayan estado incluidos, tendrán acceso a todos sus datos personales y a un informe completo.
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