Forjar una mentalidad abierta a la donación de órganos

El Hospital Universitario de La Coruña organiza las actividades dirigidas a los estudiantes gallegos con edades comprendidas entre los 14 y 18 años.

María R. Lagoa | Vigo | 14/03/2013 00:00

Antón Fernandez, coordinador de trasplantes y encargado de las charlas. (DM)

La negativa familiar constituye uno de los obstáculos que hay que salvar en un acto tan trascendental como el trasplante de un órgano, que además debe hacerse en el menor tiempo posible desde la muerte de un posible donante. En ocasiones, no es sencillo digerir la paradoja de que esa muerte pueda servir para dar vida a otra persona. Para lograrlo, resulta clave trabajar desde la raíz, fomentar desde abajo la cultura de la donación y forjar así una mentalidad social abierta al gesto altruista.

Ésta es la idea de los responsables de la Unidad de Coordinación de Trasplantes del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac) y al mismo tiempo la meta que persiguen con el programa formativo que han impulsado, en colaboración con la Fundación María José Jove, y que fija su atención en los más jóvenes, a los que quieren convertir en los mejores mensajeros y valedores del futuro. "La donación es una decisión que se toma en familia y en el futuro serán ellos quienes tendrán que dar el sí", explica el coordinador de trasplantes del centro, Antón Fernández.

En concreto, los destinatarios de las 40 charlas son alumnos de segundo ciclo de enseñanza secundaria, bachillerato y ciclos formativos de formación profesional, con edades comprendidas entre 14 y 18 años. Las jornadas tienen un doble objetivo al difundir la donación y el trasplante y crear en ellos una inclinación favorable porque tienen la edad en que el individuo comienza a tener criterio.

Es una iniciativa con la que los responsables de trasplantes intentan reducir las negativas familiares, dado que Galicia es tradicionalmente una de las comunidades autónomas con peores números en este registro. En los últimos años se produjeron entre un 25 y un 30 por ciento de negativas, muy por encima de la media nacional del 15 por ciento.

Las charlas son conducidas por el coordinador de Trasplantes del Chuac o la coordinadora de enfermería de la Unidad, Tina Fernández, acompañados de un paciente de 65 años que lleva trece años trasplantado de hígado y páncreas, quien hace hincapié en cómo el trasplante ha cambiado su vida . A juicio de Fernández, las negativas a la donación hay que buscarlas en el acervo cultural: "hay una cultura de la muerte que profesa un gran respeto al fallecido y al cuerpo del fallecido".

Difundir el proceso
Durante las jornadas, se da a conocer cuál es la historia del trasplante de órganos, evocando los hitos del proceso y explicando a los jóvenes quiénes pueden convertirse en donantes. Por otra parte, los responsables de la Unidad del Chuac explican qué órganos se pueden trasplantar, el procedimiento para su extracción y la elección de los receptores. "Insistimos mucho en que todo esto funciona porque hay gente que dona. Recalcamos que, por más hospitales y médicos que haya, no hay trasplantes si no se donan órganos", recalca Fernández.

El mensaje que se transmite despierta la curiosidad de los asistentes. Curiosamente, inquieren más a los sanitarios que al paciente. Una duda peculiar que les consultan es "si el cerebro se puede trasplantar", ejemplifica Fernández.

Todo el hospital ha de involucrarse en los procesos de la donación y el trasplante

Paralelamente a las conferencias y coloquios en los centros educativos, los miembros de la Unidad de Trasplantes del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac) continúan organizando cursos dirigidos al personal de enfermería, que tienen una gran aceptación. "Son los profesionales que están más próximos a los pacientes y a sus familias", subraya el responsable de trasplantes en el centro sanitario, Antón Fernández. El objetivo es realizar una revisión en profundidad de aspectos esenciales técnicos y éticos, como el diagnóstico de la muerte encefálica, la selección de donantes y receptores, el mantenimiento del donante, los cuidados de enfermería en el proceso de trasplante o las entrevistas con los familiares: "Hacemos énfasis en lo importante que es su papel en todo el proceso y en que el trasplante de órganos no es sólo cosa de esta oficina sino de todo el hospital porque, si una familia no se siente bien cuidada, va a aceptar peor cualquier propuesta". Las habilidades de comunicación constituyen un argumento destacado pues, como recuerda Antón Fernández, todavía es una parcela de la atención hospitalaria que precisa una mejoraría.