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Institutos Nacionales de la Salud
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Un medicamento para la insuficiencia cardiaca podría solo ayudar con la función del corazón, pero no con los síntomas
La espironolactona no mejoró los resultados en una prueba en cinta ni la calidad de vida en una forma de la afección, halló un estudio
Traducido del inglés: miércoles, 27 de febrero, 2013
El medicamento, llamado espironolactona (Aldactone), no logró mejorar los síntomas ni la calidad de vida de 422 pacientes de insuficiencia cardiaca diastólica, una forma de la enfermedad que afecta a alrededor de la mitad de las personas que sufren de insuficiencia cardiaca.
Sin embargo, el fármaco sí beneficio la estructura y la función de los corazones de los pacientes. Y los expertos señalan que es demasiado pronto para saber cómo interpretar los resultados, que aparecen en la edición del 27 de febrero de la revista Journal of the American Medical Association.
"Sería prematuro decir que no es beneficioso", apuntó el Dr. Sanjiv Shah, cardiólogo de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago, quien no participó en el estudio.
Shah participa en un estudio en curso sobre los efectos de la espironolactona en las personas con insuficiencia cardiaca diastólica. Y ese ensayo se enfoca en las preguntas importantes: ¿Puede el fármaco prevenir o retrasar las hospitalizaciones, o prolongar las vidas de las personas?
La espironolactona pertenece a una clase de medicamentos llamados antagonistas del receptor de la aldosterona. Hacen que los riñones eliminen el exceso de agua y sodio del cuerpo, de forma que pueden reducir la presión arterial y deshacerse de la acumulación de fluido que sufren algunas personas con insuficiencia cardiaca.
Y los estudios han mostrado que la espironolactona puede prolongar las vidas de algunos pacientes de insuficiencia cardiaca, específicamente los que tienen una "fracción de eyección" baja. Eso significa que el porcentaje de sangre que el corazón expele con cada contracción es anormalmente bajo.
El problema es que la insuficiencia cardiaca es "heterogénea", según Shah, quien la describió como un "síndrome", o sea una colección de señales y síntomas, en lugar de una enfermedad. Por eso, un tratamiento que funciona para algunos pacientes podría no funcionar igual de bien en otros.
En general, la insuficiencia cardiaca es una afección crónica en que el corazón no bombea la sangre con suficiente eficiencia para satisfacer las necesidades del organismo. Esto provoca síntomas como fatiga, falta de aliento y la acumulación de fluidos en las piernas y en los pies.
En la insuficiencia cardiaca sistólica, el ventrículo izquierdo del corazón (la cámara principal de bombeo) no puede contraerse con suficiente fuerza, y muchas personas con esa forma de insuficiencia cardiaca presentan una fracción de eyección reducida.
En la forma diastólica, el ventrículo izquierdo no se relaja lo suficiente entre contracciones, lo que significa que no se puede llenar de tanta sangre como debería. Pero la fracción de eyección del corazón en realidad es normal.
La insuficiencia cardiaca diastólica es más difícil de diagnosticar, y los médicos tienen menos conocimientos sobre cómo tratarla, señaló el Dr. John Cleland, cardiólogo de la Escuela de Medicina Hull York en Kingston-upon-Hull, Inglaterra, quien fue coautor de un editorial que se publicó junto con el estudio.
Concurrió en que es demasiado pronto para sacar conclusiones a partir de los hallazgos actuales, y que los médicos sabrán más cuando salgan los resultados del estudio de Shah.
"Creo que el público debe esperar por TOPCAT", apuntó Cleland, refiriéndose al acrónimo por el que se conoce el estudio de Shah.
Para el estudio actual, investigadores liderados por el Dr. Burket Pieske, de la Universidad de Medicina de Graz, en Austria, reclutaron a 422 pacientes diagnosticados con insuficiencia cardiaca diastólica. Asignaron al azar a la mitad a añadir la espironolactona a su tratamiento actual, mientras que los demás recibieron un placebo.
Durante un año, el fármaco redujo la presión arterial de los pacientes y mejoró su función cardiaca. Según los ecocardiogramas, hubo menos engrosamiento y resistencia en el ventrículo izquierdo.
Pero los pacientes no reportaron ninguna mejora en sus síntomas ni en su calidad de vida. Tampoco mostraron un mejor rendimiento en una prueba de caminar en una cinta.
Cleland dijo que no es sorprendente que los pacientes no se sintieran mejor a pesar de tener una mejora objetiva en la función cardiaca. Anotó que eso se ha observado con otros medicamentos.
Pieske apuntó que los motivos no están claros del todo. Es posible que la dosis del medicamento no fuera suficientemente alta, planteó. O quizás los cambios en la función cardiaca que su equipo observó simplemente no se traduzcan en beneficios como una mayor capacidad de caminar.
Además, los pacientes del estudio estaban en realidad bastante sanos, apuntaron Shah y Cleland. Así que quizás no estuvieran suficientemente enfermos como para esperar que los síntomas o la capacidad de caminar mejoraran notablemente.
Tanto Shah como Cleland sospechan que muchos pacientes del estudio podrían haber sufrido de una "disfunción" diastólica del corazón, pero que no estaban suficientemente enfermos para realmente tener insuficiencia cardiaca diastólica.
"Creo que esto podría ser el motivo de los hallazgos (sobre los síntomas)", comentó Shah.
Por ahora, Pieske dijo que los médicos podrían seguir considerando la espironolactona para los pacientes de insuficiencia cardiaca diastólica que necesitan un mejor control de la presión arterial.
Los tratamientos usuales para la afección incluyen antihipertensivos como los diuréticos y los inhibidores de la ECA, y reducir la tasa cardiaca de los pacientes con bloqueadores beta y otros fármacos.
"La mayoría de personas con insuficiencia cardiaca congestiva son hipertensas, y controlar bien la presión arterial es muy importante", enfatizó Cleland.
Todos concurrieron en que se necesitan mejores tratamientos. "Hay una necesidad real de hallar terapias que mejoren los resultados para las personas que sufren de esta forma de insuficiencia cardiaca", apuntó Shah.
En cuanto a la espironolactona, Shah dijo que se necesitan más estudios para ver si el fármaco afecta en exceso los niveles de potasio de los pacientes, lo que puede provocar un ritmo cardiaco anómalo. En este estudio, los pacientes tuvieron en promedio un aumento "leve" del potasio, pero no tuvieron un riesgo mayor de aumentos graves, y esto no provocó hospitalizaciones.
El estudio fue financiado por el gobierno, pero algunos de los investigadores tienen vínculos financieros con el fabricante de Aldactone, Pfizer Inc.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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