ESTUDIO PUBLICADO EN PLOS MEDICINE
En el riesgo familiar de neoplasia de colon influye el número de parientes y el sexo
Solo el tener al menos dos familiares directos afectados por el tumor eleva la probabilidad. La enfermedad aparece unos diez años antes en los varones que en las mujeres.
Sonia Moreno. Madrid | soniamb@diariomedico.com | 23/05/2016 00:00
Es una premisa aceptada que la presencia de familiares directos con cáncer colorrectal aumenta el riesgo de esa enfermedad. Por ello, en las personas con esos antecedentes se recomiendan estrategias de vigilancia basadas en la colonoscopia a edades más tempranas que en la población general, considerada de riesgo intermedio. En esencia, se aconseja una colonoscopia a partir de los 40 años en aquellos que son padres, hermanos o hijos de enfermos de cáncer de colon: la prueba se efectúa cada cinco años, si el familiar tiene menos de 60 años, y cada diez, si el caso índice es mayor.
No obstante, esas recomendaciones no se basan en estudios contundentes; más bien al contrario: la mayoría son trabajos retrospectivos y no muy amplios. En busca de una mayor evidencia científica, un grupo de médicos de seis hospitales españoles planteó una investigación sobre 6.053 individuos asintomáticos sometidos a colonoscopia para determinar si había diferencias en cuanto al riesgo de neoplasia colorrectal (adenoma avanzado o cáncer) entre aquellos con antecedentes familiares y los que no.
Las conclusiones del trabajo, que han dirigido Enrique Quintero (Hospital Universitario de Canarias) y Francesc Balaguer (Hospital Clínico de Barcelona), en coordinación con el Grupo de Oncología de la Asociación Española de Gastroenterología y el Ciber-EHD, se publican este mes en PLoS Medicine.
- Estos resultados avalarían una revisión de las guías de recomendación para la prevención del cáncer de colon, atendiendo al número de familiares afectados y al sexo
El estudio analiza a 3.038 personas incluidas a su vez en la cohorte Colonprev, un trabajo multicéntrico español que evalúa la eficacia de dos métodos diferentes de cribado -colonoscopia y detección de sangre oculta en heces- en 57.000 individuos con riesgo de cáncer. Los datos de esas personas de riesgo intermedio que recibieron una colonoscopia se compararon, en el mismo periodo de tiempo, entre 2006 y 2009, con los de otros 3.015 que tenían al menos un familiar de primer grado diagnosticado con neoplasia avanzada y se realizaban por primera vez la prueba endoscópica. De forma novedosa, los datos se clasificaron atendiendo a la edad y al sexo.
Tanto el número de familiares afectados como el sexo influyen en el riesgo de neoplasia. Tener un solo pariente con la enfermedad no implica más probabilidades que la población sin antecedentes familiares, pero si son dos los familiares directos afectados, el riesgo crece: en los hombres a partir de 50 años esa prevalencia se duplica.
Revisión de las guías
Enrique Quintero, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de Canarias, y primer autor del estudio, destaca que los hallazgos apoyarían una revisión de las guías para la prevención del cáncer de colon en la población de riesgo familiar. "Las personas con dos o más familiares afectados suponen un 8-9 por ciento de todo el grupo de personas de riesgo familiar. Nuestro estudio sugiere que son esos sujetos los que deberían seleccionarse para el cribado con colonoscopia a partir de los 40 años. En el 90 por ciento restante, esta estrategia resulta innecesaria y, en cambio, deberían incluirse en los programas de detección precoz recomendados a la población general".
Enrique Quintero, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de Canarias, y primer autor del estudio, destaca que los hallazgos apoyarían una revisión de las guías para la prevención del cáncer de colon en la población de riesgo familiar. "Las personas con dos o más familiares afectados suponen un 8-9 por ciento de todo el grupo de personas de riesgo familiar. Nuestro estudio sugiere que son esos sujetos los que deberían seleccionarse para el cribado con colonoscopia a partir de los 40 años. En el 90 por ciento restante, esta estrategia resulta innecesaria y, en cambio, deberían incluirse en los programas de detección precoz recomendados a la población general".
Otro dato relevante del trabajo es que el riesgo de aparición de las lesiones se concentra a partir de los 50 años, en especial entre los varones. En las mujeres aparecen diez años más tarde. "Las recomendaciones preventivas deberían tener en cuenta el sexo, de forma que las mujeres entrarían en el cribado unos diez años después que los hombres".
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