ESTUDIO EN UCI
Las dosis habituales de antimicrobianos pueden ser insuficientes en críticos
Un trabajo publicado en Critical Care muestra que las concentraciones en sangre caspofungina se encuentran por debajo de los niveles óptimos en los pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos.
Enrique Mezquita. Valencia | 17/04/2017 12:27
Rafael Ferriols, David Navarro, Javier Belda y Gerardo Aguilar, autores del estudio. (Enrique Mezquita)
Actualmente se dispone de pocos estudios que analicen el comportamiento farmacocinético de los antimicrobianos en los pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI). Un trabajo de investigadores del Hospital Clínico Universitario de Valencia y del Instituto de Investigación Sanitaria del mismo hospital (Incliva) ha demostrado que las concentraciones alcanzadas en sangre de un antifúngico utilizado en algunos pacientes críticos se encuentran por debajo de los niveles considerados óptimos, incluso siguiendo las recomendaciones de la ficha técnica del producto.
El estudio, publicado en Critical Care, ofrece nuevas evidencias de que este fenómeno puede estar ocurriendo en un porcentaje importante de pacientes ingresados en las UCI.
Según ha explicado a DM Gerardo Aguilar, del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Clínico de Valencia, "hasta la fecha, la mayoría de antibióticos y antifúngicos han sido evaluados fundamentalmente en estudios pivotales que incluyen a pacientes menos graves y habitualmente no ingresados en UCI", señalando que, en vista del potencial riesgo, "en los últimos años, en nuestra línea de investigación con la colaboración del Rafael Ferriols, del Servicio de Farmacia Hospitalaria, estamos realizando un análisis farmacocinético de los antimicrobianos, especialmente los antifúngicos, utilizados en pacientes críticos ingresados en nuestra UCI".
Análisis de niveles
A partir de este enfoque, ha apuntado Aguilar, "se han analizado los niveles de un antimicrobiano (caspofungina) usado habitualmente en las UCI, ante la sospecha o confirmación de una infección fúngica grave en pacientes portadores de técnicas continuas de reemplazo renal (TCRR)".
A partir de este enfoque, ha apuntado Aguilar, "se han analizado los niveles de un antimicrobiano (caspofungina) usado habitualmente en las UCI, ante la sospecha o confirmación de una infección fúngica grave en pacientes portadores de técnicas continuas de reemplazo renal (TCRR)".
En concreto, se ha analizado a doce pacientes mediante HPLC (cromatografía líquida de alta eficacia) y los resultados han confirmado la hipótesis de trabajo, "consistente en que las TCRR, dadas las características de la familia del fármaco estudiado (equinocandinas), no influyen en el comportamiento farmacocinético del antifúngico.
Sin embargo, debido el perfil de gravedad de los pacientes, las concentraciones obtenidas por este antimicrobiano en sangre no alcanzan los niveles considerados óptimos en algunos de los pacientes incluidos en el estudio (en 4 de los 12 pacientes), con independencia del uso de las TCRR".
En vista de este resultado, Ferriols ha hecho hincapié en que "se necesitan más estudios como el que hemos publicado y en los que se incluya un mayor número de pacientes críticos, dadas sus características especiales. De esta forma se podría llegar a definir las dosis óptimas de los diferentes antimicrobianos y a su vez esto permitiría evaluar su repercusión en la práctica clínica".
Aumento de la esperanza de vida
La UCI quirúrgica del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Clínico de Valencia tiene actualmente un porcentaje anual de supervivencia del 93 por ciento, sensiblemente superior a la media nacional (91 por ciento según el último Informe ENVIN, 2015). Hay que tener en cuenta que el nivel de gravedad de los pacientes, cuantificado con el marcador APACHE II, es discretamente superior a la media.
Los estudios que analizan el comportamiento farmacocinético de los antimicrobianos en este tipo de pacientes constituyen un elemento clave para optimizar su uso, pudiendo contribuir a reducir la morbilidad de estos pacientes e incluso mejorar las tasas de supervivencia actuales. Mientras no se disponga de la información completa y fiable, los investigadores recomiendan la determinación de niveles en sangre de los antimicrobianos administrados a pacientes.
En este sentido, Gerardo Aguilar, jefe de Sección del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Clínico de Valencia, recomienda que esa determinación se realice "en pacientes críticos ingresados en la UCI con infección grave, tanto confirmada como sospechada". Adicionalmente, David Navarro, Catedrático de Microbiología de la Universidad de Valencia y jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, considera que en este tipo de pacientes, además de la identificación del microorganismo causante de la infección y de su perfil de sensibilidad a los antimicrobianos, sería recomendable la determinación de las concentraciones mínimas inhibitorias (CMI). De esta forma, se podría ajustar las dosificación de los antimicrobianos conociendo sus niveles plasmáticos y las diferentes CMI para los distintos microorganismos aislados.
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