"Toda innovación va asociada a una restricción inicial que te hace crecer"

Diego González Rivas. Tenía 35 años cuando desarrolló Uniportal Vats, técnica que permite operar dentro de la cavidad torácica a través de un único orificio y extirpar tumores. Desde el Complejo Hospitalario de La Coruña, donde tiene su plaza, recorre el planeta difundiendo la técnica y a veces surfea.

La Coruña. María R. Lagoa|dmredaccion@diariomedico.com | 15/04/2017 00:00

Autor: Andrés Panaro

PREGUNTA. ¿Dónde comienza la historia de ‘Uniportal Vats’?
RESPUESTA. En la Unidad de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Juan Canalejo de La Coruña (hoy Chuac) me impactó el dolor de los pacientes durante el postoperatorio. Una toracotomía tracciona los nervios del pecho y la espalda de tal manera que el dolor a veces persiste toda la vida. Esto me acercó a la videocirugía y a la técnica de las tres incisiones. En 2007 conseguí una estancia en el Hospital Cedars Sinai de Los Angeles (EEUU) donde aprendí con el equipo del doctor Robert Mackenna. Fue magia. Conocí después a un colega que me contó que en su hospital, el Duke University Medical Center, de Carolina del Norte, hacían cirugía videoasistida a través de dos incisiones. No me lo creía porque pensaba que eran necesarias tres, una para manejar el material, otra para la cámara y la tercera para sostener el pulmón. Al volver a España solicité una estancia al director del grupo, Thomas D’Amico, y me rechazó. Fue un chasco, pero busqué la próxima intervención de D’Amico en un congreso internacional y me planté allí; fui aceptado y ahora somos buenos amigos.

P. ¿Cómo pensó en operar sólo a través de un orificio?
R. Mientras practicaba la técnica del doble puerto, me fui dando cuenta de que si ponía la cámara en la incisión principal, era como operar con cirugía abierta. Después de darle muchas vueltas, en junio de 2010, decidí hacer la primera resección de un lóbulo inferior a través de un único puerto. La evolución postoperatoria del paciente fue excelente y le dimos el alta al día siguiente.

P. Hubo más obstáculos e incluso fue denunciado ante los tribunales, acusado de operar en su unidad privada a pacientes de la pública. ¿Cómo vivió esa etapa?
R. Al principio el jefe de Cirugía Torácica del Chuac me apoyó, pero después desató una guerra contra mis compañeros Mercedes de la Torre y Ricardo Fernández, y contra mí. No había tenido antes un enfrentamiento así. Fue muy duro vernos inmersos en un proceso judicial sin fundamento. Afortunadamente, la mayoría de la gente entendió los motivos personalistas de tales acusaciones. También se asoció Uniportal a una habilidad quirúrgica: “Eso lo hace Diego”, decían. Pero esos obstáculos se convirtieron en un motor de superación; tenía que demostrar al mundo la viabilidad de Uniportal Vats. Toda innovación va asociada a una restricción inicial que te hace crecer. La persistencia es la clave del éxito en la vida.

"En junio de 2010, decidí hacer la primera resección de un lóbulo inferior a través de un único puerto. La evolución del paciente fue excelente”

P. Hace dos días estaba en Italia y mañana se va a Alemania. ¿Cuál es el coste personal?
R. He cambiado mis prioridades. El sacrificio es personal, la familia y las aficiones, aunque cuando puedes disfrutar de todo ello se vive más intensamente. No obstante es una fase. Soy consciente de que este ritmo no es bueno para mi salud; los cambios horarios son muy agresivos y me he vuelto más irritable. Mi vida probablemente está en La Coruña: me gusta mi ciudad.

P. Antes, una de sus prioridades era el surf.
R. Fui médico de la selección nacional de surf durante diez años y con el equipo di la vuelta al mundo. Cómo cambia todo: antes viajaba buscando las olas y ahora estoy centrado en difundir Uniportal, pero no he dejado el surf. Para mí es una liberación ese contacto intenso con el mar: me permite relajar la tensión.

P. Ha estado cerca de la muerte varias veces. ¿Qué lección extrae de esas experiencias?
R. En octubre del 2002, en Bali, estaba a cien metros del lugar donde explotaron dos bombas; murieron 200 personas. Librarte de la muerte por unos metros hace que te replantees los valores fundamentales. En el 2005 fui con unos amigos surfistas a buscar las mejores olas del mundo a Mentawi, pillé una enorme y perfecta, empecé a dar vueltas sin poder respirar y me quedé sin oxígeno. Me di cuenta de la importancia de conocer tus propios límites y medir los riesgos. Aquella ola no era para mí.

P.También es valiente en la cirugía. Le llegan casos complicadísimos.
R. Hago lo que puedo técnicamente. Hoy, el 99 por ciento de los procesos que se operan con cirugía convencional se pueden hacer con Uniportal Vats, pero siempre sigo los criterios oncológicos. No soy un loco ni un irresponsable; lo que hago es porque confío en mi experiencia. El haber operado en tantos lugares del mundo, solo, sin equipo, en hospitales sin instrumental ni infraestructura, casos muy complejos, te obliga a sacar recursos personales y profesionales.

P. Es usted muy accesible. ¿Ha tenido que decir muchas veces no?
R. Creo que es importante contestar y pierdo mucho tiempo respondiendo mensajes a pacientes y profesionales. En muchas ocasiones he dicho no, porque no opero si no hay criterios.

"Fui médico de la selección nacional de surf durante diez años. Para mí es una liberación ese contacto con el mar, me permite relajar la tensión”

P. ¿Cómo ve el futuro?
R. Ahora hacemos Uniportal por vía subxifoidea. Lo próximo será utilizar cámaras inalámbricas y pinzas inalámbricas con control magnético. A lago plazo me planteo un sistema robótico que entre como un cilindro y abra los brazos dentro del tórax; Google ya ha hablado conmigo. La verdad es que creo que en futuro habrá microrrobots que se lanzarán dentro del organismo, pero falta mucho para eso.