Una combinación tecnológica para facilitar el acceso de fármacos al cerebro
Luz, sonido y electricidad son la base de un método no invasivo para abrir la barrera hematoencefálica.
Un equipo científico dirigido por investigadores de la Universidad de Oxford está desarrollando una plataforma experimental para determinar cómo se abre la barrera hematoencefálica (BHE), el tiempo que permanece abierta y los sonidos que emite durante la apertura. La BHE es un mecanismo de protección del sistema nervioso central frente a potenciales moléculas agresoras circulantes.
Sin embargo, también dificulta el acceso de fármacos dirigidos a tratar alteraciones neurológicas. El nuevo enfoque consigue abrir de manera no invasiva un modelo de BHE humana mediante ultrasonidos. Miles M. Aron, director del proyecto, afirma que la principal ventaja de este sistema reside en utilizar 3 modalidades diferentes; luz, sonido y campos eléctricos, para monitorizar simultáneamente y en tiempo real la respuesta de las células de la BHE. Aunque la aplicación de ultrasonidos para intentar abrir la BHE no es nueva, hasta ahora no ha estado exenta de riesgos.
La nueva técnica aumenta considerablemente la seguridad ya que utiliza agentes cavitantes, minúsculas burbujas que oscilan rápidamente cuando son expuestas al campo ultrasónico. Los cavitantes permiten monitorizar la intervención gracias al sonido reflejado durante esa interacción. Estas emisiones acústicas suministran información relativa a la energía de cavitación en el interior de los vasos y permite ajustar los parámetros del ultrasonido de manera inmediata, evitando así causar daño a las células.
Varios de estos cavitantes han sido ya aprobados por la FDA para su uso como agentes de contraste en ultrasonografía.
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