martes, 25 de julio de 2017

Una situación prolongada de deshidratación puede provocar la aparición de arritmias - Sanidad Privada, Mutualidades Y Empresas - Elmedicointeractivo.com

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El Médico Interactivo

Una situación prolongada de deshidratación puede provocar la aparición de arritmias

La Fundación Española del Corazón alerta sobre los problemas de no estar bien hidratado




La Fundación Española del Corazón (FEC) ha alertado de los riesgos que supone la deshidratación para los pacientes con problemas cardiovasculares, y, en general, para todos los grupos de riesgo. Vicente Arrarte, miembro de la FEC y presidente electo de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), ha explicado que “la deshidratación evita un normal funcionamiento de los órganos, disminuye la creación de orina y puede deteriorar rápidamente la función renal”. “En una situación prolongada, la deshidratación puede provocar la aparición de arritmias por alteración de los iones y fallo sistémico, lo que puede resultar muy grave si no se da solución en un tiempo adecuado”. En casos extremos, no estar bien hidratado también puede provocar daño cerebral permanente, convulsiones e incluso la muerte.
En verano, la necesidad de hidratarse es todavía mayor. “El calor, el deporte y, en general, nuestro metabolismo y actividad nos hace perder agua por la orina y el sudor principalmente”, ha explicado el Dr. Arrarte, quien ha recordado la necesidad de reponer líquidos varias veces durante el día.
Síntomas de la deshidratación
Aunque el primer aviso de que nos estamos deshidratando es la sensación de sed, “en entornos de mucho calor y exposición no controlada puede acompañarse de mareo, aletargamiento, cefalea, visión borrosa e incluso la pérdida de conocimiento”, ha señalado el especialista. La boca seca o pegajosa, la piel seca y fría y los calambres musculares también pueden ser síntomas de que nos estamos deshidratando. En este sentido, el Dr. Arrarte ha advertido de que los grupos de la población con mayor riesgo de deshidratación “son los niños, ancianos y pacientes con problemas cardiovasculares y personas con enfermedades crónicas”.
Como nos indica el especialista en riesgo vascular, la cantidad de líquido recomendada para estar bien hidratado “depende de la actividad y el calor del entorno, incluso cuando es húmedo. En general, se recomienda ingerir entre un litro y medio y dos litros de agua al día. Pero debe aumentarse ante el calor, la presencia de sed, etc.”. Además de aumentar el consumo de frutas, la FEC recomienda tener la precaución de realizar ejercicio y actividades fuera de la exposición directa al sol o, al menos, el menor tiempo posible y, por supuesto, tomar medidas de protección del sol.

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