BERNARD ENGELMANN, PREMIO MARTÍN VILLAR
En el IAM podría mediar un componente inmunológico
El Premio Martín Villar de Investigación sobre Hemostasia ha galardonado en su IV edición a Bernard Engelmann cuyo trabajo, publicado en Nature, abre nuevas posibilidades en el tratamiento de enfermedades que desarrollan complicaciones cardiovasculares oclusivas.
Javier Granda Revilla. Barcelona | 19/10/2011 00:00
Bernard Engelmann, con el Premio Martín Villar. (Rafa M. Marín)
El Premio Martín Villar de este año, dotado con 25.000 euros y patrocinado por la Fundación Grifols, ha reconocido el estudio Reciprocal coupling of coagulation and innate immunity via neutrophil serine proteases, que describe que las serina-proteasas de los neutrófilos, además de ser antimicrobianas, activan la coagulación de la sangre. La investigación de Bernard Engelmann, del Instituto de Química Clínica, de la Universidad de Múnich, explica cómo ciertos mecanismos contribuyen al progreso de patologías cardiovasculares oclusivas, justificando el desarrollo de sustancias bloqueantes de la actividad pro-coagulante de los leucocitos para así tratar complicaciones trombóticas.
Según el investigador, los neutrófilos son enviados a los lugares de invasión patogénica para lograr una respuesta inmune innata y precoz. "Nuestro trabajo muestra que los neutrófilos promueven la trombosis dentro de los microvasos del hígado y el bazo, lo que ayuda a atrapar los patógenos, de manera que inhiben su diseminación y enriquecen las actividades microbicidas. Hemos proporcionado pruebas directas entre la asociación de la coagulación de la sangre y la defensa antimicrobiana". El mecanismo se basaría en la activación conjunta de la coagulación y el crecimiento intravascular de trombos por la elastasa y la catepsina G junto a nucleosomas externos.
- Por primera vez se han proporcionado pruebas directas entre la asociación de la coagulación de la sangre y la defensa antimicrobiana
"Este mecanismo se realiza por la inactivación proteolítica de la vía del inhibidor del factor tisular, antagonista primario de la del factor procoagulante tisular". Como los nucleosomas proporcionan una superficie polianiónica y muchas reacciones de la coagulación requieren de ésta, es probable que los nucleosomas extracelulares también activen la coagulación de la sangre por otros mecanismos.
Durante la infección sistémica, la activación de la coagulación favorece la compartimentación de la bacteria en los microvasos hepáticos. Según Engelmann, este proceso es aparentemente necesario para detener la diseminación de la bacteria dentro de los vasos y para inhibir su invasión en el tejido. "Es probable que sólo una pequeña proporción de los microvasos del hígado y el bazo esté involucrada, de manera que la perfusión global de estos órganos no se vea disminuida. Así, la invasión bacteriana en el tejido se frena porque los patógenos quedan atrapados en pequeños trombos dentro de los microvasos del hígado y del bazo". Si no hay patógenos, las proteasas séricas de los neutrófilos y los nucleosomas pueden contribuir a que se produzca una trombosis en los grandes vasos. "La capacidad de la coagulación de suprimir la diseminación patogénica indica que la trombosis de microvasos representa una herramienta fisiológica de defensa. Pero el mismo mecanismo puede convertirse en patológico si se exacerba, provocando enfermedades que pueden poner en peligro la vida si se diseminan".
Jonathan Finn, del Hospital Infantil de Filadelfia, y Reinhard Schneppenheim, del Centro Médico de Hamburgo, han recibido el segundo y tercer premio.
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