MONITORIZACIÓN previa PARA EVITAR LA EICH
GSTT1 tiene papel coincidente en trasplante hepático y EICH
Los anticuerpos también juegan una función importante en la enfermedad de injerto contra huésped (EICH), que se da en el tasplante de progenitores hematopoyéticos. Tanto en trasplantes como en la EICH tiene un papel relevante el sistema antigénico de la proteína GSTT1.
Pilar Laguna. Murcia | 10/10/2011 00:00
Alfredo Minguela, Antonio Núñez y Oriol Bestard. (DM)
La monitorización inmunológica en trasplante de órganos sólidos es crucial para hacer un diagnóstico precoz del rechazo y tratar de evitar que éste sea grave o irreversible mediante el estudio secuencial de los anticuerpos que son los principales inductores de ese rechazo. Un estudio del grupo de inmunología del Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, demuestra que los anticuerpos también juegan un papel en la enfermedad injerto contra huésped que se da en el trasplante de progenitores hematopoyéticos.
Se sabe que conocer mejor los mecanismos del rechazo a los injertos ayudará a descubrir nuevas dianas terapéuticas para mejorar la inmunosupresión en trasplantes, sabiendo cuáles son los anticuerpos y los antígenos a los que se dirigen. Y que estudiando esos anticuerpos antes del trasplante pueden detectarse algunos con capacidad para destruir el injerto, lo que ayudaría a una mejor selección de los pacientes tanto en trasplante cardiaco como renal o hepático.
- Se ha detectado un mecanismo similar en el papel de los anticuerpos en la enfermedad de injerto contra huésped (EICH)
Detección del rechazo
En el trasplante cardiaco sería una ribonucleoproteína, la hnRNPK, la que provoca reacciones de anticuerpos que pueden llevar a una vasculopatía del injerto, según aportaciones del mismo grupo en estudios colaborativos. El profesor Núñez resalta que en este tipo de injerto los métodos de detección del rechazo son más sofisticados y requieren una técnica más compleja, como la ultrasonografía intravascular (IVUS).
"El trasplante más singular es el de progenitores hematopoyéticos porque renovamos todo el sistema inmune de acuerdo a la materia prima que transfiere el donante; sin embargo, el receptor termina madurándolo y construyendo su propio sistema con las células madre que le transfieren del donante y con su propio timo", afirma recalcando la posibilidad de evitar el desarrollo de EICH si se hace una monitorización inmunológica previa a la realización del trasplante.
Elispot, nueva técnica que ayuda en la modulación de la inmunosupresión
La Elispot es la nueva técnica que se está utilizando para conocer con mayor precisión el tipo de respuesta inmunológica que se produce en el trasplante de órganos sólidos. En estudios sobre trasplante renal llevados a cabo en el Departamento de Nefrología del Hospital de Bellvitge, en Barcelona, se busca obtener una información más valiosa para poder decidir si un paciente necesita más o menos inmunosupresión. Mediante un análisis de imagen y cruzando la sangre del receptor con la del donante se puede averiguar el grado de respuesta del linfocito T. "Esto nos permite saber si el paciente es muy respondedor contra el donante, y por tanto, de riesgo; o si, por el contrario, podemos bajar al máximo con seguridad el tratamiento inmunosupresor que causa tantos problemas", expone Oriol Bestard, nefrólogo de la Unidad de Trasplantes del centro catalán. En el estudio han detectado que un 50 por ciento de los pacientes que a priori se consideraba que no tenían ningún tipo de riesgo responden contra el donante.
En cuanto a trasplante hepático, se estudian los genes implicados en la respuesta inmunitaria, concretamente en las células más agresivas que luchan en primera línea, como las células NK, y otras más especializadas que luchan en segunda línea. Alfredo Minguela, investigador del Servicio de Inmunología del Hospital Virgen de la Arrixaca, estudia los mecanismos de respuesta según el parecido genético entre donante y receptor con el fin de optimizar la supervivencia del injerto.
Receptores de respuesta
Se han encontrado una serie de receptores activadores que influyen en la respuesta temprana, relacionados con un mayor rechazo agudo, mientras que otro tipo de receptores inhibidores intervienen más en la respuesta tardía, que afectan a la supervivencia del paciente a los diez años.
Actualmente un tipaje genético se obtiene en pocas horas, lo que será muy útil en la predicción de resultados. "Pero los clínicos tienen que implicarse en ello y, sobre todo, creérselo", subraya Minguela, que aboga por la puesta en marcha de estudios multicéntricos que ayuden a convencerlos.
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