POTENCIAL CLÍNICO DEL PACLITAXEL con ALBÚMINA
La diversidad del cáncer de páncreas obliga a personalizar
La heterogeneidad genética encontrada en los tumores de páncreas está llevando a modificar las estrategias terapéuticas tradicionales. Así, la expresión de la proteína Sparc en el estroma tiene una implicación pronóstica negativa, en la que parece útil el fármaco Abraxane.
Laura Pérez Torres. Málaga | 24/10/2011 00:00
Dentro del cáncer pancreático los expertos asistentes al XIII Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) han resaltado los nuevos fármacos y estrategias que se están desarrollando para abordarlo. En esta línea han informado del valor que tiene el estroma como diana terapéutica. Manuel Hidalgo, del Centro Integral Oncológico Clara Campal, de Madrid, ha mostrado algunos de los avances en esta área, de la que ha comentado que "es útil empezar a considerar que el cáncer de páncreas no es sólo una enfermedad, sino que tiene varios compartimentos como el de la célula cancerígena, cuya genética conocemos ahora con un relativo detalle; el estroma, que es un desconocido al que nunca le habíamos dado suficiente importancia pero que estamos empezando a conocerlo y a tratarlo, y el subgrupo de las células madre del cáncer".
En 2008 se caracterizó por primera vez en Europa el genoma completo de 24 pacientes con cáncer de páncreas y se llegó a la conclusión de que esta enfermedad era muy compleja genéticamente; hay una media de 60 mutaciones por caso, es decir, genéticamente no había dos pacientes iguales. Por tanto, "cada uno de estos tumores es distinto, lo que nos indica que tenemos que intentar tratamientos personalizados para cada paciente", ha relatado Hidalgo, y ha añadido que "estos tumores no sólo son heterogéneos y complejos, sino que además son inestables y en el curso de la enfermedad pueden acumular mutaciones, lo que hace al problema mucho mayor".
En la secuenciación de un paciente aparecen muchos genes de los que se desconoce su significado, pero algunos de ellos sí son dianas terapéuticas. "Toda la tecnología que está disponible, incluso para aquellos casos en los que encuentras candidatos que tienen la diana perfecta, no es sinónimo de que vaya a funcionar el tratamiento, por lo que hay todavía un área importante de experimentación que tenemos que desarrollar".
Asimismo, gracias a las técnicas de biología molecular y de expresión genética, están empezando a aparecer los primeros trabajos que clasifican esta enfermedad en grupos biológicamente diferentes. "Estos trabajos contradicen todo lo que hasta el momento se ha desarrollado basado en datos estadísticos, porque existen demasiadas variables con cada paciente y mutación".
Los estudios que hay en marcha indican que ya no se tiene que tratar a todos los pacientes con gemcitabina, pues hay más posibilidades que permiten ir incorporando algoritmos en los que, valiéndose de la mayor disponibilidad de fármacos y combinaciones, se puede ir fraccionando a los pacientes en grupos y también tratarlos de forma más específica. "Uno de los fármacos más interesantes es Abraxane, que se dirige a la proteína Sparc", ha especificado el experto del Clara Campal. Los estudios han respaldado el potencial clínico del paclitaxel unido a albúmina, en formato de suspensión inyectable, registrado por Celgene International; en combinación con gemcitabina aumenta la supervivencia global en 12,2 meses en pacientes con cáncer de páncreas avanzado.
El estroma es un área interesante y una de las proteínas que está presente en él es Sparc u osteonectina. Esta proteína, que no se encuentra en el tejido pancreático normal y se expresa desde el primer momento en el que hay un evento oncogénico, está involucrada en la metastatización y en funciones de invasión de este tipo de tumores. "Se sabía que la expresión de Sparc en el estroma tiene una implicación pronóstica negativa y Abraxane está específicamente dirigida contra esta diana logrando respuestas patológicas completas en un 8 ó 10 por ciento de los pacientes", ha indicado Hidalgo, y ha añadido que "en Estados Unidos mucha gente utiliza una combinación menos tóxica que folfirinox (fluorouracilo, leucovorina, irinotecán y oxaliplatino)".
El estroma como dianaEl grupo de Hidalgo desarrolla desde hace años modelos animales personalizados de pacientes con cáncer de páncreas. Los datos clínicos se confirman en animales y aproximadamente un 60 por ciento de los tumores que se tratan individualmente con Abraxane responden: las respuestas clínicas están en torno al 45-50 por ciento. "Hay una correlación razonable y pudimos ver que este fármaco hace desaparecer el estroma".
CAMBIOS EN LA DEFINICIÓN DE LA AFECTACIÓN
La dificultad del abordaje quirúrgico del cáncer de páncreas se ha demostrado en diversos estudios que han señalado que hay tumor en muchas ocasiones más allá de lo que el cirujano puede percibir, según ha expuesto en el congreso de la SEOM, en Málaga, Francisco Javier Padillo Ruiz, del Servicio de Cirugía del Hospital Universitario Virgen del Rocío, de Sevilla.
Muchos de los pacientes con estadio R0 clásico en cáncer de páncreas presentaban una recidiva inmediata, hecho que ha motivado que los especialistas se replanteen qué es un R0. "El cáncer de páncreas acaba de empezar una nueva era", ha afirmado el cirujano sevillano, quien ha hecho hincapié en que en 2006 hubo trabajos que hicieron un análisis con una reedición sistematizada distinta a la que se hacía clásicamente y los R1 pasaban del 52 al 85 por ciento de los pacientes, "casi un 30 por ciento más de enfermos a los que pensábamos que les habíamos quitado todo, tenían cáncer residual".
Esto está empezando a cambiar y ahora habrá que revisar las series de una manera distinta, lo que obligará a modificar algunas estrategias. Padillo ha añadido que "estamos viviendo realmente un momento de cambio y de reevaluación" y ha aclarado que, por parte de la cirugía, "se ha llegado a algunos consensos nacionales e internacionales sobre qué hacer, qué no hacer o cuáles son los límites en este tipo de cáncer".
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