miércoles, 13 de junio de 2012

Algunas vivirían en estado latente más allá de la muerte - 13.06.2012 - lanacion.com  

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Miércoles 13 de junio de 2012 | Publicado en edición impresa

Algunas vivirían en estado latente más allá de la muerte

Acaban de descubrirlo científicos franceses; el hallazgo se publicó en Nature Communications
Por Brigitte Castelnau  | Agencia AFP

PARIS.- Las células madre musculares pueden preservar sus capacidades funcionales en un medio hostil, adormeciéndose, incluso durante varios días después de la muerte.

Lo afirman investigadores franceses cuyo trabajo abre nuevas vías terapéuticas, por ejemplo, al trasplante de médula ósea.

Las células madre de los músculos sobrevivirían en "estado letárgico" 17 días después de la muerte en los seres humanos y 16 días en las ratas. Una vez colocadas de nuevo en cultivo, volverían a ser perfectamente funcionales, según un estudio que acaba de publicarse en la revista Nature Communications .

Ocurriría otro tanto con las células madre de la médula ósea, que generan células sanguíneas y que permanecerían viables cuatro días después de la muerte en las ratas y que son también capaces, después del trasplante, de volver a proliferar en la médula, agregaron los científicos. Trabajos anteriores habían identificado tales células 32 horas después de la muerte en el cerebro de un bebe en gestación.

Los científicos franceses mostraron que esas células adultas pueden sobrevivir mediante una carencia de oxígeno para alcanzar ese "estado letárgico" que les permite resistir a un medio ambiente extremadamente hostil.

Este modo de supervivencia que acaba de ser puesto en evidencia existe también en casos de grandes daños en los tejidos de los seres vivos.Esta reserva de células madre viables en el organismo humano después de la muerte podría servir para efectuar injertos de médula ósea (leucemia, enfermedades sanguíneas) muy utilizados en los hospitales y "para los cuales faltan donantes", estimó el profesor Fabrice Chrétien, del Instituto Pasteur y el hospital Raymond Poincaré, en Garches, que dirigió estos trabajos en colaboración con Shahragim Tajbakhsh, del Instituto Pasteur, perteneciente al Centro Nacional de Investigación Científica de Francia.

"Extirpamos cuatro gramos de músculo de una mujer que falleció a los 97 años. Diecisiete días después de su muerte obtuvimos millones de células madre y conseguimos diferenciarlas en fibras musculares", agregó el científico.

En las ratas, las células madre de los músculos extraídas después de la muerte, una vez injertadas, permitieron restaurar la producción de una proteína deficiente, la distrofina , en ratas afectadas de una miopatía, precisó Chrétien.

Las células pasan al estado letárgico reduciendo al estricto mínimo el ritmo de su metabolismo, con muy pocas mitocondrias (organelas celulares que producen energía a partir del oxígeno), lo que ocasiona una caída de su reserva energética.

De manera más general, este estado letárgico es una forma en que las células adultas esperan que "pase el chaparrón" y superan situaciones hostiles, como por ejemplo una lesión muscular, en que el suministro de oxígeno se ve perturbado, para poder luego reiniciar el ciclo celular y reparar el tejido o el órgano dañado, explicó el científico.

En laboratorio, "constatamos que las células madre musculares privadas de oxígeno a 4°C sobrevivían mejor que las expuestas al oxígeno ambiente", agregó Chrétien.

Este descubrimiento permite prever una nueva fuente y sobre todo nuevos métodos de conservación (en un refrigerador o en una mezcla gaseosa sin oxígeno) de células madre para utilización terapéutica.

El profesor Chrétien evocó también "una técnica muy simple para seleccionar esas células a partir de la punción de una mezcla de células: con sólo meterlas en un frigorífico sin oxígeno, se consigue pasar de la concentración de 2 a 7% y a un 40% de pureza", dijo. Los científicos ya registraron una patente internacional para proteger las aplicaciones de este descubrimiento.

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