El diagnóstico precoz, clave para desarrollar las habilidades para poder trabajar
Kiabi y la Asociación Síndrome de Williams, juntas para la integración laboral de las personas con el trastorno
La Asociación Síndrome Williams de España (ASWE) ha emprendido un Programa de Empleo destinmejorar la empleabilidad de los jóvenes y adultos con el citado trastorno. Fruto de esta iniciativa es el acuerdo con la cadena de tiendas de moda Kiabi para incorporar personas que padecen esta discapacidad en sus centros.
Cristina G. Real | 18/06/2012 00:00
Esther Ramos, trabajadora social responsable de la asociación en España, explica que la primera incorporación ha sido la de Álvaro, de 33 años, en el puesto de consejero de ventas de la tienda de Kiabi en San Sebastián de los Reyes (Madrid) gracias a un plan conjunto de inserción laboral elaborado específicamente entre el departamento de recursos humanos de la empresa y la ASWE. "A partir de un miembro de la asociación empleado de Kiabi se ha iniciado una experiencia nueva para ambas entidades en la que se han valorado las capacidades de Álvaro para dar con el puesto de trabajo que puede desempeñar".
Ramos comenta que en cada caso a evaluar -ahora se estudia otro posible en Zaragoza- se buscará una "adaptación individualizada de la persona al puesto". Suelen ser tareas administrativas, aunque en el caso de Álvaro, la idónea ha sido la de consejero de ventas. Añade que entre las cerca de 50 personas con este síndrome en España menos de 10 tienen un puesto de trabajo. El trastorno, causado por la falta de material genético del cromosoma 7, se caracteriza por determinados rasgos faciales, un coeficiente intelectual de entre 50 y 70, y dificultades en cuestiones espacio-constructivas, motoras, de cognición numérica, solución de problemas y planificación. Paralelamente a estas dificultades, tienen habilidades como una buena actitud para la comunicación y la relación social. "La clave está -según Ramos- en que el diagnóstico sea lo más temprano posible para empezar cuanto antes a desarrollar y a trabajar con las capacidades de cada persona para que se pueda integrar al mercado laboral. El papel de los médicos es fundamental, como también lo es en el momento de establecer el primer contacto con las familias en el diagnóstico. El médico les puede orientar y animar para que sepan que sus hijos podrán andar, hablar y trabajar".
Ramos comenta que en cada caso a evaluar -ahora se estudia otro posible en Zaragoza- se buscará una "adaptación individualizada de la persona al puesto". Suelen ser tareas administrativas, aunque en el caso de Álvaro, la idónea ha sido la de consejero de ventas. Añade que entre las cerca de 50 personas con este síndrome en España menos de 10 tienen un puesto de trabajo. El trastorno, causado por la falta de material genético del cromosoma 7, se caracteriza por determinados rasgos faciales, un coeficiente intelectual de entre 50 y 70, y dificultades en cuestiones espacio-constructivas, motoras, de cognición numérica, solución de problemas y planificación. Paralelamente a estas dificultades, tienen habilidades como una buena actitud para la comunicación y la relación social. "La clave está -según Ramos- en que el diagnóstico sea lo más temprano posible para empezar cuanto antes a desarrollar y a trabajar con las capacidades de cada persona para que se pueda integrar al mercado laboral. El papel de los médicos es fundamental, como también lo es en el momento de establecer el primer contacto con las familias en el diagnóstico. El médico les puede orientar y animar para que sepan que sus hijos podrán andar, hablar y trabajar".
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