martes, 26 de junio de 2012

La atresia biliar, responsable del 50 por ciento del trasplante hepático infantil - DiarioMedico.com

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LA SUPERVIVENCIA SUPERA EL 96 POR CIENTO

La atresia biliar, responsable del 50 por ciento del trasplante hepático infantil

El trasplante hepático es uno de los más practicados en nuestro país, entre otros motivos porque España tiene la tasa de donantes de cadáver más alta del mundo.
Redacción   |  26/06/2012 00:00

 
 
Según Manuel López Santamaría, jefe de Servicio de Cirugía Pediátrica y jefe de la Unidad de Trasplantes Digestivos del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, la tasa no es igual para los trasplantes infantiles, ya que, "a pesar de que nuestro país tiene este registro, actualmente las probabilidades de que surja un donante de cadáver para un niño son muy bajas; tenemos una de las tasas más bajas de donantes pediátricos".
  • La calidad de vida de un paciente pediátrico con trasplante de hígado es muy buena, y llega a recuperar pronto la actividad de un niño de su edad
El cirujano, que ha participado en el II Congreso de la Sociedad Española de Trasplantes, ha recordado que, mientras que en Estados Unidos más del 10 por ciento de los donantes de cadáver son pediátricos, en España son tan sólo el 1,7 por ciento. Esto supone que se tengan que buscar técnicas alternativas de trasplante, como el trasplante de vivo, por ejemplo. Este tipo de intervenciones son mucho más comunes en niños que en adultos. López Santamaría ha añadido que "en muchas ocasiones son los padres los que están dispuestos a ceder parte de su hígado".

Y ha explicado que las causas que pueden provocar la necesidad de un trasplante hepático son muy numerosas y variadas tanto en adultos como en menores. "En niños existe una lista de indicaciones muy extensa, pero la atresia biliar es responsable de entre el 40 y el 50 por ciento de las intervenciones. Esta enfermedad se manifiesta durante los primeros meses de vida y cuando la otra alternativa, la operación de Kasai, fracasa, que es en un 50 por ciento de los casos, el niño pasa a ser candidato a un trasplante hepático antes del año de edad".

Las investigaciones en este campo están dirigidas a seguir mejorando la calidad de vida de los niños buscando nuevos inmunosupresores y nuevas estrategias de tolerancia. La esperanza de vida de un niño es mayor y, por tanto, están durante más tiempo expuestos al riesgo. "A pesar de todo, la calidad de vida de un niño afectado es muy buena, y llegan a recuperar la actividad de un niño de su edad. La rehabilitación es rápida y la tasa de supervivencia a cinco años está en el 96 por ciento".

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