¿Por qué crece el ictus hemorrágico?
22 Mayo 2009 · M. Duque. Boston
JANO.es
El número de accidentes vasculares cerebrales causados por hemorragia intracerebral ha aumentado casi un 18% en los últimos 10 años
Los accidentes vasculares cerebrales causados por una hemorragia intracerebral (HIC) no traumática, consecuencia de una rotura de vasos sanguíneos cerebrales, son un importante problema de salud pública y responsables de 2 de los 15 millones (10-15%) de accidentes cerebrovasculares que tienen lugar anualmente en todo el mundo. Además, los ingresos hospitalarios por HIC han aumentando un 18% en los 10 últimos años, probablemente por el aumento del número de personas mayores, muchas de ellas con una presión arterial desestabilizada, y por el uso cada vez mayor de anticoagulantes, trombolíticos y antiagregantes plaquetarios.
En 1988, el uso de anticoagulantes orales fue responsable del 5% de las HIC, del 9% en 1993-94 y del 17% en 1999, debiéndose probablemente este aumento al aumento de la prevalencia de la fibrilación auricular y del uso de warfarina. La mayor parte de estas diferencias se observa en la incidencia de HIC profunda y son más marcadas en personas jóvenes y de mediana edad.
Futuro tratamiento
En un artículo publicado en The Lancet (doi:10.1016/S0140-6736- (09)60371-8) sobre HIC, se comentan las causas y el futuro tratamiento de esta enfermedad: “Aunque el número de ingresos hospitalarios por esta causa ha aumentado en todo el mundo en los últimos 10 años, la mortalidad no ha descendido. Los resultados de los ensayos clínicos y de los estudios observacionales indican que la coordinación entre la atención primaria y la hospitalaria se asocia con una menor mortalidad en estos pacientes”.
Además, el desarrollo de objetivos terapéuticos para cuidados intensivos, y las nuevas secuencias de asistencia y práctica especializada pueden mejorar el pronóstico. Las estrategias terapéuticas específicas comprenden el diagnóstico y la hemostasia precoces, el tratamiento intensivo de la presión arterial, las técnicas quirúrgicas abiertas y mínimamente invasivas para extraer el coágulo, las técnicas para extraer la sangre intraventricular y el tratamiento de la presión intracraneal. Estas estrategias mejoran el tratamiento clínico de los pacientes y prometen reducir la mortalidad y aumentar la supervivencia funcional.
Objetivos terapéuticos
Los autores comentan la importancia de 3 cometidos en el tratamiento de la HIC: detener la hemorragia, extraer el coágulo y estabilizar la presión cerebral resultante. Las ventajas relativas de cada objetivo se establecerán probablemente cuando se conozcan los resultados de varios ensayos clínicos actualmente en marcha, como el STICH II (Surgical Trial in Intracerebral Haemorrhage); el CLEAR-IVH (Clot Lysis: Evaluating Accelerated Resolution of IVH); el MISTIE (Minimally Invasive Surgery plus Tissue plasminogen activator for Intracerebral haemorrhage Evacuation); y el ATACH (Antihypertensive Treatment of Acute Cerebral Haemorrhage).
“Otra prioridad –concluye el artículo– es el uso de la resonancia magnética de alta resolución, en tiempo real, con imágenes tridimensionales y sondas moleculares de gran resolución. Los ensayos de tratamiento urgente de la presión arterial y la reversión de la coagulopatía son también prioridades médicas, mientras que los ensayos de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, incluidos los recursos farmacológicos y mecánicos complementarios, son prioridades quirúrgicas”.
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