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ESPAÑA
Cómo identificar patologías autoinmunes a través del ojo
Algunas enfermedades autoinmunes pueden sospecharse por patologías o síntomas oftalmológicos. La afectación del ojo puede suponer el debut de la enfermedad o ser el principal factor de morbilidad por una patología de base mal controlada.
Pilar Laguna. Murcia - Jueves, 21 de Mayo de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
Para el diagnóstico de enfermedades autoinmunes a través de patología ocular "es importante detectar perfiles clínicos de afectación, no sólo síntomas aislados", según ha apuntado David Díaz Valle, jefe de sección de la Unidad de Superficie e Inflamación Ocular del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, cuya unidad multidisciplinar de Patología Inflamatoria ha elaborado y publicado doce patrones específicos que relacionan distintos tipos de uveítis con trastornos autoinmunes, generalmente como forma de debutar la enfermedad.
En su intervención en el XXXV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se está celebrando en Murcia, ha destacado el papel de los oftalmólogos, "pues podemos obtener información de primera mano para anticiparnos al desarrollo de un proceso general", y ha alertado de la importancia de centrar los diagnósticos y los factores de afectación de cada paciente para evitar pruebas indiscriminadas, "que sólo aportan confusión y encarecen el proceso diagnóstico".
Uveítis
Díaz Valle ha desplegado los cuatro grupos de síntomas oculares principales que se relacionan con patología autoinmune, en los que destaca un conjunto de uveítis que tienen en común ser graves y recurrentes, además de darse en pacientes en los que la anamnesis está ligada al dolor articular y a lesiones cutáneas y respiratorias.
La uveítis anterior aguda recurrente unilateral se relaciona con las espondiloartropatías, mientras que la uveítis anterior crónica lo hace con la artritis idiopática juvenil, que aparece antes de los siete años de edad.
Otro patrón de uveítis relacionado son las vasculitis retinianas que pueden aparecer en la enfermedad de Behçet y las panuveítis (procesos inflamatorios que afectan a todas las capas del ojo).
Además, los pacientes con panuveítis también pueden tener Vogt-Koyanagi-Harada, una enfermedad sistémica que puede diagnosticarse a partir de la afectación ocular.
El oftalmólogo ha subrayado que la mayor relación entre uveítis y enfermedades reumáticas está en la uveítis anterior recidivante B27+ con las espondiloartropatías. Según una revisión sistemática, un 66 por ciento de los pacientes, con seguimiento de nueve años, desarrollan espondiloartritis, frente a un 6 por ciento de los que padecen el tipo B27-. "Estos datos demostrarían una importante relación de ese tipo uveítis con una patología sistémica".
Mal control de base
Además del conjunto de uveítis, hay otras patologías oculares, como las escleritis, que se dan en algunas enfermedades reumáticas ya evolucionadas, y que indicarían un mal control de la enfermedad de base, al igual que ocurre con las queratitis ulcerativas periféricas en el contexto de pacientes con vasculitis.
También el ojo seco grave se relaciona con trastornos autoinmunes. Puede aparecer de forma primaria, como en el síndrome de Sjögren, donde a la sequedad ocular se suma sequedad bucal y disfunción inmune sistémica. Aparece en edades jóvenes y requiere terapia antiinflamatoria con corticoides sin conservantes, ciclosporina o suero autólogo.
A esos cuatro grupos de síntomas pueden agregarse las neuropatías ópticas que se dan en enfermedades como la arteritis de células gigantes, cuya detección precoz es importante porque puede dañar al ojo afecto y al contralateral.
Díaz Valle ha recalcado la importancia de una buena exploración oftalmológica, lo que permite ver el tipo de inflamación: contar las células inflamatorias, comprobar el estado de los vasos, del colágeno de la córnea, del nervio óptico Datos que pueden ayudar al diagnóstico y mejor control del trastorno sin necesidad de prueba complementaria.
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