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Nuevas opciones terapéuticas para la talla baja por IGF-I
En el XXXI Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) se han dado a conocer novedades significativas en el abordaje de un raro trastorno de talla baja, el causado por la existencia de un déficit grave de factor de crecimiento insulínico tipo I (IGF-I).
Francisco Romero. Alicante - Viernes, 15 de Mayo de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
Los nuevos conocimientos en genética molecular de la patología tiroidea y pseudohipoparatiroidismo, la cirugía en la obesidad infantil, la talla baja y, fundamentalmente, las aplicaciones clínicas del tratamiento con IGF-I recombinante han sido los principales argumentos científicos sobre los que ha girado el XXXI Congreso de la SEEP, que ha reunido en Alicante a unos 400 expertos.
Las innovaciones introducidas en los últimos meses en el abordaje de los trastornos de talla baja han acaparado el protagonismo de la reunión. "Se ha dedicado una atención especial al hipocrecimiento, que es, junto con la obesidad y la diabetes, uno de los problemas que más frecuentemente atendemos en nuestras consultas", afirma Juan Pedro López-Siguero, presidente de la SEEP y que trabaja en el Hospital Materno-Infantil de Málaga.
En comparación con los trastornos de talla baja derivados de la existencia de un déficit de la hormona de crecimiento (con una incidencia que se aproxima a uno por cada 10.000 niños), la talla baja causada por un déficit grave de factor de crecimiento insulínico tipo I (IGF-I) es sumamente rara e infrecuente (del orden de cien a mil veces menos habitual).
Como apunta López-Siguero, "no sólo se trata de una enfermedad muy inusual, sino que además plantea graves problemas en su detección, de manera que hay también muchos casos que no se han llegado a diagnosticar".
En este contexto, su tratamiento ha planteado clásicamente graves dificultades a los médicos, tanto por el reducido número de pacientes en los que se han podido ensayar los fármacos investigados como por la ausencia de una terapia realmente eficaz y con una seguridad aceptable.
Mucho por aprender
Con la reciente aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) de la mecasermina se han solventado en parte estos problemas. Sin embargo, como apostilla el presidente de la SEEP, "todavía nos queda mucho por aprender sobre cómo usar este tratamiento, cuándo utilizarlo, qué efectos adversos se esperan y cómo manejarlos, etcétera".
De ahí la utilidad clínica que se deriva de disponer de recomendaciones prácticas de uso de un nuevo tratamiento indicado para muy pocos pacientes (aproximadamente una decena de enfermos tratados en nuestro país en estos momentos), lo que aconseja un proceder consensuado; más aún cuando la prescripción de IGF-I debe ser aprobada por los Comités de Hormona de Crecimiento y Sustancias Relacionadas. Esto es lo que ha motivado la publicación del Documento de consenso del Comité Asesor para el uso clínico de IGF-I en España. Con la edición de dicho documento se pretende reducir la incertidumbre en este ámbito.
"Constituye una síntesis de opiniones de distintos autores y una revisión de los distintos estudios en los que se ha prescrito rhIGF-I en niños con talla baja por déficit primario de IGF-I", destaca López-Siguero; en definitiva, añade, "se trata de ofrecer a los endocrinólogos pediatras y a los Comités de Hormona de Crecimiento y Sustancias Relacionadas una herramienta de apoyo sencilla y homogénea, que permita ajustar el diagnóstico y tratamiento".
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