Matilde Murga y Óscar Fernández-Capetillo
Diariomedico.com
ESPAÑA
EL ESTRÉS FETAL ACUMULA DAÑO EN EL ADN
El cómo y cuándo se envejece podría estar determinado desde la gestación
La cantidad de daño genético que acumulan las células durante el desarrollo embrionario se alza como una de las teorías más potentes para explicar en qué momento y de qué manera envejecemos. Un estudio realizado por un grupo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), de Madrid, ha esbozado los primeros hallazgos.REDACCIÓN - Martes, 21 de Julio de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
llave conceptual:
1. Se han establecido ciertas relaciones con el síndrome de Seckel, patología humana a través de la que se ha llevado a cabo el hallazgo
Las causas que determinan cómo y cuándo envejeceremos podrían estar determinadas desde el embarazo, según una investigación realizada por el Grupo de Inestabilidad Genómica que dirige Oscar Fernández-Capetillo en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en Madrid, y que se publica en el último número de Nature Genetics.
"La clave estaría en la cantidad de daño genético que acumulan las células durante el desarrollo embrionario", ha indicado Fernández-Capetillo que, junto a Matilde Murga, del mismo grupo, firma el trabajo.
Una vez más envejecimiento y cáncer van de la mano. Mientras que en el caso de los tumores el daño en el ADN es el responsable de generar las mutaciones específicas que alteran las propiedades y funciones de proteínas fundamentales para la división celular, parece que en el caso del envejecimiento lo más importante es la cantidad total de daño que se va acumulando progresivamente a lo largo de nuestras vidas.
"Para retrasar ambos procesos, la naturaleza ha provisto a los organismo vivos de moléculas capaces de detectar y reparar el daño o los errores de replicación que se producen en el ADN.
Sin embargo, existen familias portadoras de mutaciones en las proteínas reparadoras que acumulan daño en su ADN más rápidamente y, como consecuencia, presentan altas incidencias de cáncer y/o envejecimiento prematuro".
Hallazgo casual
El descubrimiento sobre el efecto intrauterino en el envejecimiento se ha producido casi por casualidad.
El Grupo de Inestabilidad Genómica del CNIO había creado un modelo animal, ratón, para el estudio de una enfermedad humana conocida como síndrome de Seckel.
Quienes lo padecen presentan una deficiencia de una proteína llamada ATR, cuya función es la de proteger el genoma celular mientras el material genético está siendo duplicado. No está claro por qué estos pacientes presentan enanismo y unas anomalías craneofaciales muy particulares.
Estos ratones desarrollan enanismo y el mismo tipo de alteraciones craneofaciales que los humanos que padecen Seckel.
Además, como en otros modelos que acumulan daño en el ADN rápidamente, los ratones de Seckel sufren un proceso de envejecimiento prematuro, lo que hace que un ratón de tan solo tres meses de edad tenga la apariencia de uno de tres años."Sabíamos que el daño general en el ADN está asociado al envejecimiento.
Este daño estocástico se acumula en el organismo a lo largo de la vida y merma progresivamente la capacidad regenerativa de los diferentes tejidos. Sorprendentemente, los ratones mutantes con apariencia de ancianos no presentan mayores cantidades de daño en el ADN que sus hermanos.
Sin embargo, dichos mutantes experimentan una masiva acumulación de daño al ADN durante el desarrollo fetal".
Teoría provocativa
Esta constatación llevó a los investigadores a proponer una teoría cuando menos provocativa: la de que el estrés fetal puede determinar cómo y cuándo un ser vivo va a envejecer en el futuro; o, dicho de otro modo, que la velocidad a la que se envejece podría programarse durante el embarazo.
Según el científico, independientemente de la utilidad de este modelo para el estudio de la enfermedad de Seckel y para otros estudios de cáncer que se llevan a cabo en el CNIO, "este concepto abre la posibilidad de desarrollar líneas de investigación no exploradas para tratar de entender por qué envejecemos los humanos.
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