jueves, 11 de marzo de 2010

Macroestudio estatal contra el cáncer - DiarioMedico.com


Javier Llorca Javier Llorca, catedrático de la Universidad de Cantabria y coordinador del estudio. (Roberto Ruiz)

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ESPAÑA
ANÁLISIS DE CAUSAS GENÉTICAS Y AMBIENTALES
Macroestudio estatal contra el cáncer
Grupos de doce provincias españolas, coordinados desde la Universidad de Cantabria, estudiarán las causas genéticas y ambientales en tumores de mama, próstata, colorrectal y de estómago a partir de la información que se recogerá sobre 6.500 pacientes de toda España y otras tantas personas sin la enfermedad. El trabajo nace como una acción estratégica del Ciber y contará con la financiación del Instituto de Salud Carlos III.


Santiago Rego. Santander - Jueves, 11 de Marzo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Se analizará la sangre, orina, pelo y uñas de personas enfermas y sanas, y se estudiarán células tumorales de los que han pasado por quirófano

El Grupo de Epidemiología de la Universidad de Cantabria (UC), dirigido por el catedrático Javier Llorca, decano también de la Facultad de Medicina, coordinará un estudio sobre las causas genéticas y ambientales de cuatro tipos de cáncer: mama, próstata, colorrectal y de estómago. El proyecto comenzó en 2009 como una acción estratégica del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) de Epidemiología y Salud Pública, y ahora recibirá financiación -220.000 euros- del Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.

En la investigación participarán, además del grupo de la UC, equipos de otras once provincias: Barcelona, Madrid, Granada, Valencia, Huelva, Valladolid, León, Murcia, Asturias, Navarra y Guipúzcoa. Esta extensa participación permitirá estudiar una gran variedad de factores ambientales que podrían influir en la aparición del cáncer, y que se distribuyen de forma irregular por toda la geografía española. Es el caso de la contaminación atmosférica, el agua que se consume, y la contaminación industrial, etc.

En tres años (2010-2012), según ha explicado Llorca a DM, se espera recoger información sobre 6.500 pacientes con cáncer, y sobre un número similar de personas sin la enfermedad. Para ello, los investigadores se valdrán de un cuestionario informatizado sobre factores socio-demográficos, estilos de vida, zona de residencia, medicación, exposiciones ambientales, dieta e historia familiar y médica.

Los equipos recogerán y procesarán muestras de sangre para estudios genéticos, y para medir la exposición a posibles causas del cáncer (infecciones, hormonas, factores ambientales). En Cantabria el estudio comenzará a realizarse en abril de 2010, y al igual que en el resto de España el objetivo último es analizar la relación entre sustancias presentes en la vida cotidiana y cuatro tumores que han demostrado ser muy sensibles al entorno, al existir, previsiblemente, factores externos que condicionan su aparición.

El papel de los Ciber
"Los Ciber son estructuras de investigación consorciada, que pretenden acortar el tiempo y los pasos que hay entre la investigación básica y su aplicación real en la atención y mejora de la salud y la calidad de vida de las personas. Bajo la premisa de la excelencia científica, sus áreas de atención se han fijado en las patologías con elevada prevalencia en el Sistema Nacional de Salud o en temas estratégicos por sus repercusiones sociales, económicas o asistenciales, como es el caso del cáncer", ha precisado Javier Llorca.

El decano ha señalado que es un estudio en red de enorme importancia, dado que no se ha hecho ninguno de ámbito estatal. "Tenemos que ver qué diferencias regionales existen, y así saber cuándo una persona está más destinada que otra a padecer un cáncer. En algunos lugares serán determinantes, probablemente, los pesticidas; en otros, la cercanía a focos industriales e incluso la historia laboral o el tipo de agua que beben, pero no lo sabemos con certeza".

Llorca cree que si se demuestra que determinados compuestos orgánicos persistentes están asociados a un mayor riesgo de cáncer, "las autoridades estarían obligadas a actuar para erradicarlos, igual que ocurrió cuando se supo que el tabaco era dañino, y el colesterol y la hipertensión arterial elementos nocivos para una buena salud cardiovascular".

"Si identificáramos que un contaminante industrial está asociado a un tipo de cáncer podríamos modificar las normas de fabricación o de eliminación de residuos. Y en el supuesto de causas genéticas, si se probara que quienes poseen un determinado gen son más susceptibles a padecer esta enfermedad se podría detectar qué personas necesitan mayor protección", indica.

Como quiera que para tomar medidas preventivas siempre hay que evidenciar las relaciones directas entre causa y efecto, el catedrático subraya que el estilo de vida moderno provoca alteraciones en el organismo, caso de la obesidad. "Si bien hay factores alimenticios que pueden favorecer cánceres, en el caso del tumor de estómago, por ejemplo, el número de afectados ha descendido gracias a una mejor conservación de los alimentos".

"Otro tanto ocurre -añade- con la mortalidad por infarto, que también se ha reducido gracias al control de los factores de riesgo. La alimentación tendrá su protagonismo en esta investigación, en la que se analizarán los aditivos conservantes tan criticados por los consumidores, pero también los productos que se utilizan para la desinfección de las aguas; muestras de sangre, orina, pelo y uñas de las personas enfermas y las que no lo están, y el estudio de tejido de las células tumorales de los pacientes con cáncer que hayan pasado por quirófano.



DISRUPTORES ENDOCRINOS

"Quizás la hipótesis más importante con la que trabajamos es la de los disruptores endocrinos. Si, por ejemplo, en los cánceres de mama y próstata influyen las hormonas, pretendemos determinar también si estos disruptores, que alteran el funcionamiento hormonal, inciden en sustancias presentes en el ambiente. Entre estas sustancias se encuentran los compuestos orgánicos persistentes, que derivan de la actividad industrial o de los insecticidas y permanecen de forma prolongada en el ambiente. Estos compuestos, en el hombre, se acumulan en el tejido graso", destaca el investigador de la UC.

El valor de estudiar este factor radica en que se desconoce en España la importancia que tienen los disruptores endocrinos, aunque se sabe que estos agentes se acumulan en personas de más edad, obesos y mujeres. El proyecto de investigación medirá, igualmente, la exposición a metales pesados, vertidos industriales y hormonas que puedan estar presentes en medicamentos o alimentos.

Respecto a los factores genéticos, Llorca ha recalcado que si bien se ha avanzado mucho en los últimos años, todavía queda mucho por conocer. Pone el ejemplo del cáncer de mama, del que ya se han identificado algunos genes, pero que apenas representan el diez por ciento de los casos.

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