El virus de la influenza A ha infectado a una gran variedad de animales, incluyendo patos, pollos, cerdos, ballenas, caballos y focas. Sin embargo, ciertos subtipos del virus de la influenza A son específicos para determinadas especies, excepto para las aves, que alojan todos los subtipos conocidos de virus de influenza A. Los subtipos de virus de influenza A que circulan en la actualidad en seres humanos son el H3N2 y el H1N1. Algunos ejemplos de diferentes subtipos de virus de influenza A que han infectado a animales y provocado brotes incluyen a las infecciones por virus H1N1 y H3N2 en cerdos, e infecciones por virus H7N7 y H3N8 en caballos.
Los virus de influenza A que normalmente se contagian y transmiten entre animales de una misma especie, a veces pueden entrecruzarse y causar enfermedades en otra especie. Por ejemplo, hasta 1998, sólo el virus H1N1 circulaba ampliamente en la población porcina estadounidense. Sin embargo, en 1998, se introduce el virus H3N2 de seres humanos en la población porcina y ocasionó una enfermedad generalizada entre los cerdos. Más recientemente, el virus H3N8 de los caballos se cruzó y ocasionó brotes en perros.
Los virus de la influenza aviaria A pueden contagiarse de animales a seres humanos en dos formas principales:
El nuevo virus resultante podría ser capaz de infectar a los seres humanos y propagarse con facilidad de persona a persona, pero tendría proteínas que se encuentran en la superficie (hemaglutinina y neuraminidasa) diferentes a las que se encuentran actualmente en el virus de influenza que infecta a los seres humanos.
Este tipo de cambio repentino en los virus de la influenza A es conocido como "variación antigénica".
La variación antigénica se da cuando un nuevo subtipo de influenza A al cual la mayoría de las personas tiene escasa o nula protección infecta a los humanos. Si este nuevo virus de influenza A causa enfermedades en las personas y se disemina fácilmente y de manera constante entre las personas, entonces ocurre una pandemia de influenza.
Es posible que el proceso de redistribución genética pueda producirse en una persona que esté coinfectada con el virus de la influenza aviaria A y un virus humano de influenza A. La información genética en estos virus puede recombinarse para crear un nuevo virus de influenza A con hemaglutinina del virus aviario y otros genes del virus humano. Los virus de influenza A con hemaglutinina, contra la que los seres humanos tienen poca o ninguna inmunización, que se hayan recombinado con un virus de influenza humana, son más propensos a provocar el contagio sostenido de humano a humano y presentar una gran amenaza de pandemia de influenza a la salud pública. Por lo tanto, es muy importante realizar una cuidadosa evaluación del virus de influenza A que se recupera de los seres humanos que están infectados con la influenza aviaria A para así identificar la redistribución en caso de que ocurra.
Aunque es inusual que las personas se infecten con los virus de influenza directamente de los animales, se han registrado infecciones y brotes esporádicos en seres humanos provocados por determinados virus de influenza aviaria A y virus de la influenza porcina A .
Los virus de influenza A que normalmente se contagian y transmiten entre animales de una misma especie, a veces pueden entrecruzarse y causar enfermedades en otra especie. Por ejemplo, hasta 1998, sólo el virus H1N1 circulaba ampliamente en la población porcina estadounidense. Sin embargo, en 1998, se introduce el virus H3N2 de seres humanos en la población porcina y ocasionó una enfermedad generalizada entre los cerdos. Más recientemente, el virus H3N8 de los caballos se cruzó y ocasionó brotes en perros.
Los virus de la influenza aviaria A pueden contagiarse de animales a seres humanos en dos formas principales:
- Directamente de las aves o de los entornos contaminados por el virus aviario a las personas.
- A través de un organismo que funcione como huésped intermedio, como el cerdo.
El nuevo virus resultante podría ser capaz de infectar a los seres humanos y propagarse con facilidad de persona a persona, pero tendría proteínas que se encuentran en la superficie (hemaglutinina y neuraminidasa) diferentes a las que se encuentran actualmente en el virus de influenza que infecta a los seres humanos.
Este tipo de cambio repentino en los virus de la influenza A es conocido como "variación antigénica".
La variación antigénica se da cuando un nuevo subtipo de influenza A al cual la mayoría de las personas tiene escasa o nula protección infecta a los humanos. Si este nuevo virus de influenza A causa enfermedades en las personas y se disemina fácilmente y de manera constante entre las personas, entonces ocurre una pandemia de influenza.
Es posible que el proceso de redistribución genética pueda producirse en una persona que esté coinfectada con el virus de la influenza aviaria A y un virus humano de influenza A. La información genética en estos virus puede recombinarse para crear un nuevo virus de influenza A con hemaglutinina del virus aviario y otros genes del virus humano. Los virus de influenza A con hemaglutinina, contra la que los seres humanos tienen poca o ninguna inmunización, que se hayan recombinado con un virus de influenza humana, son más propensos a provocar el contagio sostenido de humano a humano y presentar una gran amenaza de pandemia de influenza a la salud pública. Por lo tanto, es muy importante realizar una cuidadosa evaluación del virus de influenza A que se recupera de los seres humanos que están infectados con la influenza aviaria A para así identificar la redistribución en caso de que ocurra.
Aunque es inusual que las personas se infecten con los virus de influenza directamente de los animales, se han registrado infecciones y brotes esporádicos en seres humanos provocados por determinados virus de influenza aviaria A y virus de la influenza porcina A .
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