lunes, 29 de octubre de 2012

Los fumadores tienen un riesgo mayor de sufrir otro ACV, según un estudio: MedlinePlus

Los fumadores tienen un riesgo mayor de sufrir otro ACV, según un estudio: MedlinePlus


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Los fumadores tienen un riesgo mayor de sufrir otro ACV, según un estudio

Dejar de fumar antes de se produzca un ataque cerebral rebaja las probabilidades de un segundo ACV, un ataque cardiaco o fallecimiento
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_130721.html  (*estas noticias no estarán disponibles después del 01/24/2013)
Traducido del inglés: viernes, 26 de octubre, 2012HealthDay Logo
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JUEVES, 25 de octubre (HealthDay News) -- Las personas que son fumadoras cuando sufren el primer accidente cerebrovascular (ACV) tienen un riesgo mayor de sufrir otro ACV, un ataque cardiaco o de fallecer que aquellos que nunca han sido fumadores, según un estudio elaborado por investigadores australianos.
Y los que dejaron de fumar antes del ACV tenían un riesgo menor que los que seguían fumando cuando sufrieron el ACV, anotaron los investigadores.
"Es más probable que a los fumadores les vaya peor después de un ACV", afirmó la investigadora principal Amanda Thrift, profesora de epidemiología en la Universidad de Monash.
A los ex fumadores, sin embargo, les va mucho mejor, aseguró.
"Deje de fumar, porque una de las cosas que hemos mostrado es que las personas que lo dejan tienen muchas más ventajas que los que siguen fumando", afirmó Thrift. "Se trata de beneficios reales por dejar de fumar".
El informe aparece en la edición en línea del 25 de octubre de la revista Stroke.
Para llevar a cabo el estudio, el equipo de Thrift recogió datos de más de 1,500 personas que sobrevivieron a un ACV entre 1996 y 1999.
Después de 10 años de seguimiento, los investigadores hallaron que los que eran fumadores en el momento del ACV tenían un 30 por ciento más de probabilidades de sufrir otro ACV, un ataque cardiaco o de morir, en comparación con aquellos que nunca fueron fumadores. Estos riesgos eran especialmente significativos para los pacientes más jóvenes que padecieron un ACV.
Para los fumadores que lograron sobrevivir los primeros 28 días tras el ACV, el riesgo de sufrir estas consecuencias aumentó un 42 por ciento, según los investigadores. En aquellos que dejaron de fumar tras el ACV, la diferencia en el riesgo disminuyó en un 18 por ciento.
En relación a aquellos que sobrevivieron a las primeras cuatro semanas después del ACV, si comparamos solamente los que continuaron fumando con aquellos que lo habían dejado antes, los que seguían fumando en el momento del ACV tenían un riesgo 23 por ciento más elevado de un segundo ACV, un ataque cardiaco o de morir en los 10 años siguientes.
La pobreza era un factor que desviaba más estos datos, ya que ese riesgo de consecuencias negativas aumentaba un 52 por ciento para aquellos fumadores que vivían en las zonas menos favorecidas, y en un 31 por ciento en los que nunca fueron fumadores, halló el grupo de Thrift.
La mayoría de los pacientes del estudio sufrieron el tipo de ACV más común, en el que un coágulo sanguíneo obstruye un vaso sanguíneo del cerebro, lo que se conoce como ACV isquémico.
Thrift observó que el estudio no contaba con suficientes personas que hubieran sufrido un ACV hemorrágico, el provocado por una hemorragia en el cerebro, como para llegar a una conclusión sobre la relación entre fumar y ese tipo de ACV.
A comentar este reporte, el Dr. Rafael Ortiz, un experto que no participó en el estudio, describió la conexión física existente entre fumar y la enfermedad cardiovascular.
"Fumar predispone a las personas al endurecimiento de las arterias y al ACV", afirmó Ortiz, director del Centro de Accidente Cerebrovascular y Cirugía Neuro-Endovascular del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
Este es el resultado del efecto de la nicotina y el monóxido de carbono sobre los vasos sanguíneos, añadió.
"Nunca empiece a fumar", aconsejó Ortiz. "Si ya es fumador, déjelo, porque le pone en disposición de sufrir un ACV, y si tiene uno, las consecuencias serán peores y le va a predisponer a tener un ACV a una edad más temprana".
Patricia Folan, directora del Centro de Control del Tabaco del Sistema de Salud North Shore-LIJ en Great Neck, Nueva York, se hizo eco de las advertencias de Thrift y Ortiz.
"Deje de fumar", advirtió Folan.
La discapacidad de los fumadores tras un ACV es muy grande y su calidad de vida empeora, aseguró. Puede que no mueran por el ACV, pero quizá no puedan moverse o comunicarse y "su calidad de vida será muy pobre", afirmó.
"Si podemos convencer a la gente de que fumar va a tener un gran impacto no solo en su esperanza de vida, sino también en su calidad de vida, como no tener un ACV o un ataque cardiaco, ese es el mensaje más importante", comentó Folan.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Amanda Thrift, Ph.D., professor of epidemiology, Monash University, Clayton, Australia; Patricia Folan, director, Center for Tobacco Control, North Shore-LIJ Health System, Great Neck, N.Y.; Rafael Ortiz, M.D., director, Center for Stroke and Neuro-Endovascular Surgery, Lenox Hill Hospital, New York City; Oct. 25, 2012, Stroke, online
HealthDay
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