Científicos españoles descubren una proteína cuya inhibición frena irreversiblemente la multiplicación del parásito que provoca la enfermedad del sueño
Madrid (25/10/2012) - Redacción
• El hallazgo no sólo abre una vía pionera para el tratamiento de esta enfermedad, sino que sería extrapolable a otras enfermedades tropicales
• El descubrimiento ha sido publicado en la revista científica Proceeding of National Academy of Sciences of USA
Investigadores españoles han descubierto una nueva proteína (Quinasa TOR-4) que regula la multiplicación dentro de la sangre humana del parásito que provoca la enfermedad del sueño o tripanosomiasis africana. Además la inactivación de esta proteína, específica de los tripanosomas, induce una reducción del crecimiento del parásito de forma irreversible. El hallazgo no sólo abre una vía pionera para el tratamiento de esta enfermedad, sino que sería extrapolable a otras enfermedades tropicales. El descubrimiento ha sido publicado en la revista científica Proceeding of National Academy of Sciences of USA.
La tripanosomiasis africana humana o enfermedad del sueño es una de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) que causan una significativa morbilidad y mortalidad en el mundo en vías de desarrollo. De forma esporádica, esta enfermedad emerge en proporciones epidémicas en las regiones rurales del África subsahariana, es mortal si no se trata y los medicamentos disponibles actualmente para combatirla son muy tóxicos.
Provocada por la picadura de la mosca tse-tsé infectada que introduce unos parásitos llamados Trypanosoma brucei, inicialmente los tripanosomas se multiplican en los tejidos subcutáneos, sangre y linfa, pero pueden llegar a invadir el sistema nervioso central al cruzar la barrera hematoencefálica. Además cuentan con un mecanismo cuyo fin es evitar el sistema inmunitario de la persona afectada.
La quinasa TOR-4 es el nombre de la nueva proteína descubierta por los investigadores españoles. Esta quinasa TOR-4 es una proteína que regula la actividad de otras proteínas (mediante su fosforilación) y al hacer esto provoca una "cascada de señalización", es decir, muchas proteínas activando procesos de crecimiento (síntesis de proteínas, de ARN, de lípidos, etc). Consecuencia de esto es que el parásito (Triypanosoma brucei) se multiplica de una forma descontrolada causando la enfermedad.
Según explica el coordinador de este estudio, el Dr. Miguel Navarro, investigador de la Red de Investigación de Enfermedades Tropicales (RICET) y que desarrolla su trabajo en el Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra de Granada del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Lo que hemos comprobado es que cuando inhibimos, es decir, paramos la actividad de esta quinasa TOR-4, conseguimos que la forma infectiva del parásito, que es muy proliferativa (se multiplica a gran velocidad), pase a quedarse en un estado quiescente y detenga su infección. Además lo más importante es que este cambio es irreversible. Esto convierte a TOR-4 en una gran diana terapéutica porque frenamos de forma irreversible la señal que hace proliferar al parásito que provoca la enfermedad del sueño".
Esta investigación comenzó en el 2005 y concluye ahora con la identificación de una proteína como nueva diana terapéutica frente de la enfermedad del sueño. Comenta el Dr. Navarro que "en la actualidad hemos iniciado la búsqueda de inhibidores selectivos de esta quinasa de tripanosoma para una posible utilización frente a la infección de este parásito, es decir, que impidan la multiplicación del parásito en sangre. Si estos inhibidores lograran ser específicos, selectivos, con las características farmacocinéticas adecuadas, etc, podríamos verlos convertidos en fármacos en un ejemplo de investigación traslacional desarrollada por la RICET, el principal objetivo para la que fue creada esta red de investigación perteneciente al Instituto de Salud Carlos III".
El hallazgo científico de las nuevas quinasas TOR en tripanosomas ha dado lugar a un proyecto para identificación de nuevos fármacos frente a esta enfermedad, en colaboración con el químico Michael Pollastry (NEU University, USA) y la compañía farmacéutica GSK y financiado por la Fundación OpenLab, entidad cuyo objeto social es acelerar el descubrimiento de tratamientos para enfermedades tropicales desatendidas (malaria, tuberculosis, leishmaniasis, enfermedad de Chagas, tripanosomiasis humana africana, etc.), generando un pool de patentes que están abiertas a que luego aparezcan empresas interesadas en desarrollarlas hasta convertirlas en un realidad. Así podrían acceder a estas patentes empresas locales que no podrían costear un gasto de investigación inasumible para ellas.
La tripanosomiasis africana humana o enfermedad del sueño es una de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) que causan una significativa morbilidad y mortalidad en el mundo en vías de desarrollo. De forma esporádica, esta enfermedad emerge en proporciones epidémicas en las regiones rurales del África subsahariana, es mortal si no se trata y los medicamentos disponibles actualmente para combatirla son muy tóxicos.
Provocada por la picadura de la mosca tse-tsé infectada que introduce unos parásitos llamados Trypanosoma brucei, inicialmente los tripanosomas se multiplican en los tejidos subcutáneos, sangre y linfa, pero pueden llegar a invadir el sistema nervioso central al cruzar la barrera hematoencefálica. Además cuentan con un mecanismo cuyo fin es evitar el sistema inmunitario de la persona afectada.
La quinasa TOR-4 es el nombre de la nueva proteína descubierta por los investigadores españoles. Esta quinasa TOR-4 es una proteína que regula la actividad de otras proteínas (mediante su fosforilación) y al hacer esto provoca una "cascada de señalización", es decir, muchas proteínas activando procesos de crecimiento (síntesis de proteínas, de ARN, de lípidos, etc). Consecuencia de esto es que el parásito (Triypanosoma brucei) se multiplica de una forma descontrolada causando la enfermedad.
Según explica el coordinador de este estudio, el Dr. Miguel Navarro, investigador de la Red de Investigación de Enfermedades Tropicales (RICET) y que desarrolla su trabajo en el Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra de Granada del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Lo que hemos comprobado es que cuando inhibimos, es decir, paramos la actividad de esta quinasa TOR-4, conseguimos que la forma infectiva del parásito, que es muy proliferativa (se multiplica a gran velocidad), pase a quedarse en un estado quiescente y detenga su infección. Además lo más importante es que este cambio es irreversible. Esto convierte a TOR-4 en una gran diana terapéutica porque frenamos de forma irreversible la señal que hace proliferar al parásito que provoca la enfermedad del sueño".
Esta investigación comenzó en el 2005 y concluye ahora con la identificación de una proteína como nueva diana terapéutica frente de la enfermedad del sueño. Comenta el Dr. Navarro que "en la actualidad hemos iniciado la búsqueda de inhibidores selectivos de esta quinasa de tripanosoma para una posible utilización frente a la infección de este parásito, es decir, que impidan la multiplicación del parásito en sangre. Si estos inhibidores lograran ser específicos, selectivos, con las características farmacocinéticas adecuadas, etc, podríamos verlos convertidos en fármacos en un ejemplo de investigación traslacional desarrollada por la RICET, el principal objetivo para la que fue creada esta red de investigación perteneciente al Instituto de Salud Carlos III".
El hallazgo científico de las nuevas quinasas TOR en tripanosomas ha dado lugar a un proyecto para identificación de nuevos fármacos frente a esta enfermedad, en colaboración con el químico Michael Pollastry (NEU University, USA) y la compañía farmacéutica GSK y financiado por la Fundación OpenLab, entidad cuyo objeto social es acelerar el descubrimiento de tratamientos para enfermedades tropicales desatendidas (malaria, tuberculosis, leishmaniasis, enfermedad de Chagas, tripanosomiasis humana africana, etc.), generando un pool de patentes que están abiertas a que luego aparezcan empresas interesadas en desarrollarlas hasta convertirlas en un realidad. Así podrían acceder a estas patentes empresas locales que no podrían costear un gasto de investigación inasumible para ellas.
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