La apnea del sueño causa alteraciones faciales y dentales
en niños
La
respiración oral en niños puede afectar al desarrollo
maxilofacial
·
La
hiperexcitación en niños puede ser un síntoma del síndrome de apnea del
sueño
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Los
hijos de padres con mandíbula retrognática (retraída) tienen más riesgo de
sufrir alteraciones dentales y faciales
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La
mayoría de los productos de farmacia para evitar el ronquido son poco
eficaces
Oviedo, 8 de octubre de
2012. La
respiración oral en niños puede afectar al desarrollo maxilofacial, según el doctor
Enrique Fernández Julián, presidente de la Comisión de Roncopatía y Trastornos
del Sueño dela Sociedad
Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial
(SEORL-PCF), que celebra su 63 congreso en Oviedo.
"La respiración debe ser predominantemente por la nariz, ya que el
estímulo respiratorio nasal influye en el desarrollo maxilofacial" advierte este
experto. Algunos de estos niños sufren durante la noche hipoventilación
obstructiva (disminución de aire) o incluso el llamado síndrome de apnea del
sueño (SAS). "En niños, los síntomas del SAS son diferentes de los del adulto,
salvo en SAS severos o niños con obesidad importante, ya que no suelen presentar
hipersomnia o excesiva somnolencia diurna, sino más bien se trata de niños
inquietos, hiperexcitables, con eneuresis nocturna, entre otros síntomas." En
adultos, el SAS puede provocar, aparte de somnolencia diurna, trastornos
neurocognitivos y cardiovasculares, a veces graves.
Un estudio del Hospital General de Cataluña, que se presenta en el
congreso, revela que "los niños con trastornos respiratorios del sueño sufren
alteraciones en el desarrollo dental y facial condicionadas por la obstrucción
de la vía aérea superior". Estas alteraciones son "crecimiento vertical de la
cara, paladar estrecho y alteraciones en la oclusión dentaria (mordida
cruzada)".
Para el coordinador del estudio, el doctor Eduard Esteller, "son los
típicos niños de cara alargada e incisivos protuidos (inclinados hacia
adelante), ya que el arco ojival de la dentadura carece de espacio para albergar
los dientes". Por otro lado, estas alteraciones "provocan un círculo vicioso, ya
que, a su vez empeoran la apnea del sueño, y ésta acentúa las alteraciones". A
su juicio, es importante la implicación de los pediatras para detectar estas
anomalías faciales como un posible síntoma de apnea del sueño y derivarlo al
otorrino". Los hijos de padres con mandíbula retrognática (retraída) tienen más
riesgo de sufrir estas alteraciones.
Si estos trastornos no se tratan, "el niño puede desarrollar SAS y
necesitar ortodoncia, además de afectar a la estética de la cara", subraya el
doctor Fernández Julián. Cuando el niño es menor de 5 años no es necesaria la
cirugía, señala este experto, ya que se pueden utilizar aparatos que ensanchan
el paladar, pero a partir de esa edad se requiere una intervención. Respecto al
acortamiento de mandíbula, se puede realizar, en edades tempranas, una incisión
en la misma, introduciendo un dispositivo que permite poco a poco alargarla.
Evitar el
ronquido
El ronquido es uno de los síntomas del SAS y, "a veces es el hilo
conductor que nos hace sospecharla", añade. En los adultos, cuando es leve y no
existe ni sintomatología ni patología asociada, los especialistas coinciden en
señalar que no requiere necesariamente tratamiento. En los leves y moderados,
con sintomatología o patología asociada, se puede instaurar un tratamiento que
puede ser quirúrgico o protésico. Este último consiste en la utilización sólo
por la noche de un dispositivo que avanza la mandíbula con respecto al maxilar
con el fin de que aumente el espacio retrolingual, mejorando así la
permeabilidad de la vía aérea superior. En los casos severos, el tratamiento de
primera línea es la aplicación de una presión positiva en la vía aérea superior
(CPAP).
Por otro lado, los dispositivos (en forma de líquidos, sprays o tiritas)
que se dispensan en la farmacia para evitar los ronquidos son, a juicio del
doctor Fernández Julián, "de escasa o nula
utilidad".
Para más
información:
Carlos Mateos/
Rocío Jiménez. COM SALUD
Tels.: 91 223 66
78/ 685 53 68 16
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