domingo, 10 de marzo de 2013

Científicos del Instituto de Oncología del Vall d’Hebron HIO logran eliminar tumores pulmonares en modelos preclínicos :: El Médico Interactivo ::

:: El Médico Interactivo :: Científicos del Instituto de Oncología del Vall d’Hebron HIO logran eliminar tumores pulmonares en modelos preclínicos

Científicos del Instituto de Oncología del Vall d’Hebron HIO logran eliminar tumores pulmonares en modelos preclínicos


Barcelona (09-11/03/2013) - Redacción

• Estudios anteriores ya demostraron que Myc era una proteína clave en el desarrollo de tumores y encontraron cómo inhibirla con terapia génica en modelos animales

• Se trata de una proteína implicada en el desarrollo de diferentes tumores, por lo que una terapia contra ella podría ser beneficiosa como apoyo terapéutico en varios tipos de cáncer

Un estudio liderado por el Instituto de Oncología Vall d'Hebron (VHIO) ha conseguido eliminar tumores pulmonares en modelos animales inhibiendo la proteína Myc, clave en el desarrollo de múltiples tumores. Este estudio publicado en la revista 'Genes & Development' confirma la no aparición de efectos secundarios tras administrar tratamientos repetidos y a largo plazo y, lo más importante, ha demostrado que no aparecen resistencias al tratamiento, una de las grandes preocupaciones en los tratamientos antitumorales. Estos resultados confirman los tratamientos anticancerígenos basados en la inhibición de Myc como una vía terapéutica sólida y efectiva para el desarrollo de nuevos fármacos.

La proteína Myc tiene un papel importante en la regulación de la transcripción génica y está implicada en procesos de proliferación, diferenciación celular y apoptosis (muerte celular programada, necesaria para la regeneración de los tejidos y la eliminación de células dañadas). La proteína actúa como un gen regulador que controla la expresión de hasta el quince por ciento de los genes humanos; sin embargo, desajustes en esta proteína producen una proliferación celular descontrolada, lo que puede originar la aparición de cáncer en diferentes tejidos. De hecho, Myc se encuentra desregulada en la mayoría de tumores, como el de cérvix, mama, colon, pulmón y estómago.

El trabajo desarrollado por el grupo 'Modelización de terapias antitumorales en ratón' del VHIO, liderado por la doctora Laura Soucek, demuestra que es posible controlar e inhibir esta proteína Myc mediante un mutante llamado Omomyc que secuestra a Myc y no la deja actuar.

"Aunque identifiquemos claramente un mecanismo causante del desarrollo de un tumor, encontrar cómo intervenir en la maquinaria interna de las células o cómo interferir en procesos genéticos es altamente complejo", explica Soucek, y sigue: "Hace tiempo hallamos la forma de inhibir Myc gracias a Omomyc. Hemos incorporado mediante terapia génica a Omomyc en nuestros ratones y logramos activarlo y desactivarlo gracias al uso de un antibiótico que administramos a los ratones a través del agua".


Terapia metronómica
El estudio ha tratado ratones con múltiples tumores pulmonares (hasta 200 tumores en cada individuo) con  inhibición de Myc mediante la activación de Omomyc, durante cuatro semanas, seguidas de cuatro semanas de descanso. Esta terapia, llamada metronómica, se llevó a cabo durante más de un año, controlando periódicamente la evolución de los tumores en los individuos tratados.

Tras el primer periodo de inhibición  remitieron todos los tumores, pero volvió a aparecer el 63 por ciento de ellos. Tras el segundo periodo de inhibición de Myc, sólo reapareció el once por ciento de los tumores iniciales. Según la Dra. Soucek, "lo más importante es que no aparecieron señales de resistencia al tratamiento, ya que es uno de los principales inconvenientes de muchas terapias antitumorales, en las que la enfermedad desarrolla resistencias y reaparece incluso de forma más agresiva".

Finalmente, en los ratones que fueron tratados con ocho episodios de inhibición y descanso, después de más de un año de tratamiento sólo se detectaron dos tumores, en los cuales se observó que había sido suprimida la expresión de Omomyc, como único mecanismo adaptativo desarrollado por los organismos ante el tratamiento. "Para nosotros estos resultados son extraordinariamente positivos, pues un año de vida de un ratón equivale a casi 40 años de nuestra vida. El hecho de que los resultados se mantengan en el tiempo, que no haya recaídas del tumor y que no aparezcan resistencias hace pensar que podemos estar delante de una vía terapéutica sin precedentes".


Un estudio lleno de sorpresas
Estudios anteriores de la Dra. Soucek ya habían demostrado la capacidad de detener procesos tumorales mediante la inhibición de la proteína Myc, lo que la convertía en una interesante diana terapéutica para futuros desarrollos farmacológicos. Sin embargo, debido al importante papel regulador de la proteína, se temía que los tratamientos a largo plazo causaran importantes e incontrolables efectos secundarios, como atrofia de tejidos epiteliales o de la médula ósea.

También se desconocía la posible aparición de resistencias, como ocurre en muchos otros tratamientos similares. Los resultados del estudio confirman que tras múltiples aplicaciones periódicas del inhibidor de Myc –Omomyc-, los tumores no desarrollan resistencias y los efectos secundarios que aparecen son leves y totalmente reversibles, llegándose a erradicar prácticamente todos los tumores iniciales, incluso en procesos cancerosos avanzados.

"Para asegurarnos de la inexistencia de resistencias nos planteamos el peor escenario posible", explica la Dra. Soucek, "evaluar el efecto de la inhibición de Myc cuando suprimimos la proteína p53, reguladora del ciclo celular, pues sin p53 el tumor puede acumular multitud de mutaciones. Si alguna mutación tuviera que aparecer y conseguir resistir a la inhibición de Myc, hubiera aparecido en ausencia de p53. Ahora hemos demostrado que la inhibición de Myc no sólo detiene tumores pulmonares indefinidamente, sino que también lleva a su erradicación progresiva, con un tratamiento de larga duración sin efectos secundarios ni resistencias. Los resultados confirman Myc como un sólido objetivo de nuevos fármacos contra el cáncer", afirma.

Estos esperanzadores resultados ofrecen suficiente evidencia científica para plantear el paso de la inhibición de Myc en pacientes. "Ahora nuestro reto para el  futuro es conseguir una forma de inhibir Myc que sea viable desde el punto de vista farmacológico, que se pueda administrar y que sea segura. Será el paso previo al diseño de ensayos clínicos con inhibidores de Myc", explica la Dra. Soucek. "Tenemos muchas ganas de que llegue este momento y estoy totalmente convencida de que cambiará el curso de la terapia contra el cáncer, aunque todavía queda camino por recorrer", añade.

No hay comentarios:

Publicar un comentario