martes, 12 de marzo de 2013

Los incentivos y las penalizaciones en efectivo podrían animar a la gente a perder más peso: MedlinePlus

Los incentivos y las penalizaciones en efectivo podrían animar a la gente a perder más peso: MedlinePlus

 

Los incentivos y las penalizaciones en efectivo podrían animar a la gente a perder más peso

Un estudio halló que los que ganaron o perdieron 20 dólares, dependiendo del éxito que tuvieron al perder peso, persistieron en el programa

Traducido del inglés: viernes, 8 de marzo, 2013
Imagen de noticias HealthDay
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JUEVES, 7 de marzo (HealthDay News) -- Cuando se trata de motivar a las personas a perder peso, el dinero puede resultar muy convincente, muestra un estudio reciente.
Y tampoco tiene que tratarse de una fortuna. Recibir apenas 20 dólares al mes por perder 4 libras (1.8 kilos), o tener que pagar 20 dólares por no perder el peso, fue incentivo suficiente para que muchas personas persistieran, según una investigación que será presentada el lunes en la reunión anual del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology), que comenzará este fin de semana en San Francisco.
"Los incentivos y los elementos disuasorios financieros pueden ayudar a las personas a perder peso, y a no volver a recuperarlo durante un año", aseguró el autor del estudio, el Dr. Steven Driver, médico residente de medicina interna de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. "No es cuestión de hacerse rico, sino de hacerse responsable".
En el estudio, cien empleados voluntarios que eran considerados como obesos (con un índice de masa corporal de entre 30 y 39.9) fueron asignados a uno de cuatro grupos para perder peso: dos con incentivos financieros, y dos sin esos incentivos. Todos los planes para perder peso incluían un componente educativo, y uno también incluía un plan conductual estructurado.
Los individuos de los grupos de incentivos financieros que cumplían con sus objetivos recibían 20 dólares al mes, mientras que los que no los cumplían tenían que pagar una multa de 20 dólares en un fondo para una bonificación de mayor tamaño. Los participantes de los dos grupos de incentivos que completaron el estudio eran elegibles para ganar la bonificación acumulada al final del estudio.
Al final, los que recibieron dinero por perder peso perdieron más peso y fueron más propensos a completar el estudio. Concretamente, el 62 por ciento de los que recibieron pagos por perder peso cada mes persistieron en el programa, en comparación con apenas el 26 por ciento de los que no tuvieron la oportunidad de recibir incentivos financieros. En las personas que formaron parte de los grupos de incentivos, la pérdida de peso fue, en promedio, de poco más de 4 kilos (9 libras). En contraste, los participantes que no recibieron dinero para perder peso perdieron en promedio poco más de un kilo (2.3 libras).
Se necesitan más estudios para ver cuánto tiempo pueden durar esos cambios, anotó Driver. "El desafío real es extender esta investigación, y ver si podemos desarrollar un modelo sostenible de incentivos financieros que dure más de un año", planteó.
Muchas empresas comienzan a ofrecer esos programas para fomentar unas conductas más sanas entre sus empleados, añadió Driver.
Y eso es algo bueno, aseguró el coautor del estudio, el Dr. Donald Hensrud, presidente de medicina preventiva, ocupacional y aeroespacial de la Clínica Mayo. "Necesitamos usar estrategias creativas para ayudar a las personas a comer menos y a hacer más ejercicio, y a hacer todo lo que saben que deberían estar haciendo", comentó.
Un experto señaló que los hallazgos tienen sentido.
"No me sorprende que incluso un incentivo financiero realmente pequeño anime a algunos a perder peso", aseguró el Dr. Scott Kahan, director del Centro Nacional de Peso y Bienestar de Washington, D.C.
La pregunta real es cuánto tiempo durarán esos hábitos saludables, apuntó.
"El desafío es cómo ayudar a las personas a perder peso de forma sostenible. Estos datos respaldan que los incentivos y los elementos disuasorios financieros sí desempeñan un rol en nuestras conductas, pero no es probable que por sí mismas cosas como estas tengan un impacto a largo plazo en la epidemia de obesidad", planteó Kahan.
"Tenemos que pensar sobre un método integral que aborde mucho más que el aumento de la motivación inicial", explicó. "Tenemos que mantener esa motivación a lo largo del tiempo".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Donald Hensrud, M.D., chair, preventive, occupational and aerospace medicine, Mayo Clinic, Rochester, Minn.; Steven Driver, M.D,, M.P.H., resident physician, internal medicine, Mayo Clinic, Rochester, Minn.; Scott Kahan, M.D., M.P.H., director, National Center for Weight and Wellness, Washington, D.C.; March 11, 2013, presentation, American College of Cardiology annual meeting, San Francisco
HealthDay
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