PUBLICADO EN 'LANCET INFECTIOUS DISEASES'
Descrito el origen de la epidemia de esquistosomiasis en Europa
JANO.es · 26 mayo 2016 00:25
Un estudio internacional demuestra la existencia en pacientes europeos de tres cepas del agente infeccioso: Schistosoma haematobium propio de humanos; Schistosoma bovis propio del ganado y un híbrido de ambos.
Una investigación internacional coordinada por Santiago Mas-Coma, miembro experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para enfermedades parasitarias tropicales y catedrático de Parasitología de la Universitat de València (UV) ha descrito el origen de la epidemia de esquistosomiasis urogenital en Europa, así como las características de su agente causal. El estudio se ha publicado en la revista Lancet Infectious Diseases y se ha desarrollado con centros multidisciplinares de Francia, España, Reino Unido y Bélgica.
La esquistosomiasis es una enfermedad parasitaria causada por duelas, un tipo de vermes que se desarrollan dentro del sistema circulatorio humano y que es transmitida por caracoles de agua dulce. Es una de las enfermedades infecciosas más importantes de la humanidad debido a su gran morbilidad y al elevado número de personas infectadas en el mundo --más de 200 millones, de los que el 85% están en el África subsahariana--.
El artículo demuestra la existencia en pacientes europeos de tres cepas diferentes del agente infeccioso, Schistosoma haematobium propio de humanos; Schistosoma bovis propio del ganado y un híbrido de ambos. Los estudios indican una introducción de todos ellos en Córcega a partir de Senegal.
El profesor Mas-Coma destaca la importancia de ambos aspectos por cuanto "la detección del Schistosoma híbrido representa un toque de atención, ya que una eventual adaptación al ganado europeo vendría a representar un gran complicación para las medidas de control de esta enfermedad en Europa". La esquistosomiasis urogenital, de gran importancia patológica por su capacidad de producir cáncer en la vejiga urinaria, siempre se había considerado específica de humanos, esto es, incapaz de desarrollarse en animales y por tanto sin reservorios en su transmisión.
En el foco de introducción de la isla mediterránea de Córcega se han infectado muchos turistas franceses, alemanes e italianos, además de autóctonos de la isla, en una epidemia que se inició el año 2011, no se diagnosticó adecuadamente hasta mediados de 2014, y continuó hasta el verano de 2015, cuando se produjeron los últimos casos detectados, según el investigador valenciano. "Haber esclarecido el origen geográfico de la introducción resulta crucial, ya que nos permite tomar las medidas oportunas para evitar que la situación vuelva a repetirse", ha añadido Mas-Coma.
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