Todavía no existe una terapia efectiva frente a los síntomas nucleares del Autismo
Durante una jornada organizada por la Federación Autismo Madrid, el doctor David Fraguas, psiquiatra AMI-TEA del Hospital Niño Jesús explicó que todavía no hay una terapia efectiva contra los síntomas nucleares del Autismo, existiendo por otro lado, múltiples posibilidades terapéuticas para las comorbilidades del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).
En 2015, el Centro para la Prevención y Control de la Enfermedad de Estados Unidos estimó que la prevalencia del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) ya es de 1 niño por cada 68 nacidos, cuando antes la proporción era de 4 individuos por cada 10.000 habitantes. Una mayor capacidad diagnóstica está aflorando muchos más casos de Autismo, por lo que algunos expertos estiman que en el año 2020 la prevalencia de estos trastornos podría situarse en el 5% de la población. Ante estos datos, la Federación Autismo Madrid organizó este jueves, 26 de mayo, una jornada destinada a difundir la información que se tiene hasta el momento sobre esta materia. El encuentro tuvo lugar en el aula magna del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, donde hace apenas un año el presidente de Autismo Madrid, Manuel Nevado, pidió al director general de Coordinación de la Atención al Ciudadano y Humanización de la Asistencia Sanitaria, doctor Julio Zarco, la creación de la Unidad de AMI-TEA dedicada a la elaboración de diagnósticos complejos de estos trastornos multifactoriales. Del centro asistencial, el presidente Nevado elogió sus contactos con el Hospital Monte Sinaí de Estados Unidos para la realización de analíticas genéticas.
Los distintos especialistas clínicos participantes recordaron al auditorio, compuesto fundamentalmente por familiares de personas con TEA, que esta patología se caracteriza por mostrar déficits de comunicación interpersonal y comportamientos repetitivos yestereotipados (DSM-5). Se trata de un conjunto de trastornos que igualan en número al de las personas que lo padecen, dadas sus múltiples singularidades. Para los que, sin embargo, no hay estudios de seguimiento, logrando en pocas ocasiones que la persona afectada pueda llevar una vida aceptablemente autónoma.
En el plano clínico, la ponencia más interesante fue la dictada por el David Fraguas, psiquiatra AMI-TEAdel Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente (HGUGM, CIBERSAM). Como primera información, el orador comentó algunos estudios, poco concluyentes, sobre el uso de laoxitocina para la mejora del déficit de interacción social, caracterizado por la imposibilidad de mirar a los ojos de las personas con autismo a aquellos que les hablan o con los que interactúan. A continuación, el doctor Fraguas analizó el efecto de IGF-1 en el tratamiento de síntomas TEA en el síndrome Phelan-McDermid. Separando entre los síntomas nucleares y los secundarios en Autismo, no existiendo para los primeros ningún tratamiento psicofarmacológico efectivo.
Fraguas analizó acto seguido las comorbilidades que acompañan en distinto número a las personas con TEA. Estas comorbilidades, dotadas de ciertos paralelismos y diferencias en las etapas pediátrica y adulta, son la depresión, la ansiedad, la fobia específica, el trastorno oposicional, el TDAH, el trastorno bipolar o la psicosis. En cuanto a la disponibilidad de fármacos, el psiquiatra mostró varias tablas en las que se asignaban medicamentos a cada problema coincidente con el TEA. En irritabilidad, Risperidona, Aripiprazol, Clonidina (alfa-2 ag.) y Asmantadina. En trastorno del comportamiento, Risperidona, Aripiprazol, Haloperidol, Olanzapna, Ramelteon, Pentoxifina+Ris, Ciproheptadina+Ris. En la esfera del TDAH,con impulsividad, déficit de atención e irritabilidad: Metilfenidato, Atomoxetina y Clonidina. En compulsiones y comportamiento repetitivo, Fluoxetina y otros ISRS. Finalmente, en impulsividad, Risperidona y Aripiprazol. Repitiéndose estos principios activos y otros para tratar las estereotipias, la inestabilidad emocional, el insomnio de conciliación, la ansiedad, la depresión, los síntomas psicóticos y las autoagresiones. Con diferentes posibilidades de uso deantiepilépticos, antipsicóticos, benzodiacepinas, melatonina, etc.
La jornada contó con parejas de un político y un experto clínico en los distintos turnos de intervención. Por parte de la Política, participaron Diego Sanjuanbenito (PP), José Ángel Gómez Chamorro (PSOE), Daniel Álvarez (Ciudadanos) y Mónica García (Podemos), además del mencionado director general de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Complementariamente a la charla del doctor Fraguas, la psicóloga del mismo hospital, Leticia Boada, comentó algunas experiencias que podrían sugerir la posibilidad de “curar” algunos casos de Autismo cuando la intervención terapéutica es muy temprana. La psicóloga psicóloga AMI-TEA del Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente HGUGM, CIBERSAM, explicó cómo las investigaciones de Kleinman (2008) y Ben Itzchack (2009) postularon la posibilidad de que intervenciones muy tempranas podrían “curar” el Autismo. Se trataría de pacientes de un subgrupo endofenotipado muy concreto. Sin embargo, la normalización de estos individuos pudo deberse a un diagnóstico inicial equivocado o a un retraso natural en el desarrollo evolutivo de los personas que mostraron una importante mejoría.
PIE DE FOTO: El doctor David Fraguas, psiquiatra AMI-TEAdel Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente (HGUGM, CIBERSAM).
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