sábado, 15 de abril de 2017

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Autismo: cuidado con las terapias y los productos potencialmente peligrosos

little boy on dad
Una cosa que es importante saber sobre el autismo sin andarse con rodeos es que el autismo no tiene cura, así que los productos o tratamientos que afirman “curar” el autismo no funcionan como dicen. Lo mismo es cierto para muchos productos que afirman “tratar” el autismo o los síntomas relacionados. Algunos pueden conllevar riesgos significativos para la salud.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) desempeña una función importante en advertirle a estas empresas que no hagan afirmaciones indebidas sobre el uso indicado de sus productos como un tratamiento o una cura para el autismo o para los síntomas relacionados.
Acerca del autismo
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), aproximadamente 1 de cada 68 niños han sido identificados con un trastorno del espectro del autismo (TEA). Y se informa que los TEA se presentan en todos los grupos raciales, étnicos y socioeconómicos, y son alrededor de 4.5 veces más comunes entre los niños (1 de cada 42) que entre las niñas (1 de cada 189).
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) describen a quienes padecen autismo como niños que tienen dificultades con la interacción social, presentan problemas con la comunicación tanto verbal como no verbal, exhiben comportamientos repetitivos, y tienen intereses reducidos y obsesivos. Los efectos de estos comportamientos pueden ser desde leves hasta incapacitantes.
“La severidad y los síntomas del autismo varían”, explica la Dra. Amy Taylor, M.D., M.H.S., pediatra de la FDA. “Las terapias e intervenciones que existen para el autismo están diseñadas para tratar síntomas específicos y pueden traer una mejora”, agrega.
Además, la FDA ha aprobado medicamentos que pueden ayudar a algunas personas a controlar los síntomas relacionados con el TEA. Por ejemplo, la FDA ha aprobado el uso de antipsicóticos, tales como la risperidona (para pacientes de entre 5 y 16 años de edad) y el aripripazol (para pacientes de entre 6 y 17), para tratar la irritabilidad relacionada con los trastornos del espectro del autismo. Antes de emprender cualquier intervención conductual o terapia con medicamentos que aleguen ser un tratamiento o una cura para el TEA, consulte con su profesional de la salud.
La Asociación para la Ciencia en el Tratamiento del Autismo (ASAT, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro conformada por padres y profesionales dedicados a mejorar la educación, el tratamiento y la atención para las personas con autismo, advierte que, desde el primer momento en que el trastorno fue identificado, ha habido un largo historial de curas novedosas pasajeras y tratamientos fallidos.
La FDA aplica mano dura contra las declaraciones fraudulentas.
Según el comandante Jason Humbert, M.H.S., R.N., un agente de operaciones de control de la Oficina de Asuntos Regulativos de la FDA, la dependencia ha advertido o actuado contra varias empresas que han hecho afirmaciones indebidas sobre el uso indicado de sus productos como un tratamiento o una cura para el autismo o para los síntomas relacionados. Algunas de estas dizque terapias conllevan riesgos significativos para la salud, como:
  • Las “terapias de quelación”. Estos productos alegan eliminar las sustancias químicas y los metales pesados tóxicos del organismo enlazándose con ellos y “extrayéndolos” del sistema. Vienen en varias presentaciones, como aerosoles, supositorios, cápsulas, gotas y baños de arcilla. Los agentes quelantes aprobados por la FDA lo están para usos específicos que no incluyen el tratamiento o la cura del autismo, tales como el tratamiento para el envenenamiento por plomo y la acumulación excesiva de hierro, y sólo están disponibles con receta médica. Las terapias de quelación con receta aprobadas por la FDA deben utilizarse con la supervisión de un profesional, únicamente. La quelación de minerales importantes que son necesarios para el cuerpo puede tener consecuencias graves y potencialmente mortals.
  • La oxigenoterapia hiperbárica. Ésta consiste en respirar oxígeno en una cámara presurizada y ha sido autorizada por la FDA para ciertos usos médicos, tales como el tratamiento del síndrome de descompresión que sufren los buzos.
  • Los baños de arcilla purificantes. Añadidos al agua de la tina, estos productos alegan extraer las toxinas químicas, los contaminantes y los metales pesados del cuerpo. Se anuncian indebidamente ofreciendo "mejoras dramáticas" para los síntomas del autismo. 
  • Productos variados, como la leche de camello cruda y los aceites esenciales. Estos productos se han comercializado como tratamientos para el autismo o sus síntomas, pero no se ha demostrado que sean seguros y eficaces para tales usos publicitados.
El comandante Humbert ofrece algunos consejos prácticos para ayudarlo a identificar las afirmaciones fraudulentas o engañosas.
  • Desconfíe de los productos que afirman tratar una amplia gama de enfermedades.
  • Los testimonios personales no pueden sustituir las pruebas científicas.
  • Pocas enfermedades o padecimientos pueden ser tratados con rapidez, así que desconfíe de cualquier terapia que alegue ser una “cura rápida”.
  • Las supuestas “curas milagrosas” que alegan ser avances científicos o contener ingredientes secretos puede ser un timo.
En pocas palabras, si se trata de un tratamiento cuya eficacia no está comprobada o que es poco conocido, hable con su profesional de la salud antes de comprar o usar estos productos.
Este artículo está disponible en la página de Artículos para el consumidor de la FDA, en la cual se publican las últimas novedades sobre todos los productos controlados por la dependencia.
Actualizado el 12 de abril de 2017
Publicado el 25 de abril de 2014.

Autism: Beware of Potentially Dangerous Therapies and Products

little boy resting head on dad's shoulder

One thing that is important to know about autism up front: There is no cure for autism. So, products or treatments claiming to “cure” autism do not work as claimed. The same is true of many products claiming to “treat” autism or autism-related symptoms. Some may carry significant health risks.
The Food and Drug Administration (FDA) plays an important role in warning these companies against making improper claims about their products’ intended use as a treatment or cure for autism or autism-related symptoms.

About Autism

According to the Centers for Disease Control and Prevention (CDC), about 1in 68 children has been identified with an autism spectrum disorder (ASD). ASDs are reported to occur in all racial, ethnic and socioeconomic groups, and are about 4.5 times more common among boys (1 in 42) than among girls (1 in189).
The National Institutes of Health (NIH) describe children with autism as having difficulties with social interaction, displaying problems with verbal and nonverbal communication, exhibiting repetitive behaviors and having narrow, obsessive interests. These behaviors can range in impact from mild to disabling.
“Autism varies widely in severity and symptoms,” says Amy Taylor, M.D., M.H.S., a pediatrician at FDA. “Existing autism therapies and interventions are designed to address specific symptoms and can bring about improvement,” she adds.
In addition, FDA has approved drugs that can help some people manage related symptoms of ASD. For example, the FDA has approved the use of antipsychotics such as risperidone (for patients ages 5 to 16) and aripripazole (for patients ages 6 to 17) to treat irritability associated with autistic disorder. Before using any behavioral intervention or drug therapy that claims to be a treatment or cure for ASD, you should check with your health care professional.
The Association for Science in Autism Treatment (ASAT), a not-for-profit organization of parents and professionals committed to improving the education, treatment, and care of people with autism, says that since autism was first identified, there has been a long history of failed treatments and fads.

FDA Cracks Down on False Claims

According to Commander Jason Humbert, M.H.S., R.N., a regulatory operations officer in the FDA’s Office of Regulatory Affairs, the agency has warned and/or taken action against a number of companies that have made improper claims about their products’ intended use as a treatment or cure for autism or autism-related symptoms. Some of these so-called therapies carry significant health risks and include:
  • “Chelation Therapies.” These products claim to cleanse the body of toxic chemicals and heavy metals by binding to them and “removing” them from circulation. They come in a number of forms, including sprays, suppositories, capsules, liquid drops and clay baths. FDA-approved chelating agents are approved for specific uses that do not include the treatment or cure of autism, such as the treatment of lead poisoning and iron overload, and are available by prescription only. FDA-approved prescription chelation therapy products should only be used under professional supervision. Chelating important minerals needed by the body can lead to serious and life-threatening outcomes.
  • Hyperbaric Oxygen Therapy. This involves breathing oxygen in a pressurized chamber and has been cleared by FDA only for certain medical uses, such as treating decompression sickness suffered by divers.
  • Detoxifying Clay Baths. Added to bath water, these products claim to draw out chemical toxins, pollutants and heavy metals from the body. They are improperly advertised as offering “dramatic improvement” for autism symptoms.
  • Various products, including raw camel milk and essential oils. These products have been marketed as a treatment for autism or autism-related symptoms, but have not been proven safe and effective for these advertised uses.
Humbert offers some quick tips to help you identify false or misleading claims.
  • Be suspicious of products that claim to treat a wide range of diseases.
  • Personal testimonials are no substitute for scientific evidence.
  • Few diseases or conditions can be treated quickly, so be suspicious of any therapy claimed as a “quick fix.”
  • So-called “miracle cures,” which claim scientific breakthroughs or contain secret ingredients, may be a hoax.
The bottom line is this—if it’s an unproven or little known treatment, talk to your health care professional before buying or using these products.
This article appears on the FDA’s Consumer Updates page, which features the latest on all FDA-regulated products.
Updated: April 12, 2017

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